JxCat enfría la investidura y presiona por el Consell per la República

Sànchez avala la mesa de diálogo, pero no ve un pacto "lo bastante sólido" y sitúa el acuerdo dentro de "días o semanas"

5 min
Jordi Sànchez conversa con Pere Aragonès un golpe acabada su conferencia

Esquerra y la CUP han cerrado un preacuerdo para la investidura de Pere Aragonès, pero Junts per Catalunya está al margen y este martes ya ha enfriado la posibilidad de cerrar el pacto entero antes de este viernes, cuando se prevé el primer debate para escoger al president de la Generalitat al Parlament. Junts ha dejado claro que solo se implicará si hay un gobierno "estable" y se superan las "desconfianzas", dos condiciones que a su entender ahora no se dan. En una conferencia en la sede de la ONCE de Barcelona, el secretario general del partido, Jordi Sànchez, ha asegurado que hoy por hoy no hay un acuerdo "lo bastante sólido" como para hacer Govern, ni "para salir de la crisis" social y económica ni para que "haya consecuencias políticas" al 51% de los votos que consiguió el independentismo. A pesar de que ha descartado el escenario de la repetición de las elecciones, ha situado el acuerdo dentro de "unos días o semanas" –una fórmula que ha repetido varias veces durante el discurso– y ha emplazado a Esquerra y la CUP a seguir negociando "mañana, tarde y noche" si hace falta.

Sànchez se ha mostrado dispuesto a explorar la mesa de diálogo que pactó Esquerra con el PSOE de forma "leal y sincera", a pesar del "escepticismo" que genera la actitud de los socialistas, ha dicho. Citando un fragmento del libro de Oriol Junqueras y Marta Rovira, en el que no descartan la vía unilateral admitiendo la dificultad de hacer que el Estado dé respuestas a los anhelos soberanistas, Sànchez ha invitado a los independentistas a construir la estrategia alternativa. Unos escenarios que, ha dejado claro, para Junts se tienen que cocinar en el Consell per la República, que ahora mismo preside Carles Puigdemont, pero que se abren a reformar. Esta es una de las discrepancias actuales entre los socios de Govern, puesto que los republicanos apuestan por crear un nuevo órgano de dirección del Procés y así lo han plasmado en el preacuerdo con la CUP. "Nosotros cedemos con la mesa de diálogo, ellos pueden ceder con el Consell per la República", afirma uno de los dirigentes consultados.

El secretario general de Junts ha asegurado que el partido "tiene ganas" de que el próximo president de la Generalitat sea Pere Aragonès –desvaneciendo así dudas sobre la posibilidad de pedir a ERC que cambie de candidato–, pero siempre que haya una alianza para "toda la legislatura" –una manera también de criticar la cuestión de confianza que la CUP y Esquerra han acordado a medio mandato–. "No necesitamos compromisos vacíos ni avales a ciegas. Una coalición de gobierno requiere confianza entre dos socios. Hemos aprendido de los errores, no queremos que el próximo gobierno sea un Vietnam", ha concluido, descartando así dar los votos a Aragonès y seguir negociando después.

Además de la mesa de diálogo y el Consell per la República, Sànchez también ha fijado las prioridades de Junts para la próxima legislatura, que pasan "por liderar" una manera diferente de afrontar la pandemia del coronavirus y también la gestión de los fondos europeos. Un aviso a Esquerra para marcarle cuáles son sus peticiones de cara a la gobernabilidad: pilotar los recursos europeos Next Generation desde Economía –ERC los quería comandar desde un comisionado con Miquel Puig– y el departamento de Salud con el doctor Josep Maria Argimon. Estos serán, junto con la acción exterior, parte de los nudos de la negociación del reparto de carteras.

