Macarena Olona abandona la política por motivos de salud
La exportavoz de Vox en el Congreso ha explicado que ya estaba enferma durante la campaña electoral andaluza
La portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, Macarena Olona, ha anunciado este viernes que abandona la carrera política por motivos de salud. "Ha llegado el momento de poner fin a esta etapa por razones médicas ajenas a mi voluntad", ha anunciado en una carta publicada en Twitter. La que fue jefa de lista en las elecciones andaluzas ha explicado que ha comunicado esta decisión este mismo viernes al presidente de Vox, Santiago Abascal.
Olona ha explicado que ya sufría estos problemas de salud durante la campaña electoral y ha agradecido el "esfuerzo" de la formación de extrema derecha por "adaptarse" a sus necesidades. La dirigente ha remarcado que se va con la satisfacción de haber vivido el "enorme crecimiento" de Vox estos últimos años y que ha sido un "honor formar parte de esta familia que no ha perdido la esperanza del cambio que merece España". El partido, en un comunicado, ha asegurado que Olona deja "una huella imborrable de ejemplo y trabajo".
Polémica por ser la jefa de lista de Andalucía
Olona da un paso al lado por motivos de salud y no por el batacazo que sufrió en las elecciones andaluzas. Y es que se especuló que, si no conseguía unos buenos resultados, Olona podría hacer otra vez las maletas hacia Madrid, donde ejercía de portavoz de Vox en el Congreso. Antes de la campaña, Vox presumía de que podía doblar los 12 escaños logrados y Olona decía que su objetivo no era ser vicepresidenta, sino disputar la victoria al presidente Juanma Moreno. El resultado es que solo creció dos escaños y la mayoría absoluta del PP la dejó fuera del gobierno autonómico.
La candidatura de Olona a la Junta de Andalucía no estuvo exenta de polémica porque nació en Alicante, vivió en Madrid y no tenía ningún vínculo con Andalucía. De hecho, la portavoz de Vox en el Congreso se empadronó deprisa y corriendo en el municipio granadino de Salobreña para poder concurrir a las elecciones andaluzas, y lo hizo en el domicilio de un concejal de su partido para cumplir con el requisito de la ley electoral andaluza, que obliga a los candidatos a tener vecindad administrativa en la comunidad.
Con una campaña 100% ideológica con ataques a diestro y siniestro en una tierra poco amante del conflicto, Olona mostró un desconocimiento total sobre la realidad andaluza. Prueba de esto es que la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, pidió sarcásticamente en el primer debate que dejaran hablar a Olona para que explicara qué era Andalucía y Juan Marín, de Ciudadanos, la desafió a cocinar torrijas.
La candidata de Vox era conocida en el Congreso por sus tensos cara a cara con los miembros del Gobierno español y en octubre de 2019 Meritxell Batet la tuvo que expulsar de una sesión. En su despedida del Congreso en el mes de mayo se puso una camiseta del torero ultraderechista Morante de la Puebla y otra de un Piolín enfadado. “Mejor ser un piolín que un traidor, un vendido, un cobarde, un indigno”, le espetó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Avezada a los insultos, Olona reivindicaba su tono calmado, “pero vehemente y pasional en la tribuna”. Como jefa de la Abogacía del Estado en Euskadi entre 2013 y 2017, cargo que quiere recuperar ahora, construyó jurídicamente el recurso en el Constitucional contra la ley vasca que reconocía a las víctimas de abusos policiales y litigó para evitar actas para los presos de ETA. Es venerada por los cuerpos de seguridad del Estado y a su hijo Diego le puso una gorra de la Guardia Civil a los pocos días de nacer.