La jueza procesa al hermano de Pedro Sánchez y le deja al borde del juicio

MadridEl rumbo de la investigación judicial contra David Sánchez, hermano del presidente del gobierno español, complica las perspectivas tanto del investigado como del líder socialista, a quien el PP se ha apresurado a pedir la dimisión como jefe del ejecutivo una vez se ha hecho público que la juez de Badajoz que instruye la causa ha decidido procesar a David Sánchez tráfico de influencias. Con esta decisión, a la que ha tenido acceso el ARA, la titular del juzgado de instrucción número tres de la provincia extremeña, Beatriz Biedma, le deja al borde del juicio por el caso de su contratación como jefe de la Oficina de Artes Escénicas en la Diputación de Badajoz.

El hermano del presidente español, que ya ha tenido que declarar como investigado en dos ocasiones durante la fase de instrucción, está más cerca de tener que sentarse el banquillo junto a otras diez personas por la misma causa. Entre ellos se encuentran el presidente del ente provincial y líder del PSOE en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, y el ex asesor de la Moncloa Luis Carrero. En un auto hecho público este lunes, la juez de Badajoz concluye que "existen indicios suficientes sobre el presunto carácter delictivo de la conducta imputada y, por tanto, la consecuencia es la de continuar con el procedimiento" enviándolos a juicio.

Según el relato que hace la instructora, David Sánchez, "teniendo conocimiento previo" de que el puesto de trabajo "se había creado para él, se presentó a la convocatoria e hizo la entrevista para simular la legalidad del procedimiento". Añade que, además, "hubiera utilizado su influencia en la Diputación de Badajoz para obtener un beneficio propio". Por un lado, con la adaptación de las condiciones del cargo a sus preferencias personales como "no tener que acudir a diario a un despacho y el dedicarse a la ópera" así como consiguiendo que se contratara a Carrero, una persona de su confianza, a la misma administración para que "lo auxiliara directamente trabajando con él en su mismo despacho".

El hermano de Pedro Sánchez ha defendido siempre su labor como jefe de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación, cargo que abandonó cuando ya estaba en marcha la investigación judicial por la sospecha de que podría haber sido contratado a dedo. Sánchez niega las tesis de las acusaciones populares de extrema derecha, que aseguran que cobraba sin ir a trabajar y en su última declaración, hace tres días, justificó su falta de presencialidad por el hecho de que, pese a ser jefe de una oficina, esto "no significa que hubiera un edificio físico" en el que tuviera que ejercer la responsabilidad. También se desvinculó de la contratación del ex asesor de la Moncloa.

El gobierno español lo defiende

La primera reacción del entorno del presidente español ha llegado de boca del ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, que todavía no tenía constancia del auto. En una atención a los medios, no se ha movido del guión de situar esa causa judicial en lo que la Moncloa llama la "máquina del barro". "Es el modus operandi habitual: una organización de extrema derecha presenta una denuncia falsa para perseguir al entorno del presidente. Y estoy absolutamente seguro de que acabará en nada", ha afirmado.

En el auto, la titular del juzgado de instrucción número 3 de Badajoz establece un plazo de 10 días para que la Fiscalía y las acusaciones se posicionen sobre la apertura de juicio oral o, si así lo consideran, soliciten.