Mónica Oltra medita encabezar una candidatura que supere Compromís
La exvicepresidenta valenciana muestra su desencanto con la evolución de la coalición y no esperará a que se resuelva su situación judicial para decidir
ValenciaHace tres años, Mónica Oltra dimitió de su cargo de vicepresidenta del gobierno valenciano porque se encontraba imputada en caso de que investiga el posible encubrimiento del abuso a una menor tuteladapero, sobre todo, porque sentía que no contaba con el apoyo del PSPV, Podemos, ni tampoco de los nacionalistas de Més, la principal formación de Compromís –ella es miembro de Iniciativa–. Públicamente, los valencianistas siempre han apoyado a la dirigente progresista, pero desde el entorno de Oltra les reprochan que esta defensa se ha producido "solo de puertas afuera". Desde ese 21 de junio del 2022, la distancia entre la exvicepresidenta y sus compañeros de coalición no ha parado de crecer. Ha ensanchado la brecha el hecho de que en los últimos años Más ha consolidado su posición de dominio de Compromís. Antes, los nacionalistas compartían el poder con una Iniciativa con mucho menos militantes, pero que disponía de la carta del atractivo electoral de Oltra. Ahora, sin embargo, hacen valer que son mayoría y la mejor muestra de cómo aumenta el estropicio ha sido la división de la coalición en el Congreso. "Ella ya no se siente representada por el Compromiso actual. E Iniciativa, tampoco", detallan las mismas fuentes en el ARA. Por eso, Mónica Oltra medita ahora volver a la primera línea bajo el paraguas de otro proyecto político.
El peligro de fractura en Compromís se ve favorecido porque la exvicepresidenta nunca ha sido una militante fiel en sus siglas. Cabe recordar que la configuración actual de la coalición se produjo cuando en 2007 ella y la también exconsejera de la Generalitat Mireia Mollà acordaron con el entonces Bloc Nacionalista Valencià –ahora Más– elegir a Oltra portavoz en las Corts de un naciente grupo parlamentario de Compromís. La decisión se tomó en contra del criterio de la dirección de Izquierda Unida (EU), a la que entonces pertenecían ambas, y que reclamaba designar a su coordinadora autonómica, Glòria Marcos. La decisión desembocó en la expulsión de Oltra y Mollà, que no tardaron en transformar una corriente interna de EU –Izquierda y País– en un partido –Iniciativa–. Volviendo al presente, por ahora, tampoco incentiva a la exvicepresidenta a apostar por la continuidad la progresiva pérdida de atractivo electoral de Compromís. En las últimas elecciones autonómicas retrocedió 2 escaños al pasar de 17 a 15. En el 2015 logró 19 –su máximo histórico–.
Todo este contexto es el que explica que, según ha podido confirmar el ARA, la dirigente progresista esté valorando que si debe volver a la primera línea política la fórmula con más opciones de éxito sea encabezar un frente amplio del que podría quedar fuera Podemos, dadas las dificultades manifestadas por todos los actores de entenderse con el partido. La candidatura incluiría a Izquierda Unida ya una recién nacida: Unión Municipalista. La hipotética alianza con estos últimos se ve favorecida por la amistad de Oltra con su máximo dirigente, el exsocialista Jorge Rodríguez. El también expresidente de la Diputación de Valencia ha sufrido un traumático proceso judicial –del que resultó finalmente absuelto– y una salida igualmente dolorosa del PSPV. Unas vivencias que les han acercado.
Si Oltra diera el paso de volver a la primera línea –ya sea en una candidatura para presidir la Generalitat o el Ayuntamiento de Valencia– e impulsar un frente amplio, el balón estaría en el tejado de Més. Los valencianistas no sonríen cuando escuchan la opción de negociar con la Unión Municipalista. Aducen que son una formación sin línea política clara que ha pactado con el PP, la Diputación de Valencia. Además, no sería de extrañar que los nacionalistas interpretaran el movimiento de la exvicepresidenta como una fórmula para volver a tener la sartén por el mango. Desde Més también creen que los votantes "no entenderían" la alianza con el exsocialista y explican al ARA que la operación responde más "al interés de los de Rodríguez", que han reconocido públicamente su deseo. Mientras, Oltra mantiene un silencio estratégico. Lo que sí ha transmitido es que no esperará a que se resuelva su situación judicial para decidir. "Los tiempos ya no les marcará un tribunal", subrayan sus colaboradores.