Jordi Sànchez, secretario general de JxCat, y el vicepresidente, Pere Aragonès

A la conferencia han asistido los principales dirigentes de JxCat, además del vicepresidente del Govern, Pere Aragonès (ERC), acompañado de los principales negociadores republicanos, las diputadas de la CUP Eulàlia Reguant y Laia Estrada y los representantes de la ANC (Elisenda Paluzie) y de Òmnium (Marcel Mauri). Una vez finalizado el discurso, Sànchez –que ha salido de permiso de Lledoners y volverá a la cárcel este miércoles a las once– ha estado un buen rato conversando con Aragonès bajo la atenta mirada de los asistentes. No ha trascendido nada de la conversación, pero a pesar de que ha empezado tensa y con tono serio, ha acabado distendida.

Las fuentes consultadas de JxCat aseguran que no se sienten vinculados al pacto logrado entre Esquerra y la CUP, del que han quedado al margen. "Si tenemos que hacer gobierno, no aplicaremos un programa que no hayan pactado con nosotros", afirman. "No cerramos ninguna puerta, pero tenemos que seguir hablando", añaden las mismas fuentes. ¿Qué es lo que no compra Junts del acuerdo con la CUP? Además de asegurar que es "incompleto" para hacer un programa de gobierno, no comparten medidas como eliminar de forma progresiva los conciertos educativos o acabar con la colaboración publicoprivada. Sànchez, en su discurso, de hecho, ha hecho una defensa de la "red pública" de escuelas, que incluye tanto los centros públicos como los concertados, así como el trabajo de la administración con las entidades sociales del tercer sector. También ha hecho énfasis en la necesidad de "blindar" la inmersión lingüística de los poderes del Estado, poniendo de manifiesto que el preacuerdo entre Esquerra y la CUP no habla de la lengua.

Varios dirigentes consultados del partido de Carles Puigdemont se muestran molestos por la manera en la que Esquerra ha llevado la negociación. Consideran que cerrar el pacto con la CUP antes que con ellos es una estrategia para intentarlos acorralar para cerrar un ejecutivo deprisa. Aseguran, sin embargo, que la presión no surtirá efecto. En este sentido ven "complicado" que de aquí al viernes –solo quedan dos días– se pueda cerrar todo un acuerdo, de forma que se sitúan más en la segunda vuelta de la investidura –que puede ser el domingo o el martes en función de lo que decida la presidenta de la cámara, Laura Borràs– o ya en el plazo que tienen de dos meses hasta la convocatoria automática de las elecciones. También habría la opción, a pesar de que remota, de que Pere Aragonès no diera el paso para este debate del viernes para dar más tiempo a la negociación y que entonces fuera Salvador Illa (PSC) el que activara el reloj de la cuenta atrás hasta las elecciones con una investidura fallida (no suma mayoría).

Presión de ERC y la CUP

Mientras Junts hacía la conferencia sobre el estado de las negociaciones, la presión llegaba desde Esquerra y la CUP para que se sumen al acuerdo. El jefe de filas de Esquerra en Madrid, Gabriel Rufián, ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación que "no se entendería" que JxCat no se sintiera interpelado por el acuerdo "ambicioso" entre republicanos y cuperos y ha insinuado que lo que le pasa al partido de Carles Puigdemont es que no ha aceptado que ha perdido las elecciones. Una afirmación que Sànchez ha querido desmentir durante la conferencia, afirmando que la diferencia entre Junts y Esquerra el 14-F da el derecho a Pere Aragonès a liderar el ejecutivo. También ha lanzado un dardo a la CUP, que denuncia que JxCat no quiere hablar de la agenda social. "Nos presentan como insensibles al sufrimiento y a las injusticias, cuando afrontarlo está en el centro de nuestras propuestas", ha afirmado Sànchez. Desde el Congreso de Diputados, en todo caso, la cupera Mireia Vehí le ha exigido "responsabilidad" y que se sume al pacto con ERC para facilitar la investidura y la formación de gobierno.

Una vez Esquerra, Juntos y la CUP ya han fijado posicionamiento, el acuerdo independentista a tres bandas no parece inminente para este viernes.

stats