Miguel Ángel Revilla: el expresidente 'campechano' que regalaba anchoas cántabras al rey
El político de 82 años ha pasado de presumir de su "estrecha" relación con Juan Carlos I a terminar demandado por calumniarle

Madrid"Fue mi ídolo". La de Miguel Ángel Revilla con Juan Carlos I es la historia de un desengaño. El expresidente de Cantabria (Polaciones, 1943) relató hace unos días en una comparecencia ante los medios y en otras apariciones posteriores en programas de televisión, su hábitat natural, como el rey emérito se ha convertido en la "decepción" de su vida. Entre lágrimas y visiblemente dolido, el secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) ha acusado de "mezquindad" al rey emérito por haber emprendido acciones legales contra él, un "plebeyo" al que ahora la exmonarca acusa de calumnias, cuando hasta hace poco tenían una relación "estrecha".
Todo se torció cuando empezaron a salir los escándalos de corrupción de Juan Carlos I. Revilla se tomó como un ataque personal que la figura pública a la que más admiraba ya la que tanto había alabado hubiera resultado ser un "fraude". Se dedicó a propagarlo por los platós, donde es un invitado habitual. El político, de 82 años, sólo cinco menos que el rey emérito, recuerda que su "veneración" por él empezó a raíz de la actuación de Juan Carlos I en el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981. En ese momento Revilla aún no tenía ningún cargo público, sino que era director de una sucursal bancaria.
No fue hasta 1982 cuando accedió al Parlamento de Cantabria como diputado del PRC, la formación que fundó en 1978. Hace más de 30 años que es el líder. En 2003 fue elegido por primera vez presidente autonómico después de dos legislaturas como vicepresidente. El hecho de convertirse en máximo representante del Estado en Cantabria le dio acceso directo a Juan Carlos I. Según explica Revilla, su relación iba mucho más allá de lo habitual en estos casos: hablaban a menudo y compartían comidas y sobremesas ambos solos. El talante campechano que compartían les hacía altamente compatibles.
"¿Me llevas una anchoa?" Esto le preguntó Juan Carlos I al expresidente cántabro en una de las visitas al Palacio de la Zarzuela. Donde quiera que va, Revilla hace de embajador y publicista de los productos de su tierra. Viajaba a Madrid cargado de existencias para regalar al rey emérito. Al igual que hizo después con Felipe VI y con los presidentes españoles con los que ha coincidido en las cuatro legislaturas que ha gobernado, hasta el 2023. "¿Por qué a mí?", se lamentaba estos días sobre la demanda, e instaba a la exmonarca a viajar a Santander a "explicárselo a la cara".