La gobernabilidad del Estado

¿Por qué no anuncia Puigdemont una moción de censura contra Sánchez?

Puigdemont hablando junto a Sánchez en el parlamento europeo
09/12/2024
3 min

BarcelonaEl PP y, con la boca pequeña, también Vox, han ido dejando un rastro de muelles de pan para intentar atraer al PNV y Junts hacia una hipotética moción de censura contra Pedro Sánchez. Sin éxito. ¿Por qué Carles Puigdemont reclama este lunes, en cambio, una cuestión de confianza al presidente español? Porque, pese a la dureza con la que el líder juntero se expresa contra el gobierno del Estado, PSOE y Sumar siguen siendo sus únicos socios posibles. Si Puigdemont quisiera, Sánchez caería, pero las consecuencias internas –tanto para la militancia de Junts como para sus votantes– podrían ser demoledoras. Entregar al gobierno español en bandeja a Alberto Núñez Feijóo está descartado. "Planteamos una cuestión de confianza porque quienes le hicimos confianza pensamos que no está cumpliendo", ha expresado este lunes el expresidente de la Generalitat. Él, que es un experto, porque en el 2016 se jugó el todo por el todo sometiéndose a una moción para convencer a la CUP.

"Volver al gobierno del PSOE con los votos del PP y de Vox es enterrar Junts por mucho tiempo. Hay otras formas de presionar al gobierno. Y, si tiene que caer, que caiga solo", escribía este jefe de semana en X Agustí Colomines, diputado de Junts en el Parlament y uno de los principales ideólogos del partido. Seguramente, ya consciente de lo que anunciaría Puigdemont el lunes, planteaba "otras formas de presionar", como no aprobar los presupuestos y hacer inviables otras iniciativas parlamentarias del Ejecutivo español. Juntos da un golpe sobre la mesa para insistir en lo que fijaron desde el primer momento: que los incumplimientos del PSOE tendrán "consecuencias". Cargar sobre sus hombros la caída del gobierno es otra cosa muy distinta.

Evidentemente, Sánchez sólo tomaría el guante de Puigdemont si tuviera garantizado al 100% que superaría la cuestión de confianza. Spoiler: no lo hará. Pero si quiere seguir en la Moncloa, el PSOE no puede distraerse. Juntos ya le ha ido tumbando algunas votaciones relevantes y, sin que el soberanismo presida la Generalitat, Sánchez tiene pocas cosas que intercambiar con ellos. Los deberes a corto y medio plazo: hacer oficial al catalán en la Unión Europea –Puigdemont ha recordado los esfuerzos de la Moncloa por hacer Teresa Ribera eurocomisaria, a diferencia de la “absoluta falta de implicación” con el catalán–; aplicación completa de la amnistía –una advertencia de cuál debería ser el posicionamiento del Tribunal Constitucional–; transferencia de las competencias en inmigración; cumplir con las inversiones en Cataluña y mejorar el modelo de financiación.

Motivos diferentes

¿Da igual es para Catalunya que España la gobierne Sánchez o Feijóo? Una frase que a menudo se ha oído de dirigentes junteros, pero que no comparten ni siquiera sus votantes, tal y como recordaba Núria Orriols en este artículo, haciendo referencia a datos del último barómetro del Centro de Estudios de Opinión. Puigdemont lanza una alerta al PSOE porque ha comprobado en primera persona que, a diferencia de lo que decía hace unos meses, con Sánchez no suele cobrarse. por adelantado. Y no le quiere seguir otorgando confianza ciega. ¿Quizás ha llegado la hora de que se encuentren ambos para hablar directamente del tema?

Pero incluso los motivos para derribar al gobierno del Estado serían opuestos a los que tienen las derechas españolas. totum revolutum con los casos de presunta corrupción que afectan al entorno de Sánchez –que Puigdemont ni siquiera ha citado–, pero en el origen de su enmienda a la totalidad está, precisamente, el acuerdo de Sánchez con Puigdemont. Y, ¿por qué el PP no presenta una moción de censura? Porque, sin Junts, la perdería.

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