Las negociaciones por la mesa dejan tocadas las relaciones entre JxCat y la CUP

También se agrieta la confianza entre ERC y los comunes después del desacuerdo por una de las secretarías

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Sabater, durante la votación de la mesa del Parlamento

BarcelonaLas negociaciones de las últimas semanas no han sido rápidas ni fáciles y han dejado tocadas las relaciones entre varios grupos de la cámara. La más evidente es la de JxCat y la CUP, que han competido por presidir la cámara catalana, pero también la de ERC con los comunes, que confiaban en tener representación en la mesa. En plenas negociaciones para formar gobierno y con la CUP como actor imprescindible para garantizar la investidura del candidato de Esquerra, Pere Aragonès, los rifirrafes entre la formación de Carles Puigdemont y los anticapitalistas son las que pueden complicar la puesta en marcha del nuevo ejecutivo, teniendo en cuenta que los comunes han quedado descartados en esta según ronda de negociaciones.

La CUP ha entrado por primera vez en la historia en la mesa del Parlament, con la secretaría que han obtenido gracias a los votos de ERC y JxCat, pero los anticapitalistas no están satisfechos con el resultado de las negociaciones. No solo no han logrado su objetivo, que, como avanzó el ARA, pasaba por presidir la cámara catalana, sino que tampoco se ha avanzado en la definición de una nueva estrategia independentista y de izquierdas. En un comunicado enviado a la militancia, al cual ha tenido acceso el ARA, los cupaires aseguran que "la legislatura no empieza con buen pie" y cargan contra JxCat por llevar la situación "hasta el límite". Avisan, además, de que se corre el riesgo de frenar "posibles acuerdos estratégicos del independentismo". "Pensamos que es una temeridad empezar la legislatura sin voluntad de acuerdo y priorizando los intereses partidistas por encima de los intereses del país", añaden en este sentido en el texto.

La dirección de la formación anticapitalista reitera que se había ofrecido a presidir el Parlament y atribuye al "intercambio de sillones" la composición final de la mesa que les ha relegado a tener solo una secretaría. "Por responsabilidad no hemos entrado en el juego de llevar la situación hasta el límite como ha hecho Junts, con el riesgo de que la presidencia del Parlament acabara en manos del PSC, es decir, en manos del Tribunal Constitucional y la patronal", señalan para justificar que hayan dado un paso al lado en la lucha por ostentar la presidencia.

Pese a los reproches, la CUP remarca que no se levantará de la mesa de negociación y que continuará "trabajando" para llegar a un acuerdo de gobierno que facilite la investidura de la cabeza de lista de ERC, Pere Aragonès. "Queremos dar respuestas con una legislatura en la que generemos las condiciones necesarias para ejercer la autodeterminación, implementar un rescate social inmediato y poner en marcha un cambio de modelo socioeconómico profundo", destacan en el comunicado. 

Grieta entre ERC y los comunes

Pero la grieta entre JxCat y la CUP no es la única que se ha abierto a raíz de las negociaciones por la constitución de la mesa del Parlament. También ha quedado tocada la complicidad entre ERC y los comunes después de que las conversaciones entre los dos grupos para que los republicanos cedieran una secretaría al grupo que lidera Jéssica Albiach hayan acabado haciendo aguas. La misma Albiach ha acusado a ERC de no querer romper con "la hipoteca" que asegura que los republicanos tienen con JxCat y ha avisado de que mientras el pacto entre las dos formaciones independentistas continúe, ellos estarán en la oposición. Es decir, que no participarán, hoy por hoy, en ningún acuerdo que suponga apuntalar a un gobierno de coalición con JxCat. Vuelven a descartar, de este modo, la vía amplia que no se ha cansado de reclamar ERC, pero que ya hace días que ha asumido que no iba a ninguna parte.

"Teníamos una mayoría alternativa en la mesa y en el Govern, la ofrecimos y ERC ha vuelto a apostar nuevamente por JxCat. La vía amplia de ERC era fundamentalmente la vía Borràs", ha criticado Albiach en rueda de prensa en el Parlament. A pesar de la apelación a JxCat, lo cierto es que la formación de Laura Borràs no era determinante para que los comunes accedieran a la secretaría: simplemente necesitaban que ERC renunciara a la suya. Y los republicanos no lo han hecho. Primero se han garantizado la vicepresidencia primera con los votos de JxCat y la CUP y después han usado una parte de sus votos para ceder un secretariado a la CUP y quedarse ellos con otro.

Los contactos con los comunes se habían alargado hasta este jueves por la tarde fuentes directamente implicadas consultadas por el ARA explicaran que ERC se había mostrado predispuesta a incorporar a los comunes a la mesa (la mayoría independentista ya estaba garantizada). "Los comunes tendrían que dejar de ser la muleta del PSC", ha espetado la portavoz de ERC, Marta Vilalta, desde el atril de la cámara catalana.

De hecho, Vilalta ha asegurado que los comunes no han "querido llegar a ciertos compromisos" para tener un lugar en la mesa. Unos compromisos que, según ERC, pasaban por ejemplo por que los de Jéssica Albiach se comprometieran a votar a favor de la ley de amnistía en el Congreso, una petición que desde En comú Podem niegan en rotundo. Fuentes de la formación lila explican que lo que les propusieron los republicanos a cambio de tener una silla en la mesa es que se comprometieran a votar a favor de la investidura de Pere Aragonès y también a sentarse a negociar los presupuestos de este 2021. Dos compromisos que los comunes no aceptaron porque insisten que no darán ningún aval a un ejecutivo donde esté JxCat. "Eran excusas", afirman las mismas fuentes. La sintonía forjada hace apenas un año con la negociación de los presupuestos entre los mismos comunes y los republicanos –que sirvió para que los de Jéssica Albiach dieran luz verde a las cuentas elaboradas por ERC y también JxCat– se ha visto tocada en la primera negociación de la nueva legislatura y habrá que ver cómo avanza a partir de ahora.

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