Crisis de la monarquía

Juan Carlos I comunica que ha pagado casi 4,4 millones por "rentas de viajes y servicios"

El abogado del emérito detalla en un comunicado que no había un requerimiento previo de Hacienda

El rey Joan Carles I, con el rey Felip VI, en una imagen reciente

MadridSegundo intento de Juan Carlos I de eludir un delito fiscal. Después de que el diciembre pasado pagara a Hacienda hasta 678.393 euros para evitar una investigación fiscal sobre las tarjetas opacas, ahora ha hecho una segunda regularización por un valor mucho más alto: más de cuatro millones de euros, según avanzó el jueves por la noche El País y este viernes ha confirmado el abogado del emérito en un comunicado. El total de dinero no declarado en diferentes ejercicios es de más de ocho millones de euros por regalos en especie de una fundación que salpica a Felipe VI. Esto es lo que se recoge en una declaración voluntaria que ha presentado la defensa del rey emérito, fugado a Abu Dabi, a la Agencia Tributaria por un total de 4.395.901,96 euros, incluyendo los intereses de demora y los recargos por retraso en el pago.

El comunicado, emitido por el abogado Javier Sánchez-Junco, subraya que no ha habido ningún requerimiento previo por parte de Hacienda y que se trata de rentas "derivadas de la asunción, por parte de la Fundación Zagatka, de determinadas gastos por viajes y servicios realizados por S.M. y de las cuales se podrían derivar determinadas obligaciones tributarias que han quedado regularizadas".

En concreto, se trata de los ocho millones que Juan Carlos I recibió en concepto de vuelos de una compañía de jets privados pagados hasta el 2018 por la fundación Zagatka, propiedad de su primo lejano Álvaro de Orleans. Recibir este tipo de regalos se considera un pago en especie que tendría que tributar como IRPF a Hacienda. Constituida en 2003 con sede en Liechtenstein, esta fundación tenía como objetivo fundacional reconocer la contribución del entonces jefe de estado a la democracia española.

Pero sus negocios no afectaban solo a Juan Carlos I. Felipe VI aparecía como beneficiario, junto a su padre, hasta noviembre del año pasado, después de que el fiscal suizo la pusiera en la diana. Fue justamente por estos vínculos que el actual monarca castigó a su padre hará casi un año, cuando, el mismo día que entraba en vigor el estado de alarma por la pandemia en España, anunció que renunciaba a cualquier tipo de herencia y le retiraba la asignación.

De hecho, la fundación Zagatka tenía hasta hace poco en el objetivo de sus estatutos "garantizar la asistencia financiera a la familia del fundador". Y la cantidad acumulada hasta el año pasado no era poca: 10 millones de euros, superior a la cantidad por la cual ahora Juan Carlos I ha pagado impuestos a Hacienda. Según el primo lejano del emérito, el único objetivo era proteger la vida privada de la familia real pero en ningún caso hacer de testaferro, como apunta el fiscal suizo que investiga los negocios turbios de Juan Carlos I.

La investigación de la Fiscalía

Ahora habrá que ver cómo el ministerio público responde a esta nueva regularización. El diciembre pasado, cuando hizo la primera, avisó de que investigaría "la espontaneidad, la veracidad y la complitud", pero esta investigación no ha tenido de momento ningún resultado, así como tampoco el resto que tiene en marcha la Fiscalía del Tribunal Supremo.

La ley establece que cualquier ciudadano puede presentar una declaración voluntaria, siempre que la Agencia Tributaria no lo haya denunciado o bien se haya querellado. Hacerlo no se considera admitir el fraude fiscal, porque se podría dar la circunstancia de que hubiera un error en la declaración de la renta y Hacienda premia el pago a las arcas del Estado. Ahora bien, desde febrero del 2019 la doctrina del Supremo exige que se haga el pago antes de saberse que hay una investigación abierta.

Según El País, si Juan Carlos I ha tardado tanto en pagar a Hacienda de nuevo ha sido porque tenía dificultades para conseguir el dinero, cosa que añade incertidumbre sobre la procedencia del dinero. Por otro lado, un artículo clave del Código Penal, el 305.4, exige que cualquier regularización sea "completa y veraz" para que las autoridades tributarias y la Fiscalía la consideren correcta. El hecho de presentar dos tan seguidas podría ser un indicio de que la primera no fue completa.

En total, Juan Carlos I tiene abiertas tres líneas de investigación en la Fiscalía del Tribunal Supremo. La primera por el cobro de comisiones ilegales en las obras del AVE a la Meca, que fue el primer caso que lo puso en la diana. La segunda, por el uso de tarjetas opacas procedentes de un empresario mexicano tanto por parte suya como por parte también de la reina Sofia y algunos de sus nietos . Y la última, por blanqueo de capitales a través de diferentes sociedades.

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