Las parejas que intentan hacer viable la frágil legislatura de Sánchez

Barcelona / MadridLa fragilidad parlamentaria del gobierno español obliga a Pedro Sánchez a interlocutar con varios actores para que su agenda legislativa vea la luz. El PSOE, de hecho, tuvo que abrir ya varios canales de diálogo para la investidura de su secretario general. Pero la prueba más evidente de que la negociación a varios niveles será una constante en esta legislatura ha sido esta semana, cuando el ejecutivo español ha tenido que mantener múltiples conversaciones para aprobar tres decretos. El ministro de la Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños, es quien pilota la mayoría de las conversaciones, acompañado de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La titular de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, mantiene sus propios contactos con sus potenciales socios. Aquí entra Podemos y los partidos de la mayoría plurinacional: Junts, ERC, EH Bildu y PNV. Cuatro formaciones que también mantienen su propia interlocución. Fruto de la alianza que mantienen republicanos y aberzales, el contacto es fluido; mientras que Junts y el PNV han ido limando diferencias en una interlocución que han liderado Jordi Turull y Andoni Ortuzar.

Josep Maria Jové, presidente del consejo nacional de ERC, y el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, son la pareja oficial en esa relación que mantienen republicanos y socialistas desde hace años. No están solos, pero sí son los encargados de ir desencallando los problemas que surgen por el camino. Por la parte republicana también tiene protagonismo la secretaria general del partido, Marta Rovira, exiliada en Suiza. El presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, está a cuento de las conversaciones y mantiene contacto con los socialistas. Y Marta Vilaret, vicesecretaria de derechos de ERC, está pendiente de la carpeta de la amnistía.

Ahora bien, la negociación con ERC también tiene una pata en el Palau de la Generalitat. Allí, es la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, quien coordina el diálogo con el gobierno español, pero son el resto de consejeros y cargos técnicos los que intervienen en las diversas negociaciones, siempre en función del tema a tratar. Por ejemplo, para el traspaso de Cercanías, esta semana se han reunido la consejera de Territorio, Ester Capella, y el ministro de Transportes, Óscar Puente, pero también tiene un papel relevante en todas las negociaciones relacionadas con financiación la consejera de Economía , Natalia Mas, que encuentra al otro lado a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En los últimos días, los republicanos también han mantenido interlocución directa con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por el decreto que reformaba el subsidio de paro.

Las dos caras visibles de las negociaciones entre Junts y el PSOE son el secretario general de los junteros, Jordi Turull, y el secretario de organización socialista, Santos Cerdán. Son los que se mueven entre bambalinas con la misión de engordar una relación que se ha recuperado después de años en el congelador. Ahora bien, hay tres personas que pilotan las conversaciones en Junts: Turull; la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, y el propio expresidente Carles Puigdemont. Es el mismo triángulo que ya negoció la investidura de Pedro Sánchez y el que cerró también los acuerdos con el PSOE para dar vía libre a los tres decretos que se han votado esta semana. En esta última negociación, por parte del PSOE, también han intervenido Félix Bolaños y la titular de Hacienda, María Jesús Montero. De hecho, la noche anterior en el agónico pleno del Congreso, se reunieron en la Moncloa los dos ministros y Cerdán con Turull, Nogueras y el líder de Junts en el Parlament, Albert Batet. En cuanto a Sumar, la vicepresidenta segunda y líder de la formación, Yolanda Díaz, mantuvo contacto con Nogueras en la negociación del fallido decreto que reformaba el subsidio de paro. Díaz también mantiene conversaciones habitualmente con el líder de Junts, Carles Puigdemont. Una relación que se ha convertido en continua tras el encuentro que mantuvieron a principios de septiembre en Bruselas.

Después de que Podemos rompiera con Sumar, el gobierno español ha tenido que trabajar el apoyo de los lilas. Por parte del PSOE, el referente en la interlocución es Bolaños, quien negocia directamente con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. Fue al titular de Presidencia y Justicia a quien llamó Belarra cuando los lilas abandonaron el grupo parlamentario de Sumar y pasaron al grupo mixto para garantizarle que la legislatura no estaba en riesgo. Es una relación que viene de la anterior legislatura, cuando Belarra era ministra. En la negociación de esta semana, PSOE y Podemos han hablado a otros niveles. El intercambio de papeles fue entre la diputada y secretaria de organización, Lilith Verstrynge, y el secretario de estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. Las conversaciones terminaron en acuerdo a cambio de ampliar la prórroga para evitar los desahucios hipotecarios.

En el caso de Sumar, la relación entre los lilas y la plataforma de Yolanda Díaz es tensa y las conversaciones por el decreto de reforma del subsidio por desempleo fracasaron. Los interlocutores fueron el secretario de estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, y la diputada lila Noemí Santana. Mientras Díaz sí llamó directamente a partidos como el PP o Junts, con Podemos fue su equipo quien se encargó de hablar con ellos. Ahora bien, las versiones de una y otra parte divergen sobre cómo fue. Sumar sostiene que Podemos se mostró de acuerdo con el contenido del decreto en un primer momento y afirman que Treball mantuvo más contactos con los que dicen los lilas. Podemos admite una llamada de Santana a Pérez Rey a finales de la semana pasada y denuncia que no se produce ningún contacto hasta que, minutos antes de votar, Treball les hace llegar una oferta, que rechazaron. Sumar sostiene que desde el miércoles a primera hora los equipos estuvieron hablando y que Podemos se negó a un encuentro presencial una hora antes de que terminara el plazo del voto telemático.

Montero es la negociadora con la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua. Ambas han pactado la investidura de Sánchez y, superada, deben conversar sobre los presupuestos. Aizpurua mantiene también interlocución con Bolaños, y los dirigentes socialistas Rafael Simancas o Patxi López. En cuanto a Sumar, para abordar temas del ministerio de Trabajo negocian el portavoz adjunto, Oskar Matute, y Pérez Rey.

María Jesús Montero es también quien habla con el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. Si bien el PNV parlamenta con todos los ministerios. Esteban tiene buena relación con Bolaños y lo escenificaron en plena negociación in extremis del PSOE con Junts cuando se dejaron ver juntos por los pasillos del Senado. El PNV, considerado socio preferente por el PSOE, tuvo una negociación previa a la aprobación de los decretos, que ya recogían sus propuestas.