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Junts abre la puerta a salirse del Govern en la hoja de ruta de la nueva dirección

Proponen dar por acabada la mesa de diálogo coincidiendo con el aniversario de los cinco años del 1-O

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La nueva presidenta de Juntos, Laura Borràs, y el secretario general, Jordi Turull

Una de las incógnitas después del relevo de Junts es como afectará esto al Govern y, en este sentido, la ponencia política que ha preparado la formación de cara a la segunda parte del congreso que se tiene que celebrar el 16 y el 17 de julio da pistas sobre cuáles serán los pasos de la nueva ejecutiva capitaneada por Laura Borràs y Jordi Turull. En la propuesta de rumbo político, que se ha remitido este fin de semana a la militancia para que haga enmiendas, Junts abre la puerta a salirse del Govern de la Generalitat en función de las conclusiones de la evaluación que está en marcha sobre el acuerdo de gobierno con Esquerra y, por otro lado, propone dar por acabada la mesa de diálogo coincidiendo con el aniversario de los cinco años del 1 de Octubre.

En concreto, la ponencia política coordinada por Aleix Sarri –miembro de la nueva dirección– dice lo siguiente: "Junts considera que habrá que valorar en qué grado se está cumpliendo el acuerdo de gobierno, y por eso está preparando un balance que ponga negro sobre blanco el grado de cumplimiento, analice por qué no se ha avanzado más y evalúe qué medidas hay que tomar, sin descartar ninguna. En este escenario Junts planteará a sus bases la posibilidad de continuar o no en el Govern o tomar otros tipos de iniciativas adecuadas a la situación".

Preguntado por esta cuestión en rueda de prensa, el portavoz, Josep Rius, ha pedido no avanzar acontecimientos. Ha dicho que se trata de una propuesta de ponencia que todavía se tiene que debatir internamente y que será en función del resultado que se tomarán las decisiones oportunas. "[La evaluación del pacto de gobierno] es un elemento que tiene que servir para poder plantearle a ERC las cuestiones en las que hay margen de mejorar y las que no han ido bien", ha afirmado, aclarando que no será esta auditoría la que se someterá a la consulta de la militancia sino lo que decida hacer la dirección en función del resultado. De hecho, la posibilidad de salir del Govern puede generar uno de los primeros debates dentro de la nueva dirección de Turull y Borràs, puesto que si bien el entorno a la presidenta del Parlament flirtea con esta opción, los cargos más proclives a la institucionalidad de Junts no quieren ni oír a hablar de ello.

En la plaza Sant Jaume tampoco ha pasado desapercibido lo que plantea la nueva ejecutiva de Junts. La portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, ha defendido que el pacto de gobierno entre ERC y Junts está "plenamente vigente", que el Govern "funciona bien", y que lo hace "aislado de la dinámica de los partidos". Desde ERC han mostrado perplejidad porque Junts abone la idea de dejar el ejecutivo. "Nos costaría creer que quieran poner en riesgo un gobierno del cual forman parte", ha dicho la secretaria general adjunta, Marta Vilalta –informa Quim Bertomeu.

La portavoz del ejecutivo, Plaja, también ha argumentado que la mesa de diálogo sigue plenamente "vigente", después de que Junts también la ponga en entredicho en su rumbo político. En concreto, en la ponencia consideran que la estrategia del president, Pere Aragonès, ha sido "contraproducente" porque ha dado una "falsa apariencia" sobre la actitud del gobierno español hacia el conflicto. Es por eso que "Junts propone que el primero de octubre del 2022 se produzca un punto de inflexión" liquidando este instrumento: "Consideramos que el recorrido de la mesa, como propuesta que no ha sido nunca realmente materializada, llega definitivamente a su final".

Hacer efectivo el 1-O

Pero, más allá de las críticas al diálogo, ¿qué propone Junts? El partido de Borràs y Turull considera "vigente" el resultado del referéndum del 1 de octubre y defiende que se tiene que hacer efectivo. Habla de la "confrontación" y de la "desobediencia civil" y la "no-cooperación democrática" como vía para hacerlo, afectando "los intereses económicos del estado español". Además, también aboga por que desde los gobiernos donde Junts tenga representación se haga una política para reducir la dependencia del gobierno español, sobre todo en términos energéticos y la "desconexión económica" de los poderes estatales.

En todo caso, no solo el entramado institucional es un actor en la hoja de ruta de Junts, sino que también cuenta con el exilio y el Consell per la República. De hecho, incluso prevé que sea una Asamblea de Representantes con todos los electos de Catalunya y también miembros del Consell y las entidades independentistas los que declaren la República. "Esta decisión colectiva tendrá que ser implementada por el Parlament de Catalunya activando formalmente los efectos de la declaración de independencia y, si se tercia, también por los ayuntamientos", concluye el documento.

Carles Puigdemont durante su intervención en el congreso de Junts per Catalunya en Argelers.

El principio que consagra la ponencia política es que Junts tiene que priorizar las alianzas con partidos independentistas para hacer posible, dice, el "desbordamiento democrático". En la misma línea que el Govern de la Generalitat, también avisa que si "el balance del pacto o el acuerdo no cumple estas condiciones, habrá que renunciar o replantearlo". De entrada, pues, este planteamiento choca con el pacto que Junts tiene en la Diputación de Barcelona con el PSC, que también debatirán si mantener o no a raíz del cambio de dirección. Ahora bien, si bien diga esto el rumbo político, la ponencia municipal –hay otra de sectorial y de organización– también matiza que se tiene que respetar la autonomía local y que tendrán peso las asambleas de los municipios y las comarcales.

Por otro lado, Junts también se reafirma en la estrategia de Junts en Madrid –"No dejarnos tomar el pelo, rechazar frontalmente un diálogo mágico y en ningún caso practicar la política del a cambio de nada”, dice la ponencia política. También apuesta por no dar "estabilidad" al gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Constata que "tanto con el PSOE como con el PP" han seguido las "medidas represivas".

Escenarios con "influencia relevante"

La hoja de ruta de Junts no prevé plazos para realizar esta serie de acciones. Ahora bien, sí que menciona escenarios que creen que pueden tener una "influencia relevante" para el Procés. Habla, por un lado, del nuevo referéndum que prevé hacer Escocia y que todavía no ha pactado con el Reino Unido porque consideran que "sea el que sea el resultado, la idea de que las fronteras se tienen que decidir de forma democrática ganará fuerza y esto puede legitimar la voluntad del pueblo catalán de volverse un estado independiente". También hace referencia al resultado "global" de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y, finalmente, de una eventual crisis económica en el Estado que pudiera dar alas a la salida independentista.

Sea como fuere, se trata de un documento que tendrá que incorporar las enmiendas que presenten las bases, y que después tendrá que ser ratificado en el congreso. Otra prueba de fuego para que las diferentes familias de Junts midan fuerzas.

Més poderes para la presidenta del partido, Laura Borràs

Uno de los aspectos del pacto para hacer una candidatura conjunta de Laura Borràs y Jordi Turull es que se ampliarían las competencias de la presidencia. Esto queda reflejado en la propuesta de ponencia organizativa que se ha hecho llegar a las bases. Se incluye una nueva prerrogativa a la presidenta del partido que es "dirigir el partido conjuntamente con la secretaría general y asignar las responsabilidades de cada miembro de la ejecutiva nacional" y "supervisar la actuación del partido en todos los ámbitos".

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