Mañueco sigue el ejemplo de Ayuso para ganar en Castilla y León

La dirección del PP escenifica unidad con la presidenta madrileña después de meses de guerra interna

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Alfonso Fernández Mañueco, Isabel Díaz Ayuso y Teodoro García Egea al almuerzo informativo de esta mañana en Madrid

MadridEl todavía presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, siguió el patrón de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y antes de las vacaciones de Navidad decidió romper con su socio de gobierno, Ciudadanos, y convocar elecciones anticipadas. "Me preguntan si me estoy ayusizando. Me lo tomo como un halago", ha contestado este lunes a las preguntas de los periodistas sobre si cada vez tiene más cosas en común con la presidenta madrileña. "Ayuso es el modelo de éxito del PP", ha añadido. Mañueco no solo ha seguido su táctica electoral, sino que ahora también se hace suyo su modelo político. Pero todavía tienen otra cosa en común: son conocidas sus discrepancias con la dirección del PP de Pablo Casado, las mismas que ha exhibido Ayuso en los últimos meses a raíz del futuro congreso de los populares en Madrid. Ahora bien, este lunes, el partido ha querido dejar de lado esta guerra interna y escenificar, al menos puertas afuera, unidad.

Quedan dos años de legislatura en el Estado y el PP se prepara para intentar asaltar la Moncloa. Las elecciones de Castilla y León, de hecho, quieren que sirvan como el primer escaparate del proyecto político de Casado. Por eso, este lunes los conservadores se han conjurado para dejar atrás las discrepancias internas que han aflorado en los últimos meses, y la prueba ha sido la imagen del secretario general del PP, Teodoro García Egea, e Isabel Díaz Ayuso entrando juntos en el almuerzo informativo de Fórum Europa que ha protagonizado la presidenta madrileña este lunes por la mañana en Madrid.

La propia Ayuso ha admitido que ha estado dando "algunos titulares" en los últimos meses, pero que ahora su relación con la dirección estatal es "de total normalidad". De todas maneras, ha evitado responder si mantiene bloqueado al número dos de Casado en el WhatsApp. Eso sí, no ha querido volver a presionar públicamente a Génova para que avance el congreso del partido en Madrid, como había hecho meses atrás. Egea, en cambio, ha evitado la autocrítica y ha acusado a la oposición de intentar dividir al PP: "Intentarán durante todo este año buscar cualquier tipo de enfrentamiento entre las diferentes partes de un mismo partido unido y cohesionado como es el PP".

En el acto de esta mañana no estaba el presidente del partido, Pablo Casado, que sigue confinado después de haber dado positivo por coronavirus. Pero su ausencia no ha sido un impedimento para que todos los dirigentes del partido se hayan comprometido públicamente a remar conjuntamente para que Casado llegue a ser presidente del gobierno español. "Ayuso y yo compartimos formación política y empuje para que Casado llegue a la Moncloa", ha afirmado Mañueco durante su discurso de presentación de la presidenta madrileña. "Mi única labor es estar junto a Pablo Casado para que llegue lo antes posible a encabezar el cambio tan importante que necesita España", ha añadido después Ayuso.

"Contrapeso del nacionalismo"

Ayuso ha aprovechado su intervención para sacar pecho de la gestión de la pandemia y ha acusado al gobierno español de "copiar" las políticas de la Comunidad de Madrid. Lo decía en referencia a la decisión de eliminar las cuarentenas de las escuelas (solo serán obligatorias cuando haya 5 positivos en una clase). La presidenta madrileña, además, también ha cargado contra los socios independentistas del ejecutivo español y ha reiterado que la Comunidad de Madrid será el "contrapeso del nacionalismo" y el "faro de la libertad". Ayuso ha vuelto a apuntar contra la inmersión lingüística y ha acusado a la Generalitat de obligar a educar en catalán.

Sobre lo que no se ha querido mojar la presidenta madrileña ha sido la patata caliente que sigue teniendo encima de la mesa el gobierno español, ahora por la negativa de sus socios parlamentarios a avalarla en los términos pactados con sindicatos y patronal. "Apoyaré a Casado en su decisión", se ha limitado a decir Ayuso. Lo que sí ha dejado ir es que el PP no tiene que "asumir" los "errores" del gobierno español. El gobierno de Pedro Sánchez, pero también la patronal, presionan a los populares para que permitan la tramitación de esta reforma, pero de momento el partido de Casado se niega.

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