Parlamento

El Parlamento subasta los coches oficiales del 2017

Un particular compra por 42.811 euros cinco vehículos de la flota de la cámara: son cuatro Ford y un Volkswagen híbridos

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Uno de los coches a subasta.

BarcelonaEn el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña se publican las leyes, iniciativas y nombramientos que aprueba la cámara catalana. Pero hace unas semanas apareció un anuncio excepcional: el Parlament sacaba a subasta cinco coches oficiales estrenados en diciembre del 2017 donde han viajado algunos de los últimos presidentes del Parlament –de Carme Forcadell a Roger Torrent, pasando por Laura Borràs y Anna Erra–. Eran cuatro Ford Mondeo 2.0 híbridos con entre 120.000 y 142.000 kilómetros y un Volkswagen Passat GTE 1.4 con 145.000 kilómetros. Veintitrés días después, se celebraba la subasta de estos cinco vehículos: un particular se les llevó los cinco por 42.811 euros que van directos a las arcas del Parlament. Los Ford se vendieron por 8.175 euros cada uno (se subastaban en un lote de cuatro) y el Volkswagen, por 10.111 euros. Son unos precios muy por debajo de lo que cuestan estos modelos en el mercado de ocasión, tal y como se puede comprobar contrastándolo con ofertas en portales de coches de segunda mano.

La subasta de bienes que han formado parte del patrimonio de la administración es una práctica corriente y permitida por el ordenamiento jurídico, aunque poco conocida por el gran público. La Generalitat la utiliza para deshacerse (y ganar algún dinero) de herencias sin heredero o de viviendas, vehículos, locales y otros bienes que ha embargado a los contribuyentes morosos. En este portal oficial se pueden consultar algunas ofertas de subasta activas.

No volverá a repetirse

Ahora bien, según explican fuentes parlamentarias al ARA, en el Parlamento no es nada habitual utilizar la fórmula de la subasta para quitarse de encima bienes ya amortizados, y menos en el caso de los coches. La razón es que, hasta ahora, la cámara catalana siempre ha optado por el renting de vehículos. Los contratos son de cuatro años y, una vez terminados, se renuevan por medio de un concurso público. Pero en noviembre del 2022, cuando terminó el contrato tras una prórroga de un año, no fue así: la mesa del Parlamento optó por ejercer el derecho de compra sobre los vehículos por unos 37.500 euros, que se suman a los casi 180.000 euros ya pagados en la empresa madrileña Alphabet España Fleet Management por renting desde 2017, según la documentación consultada por el ARA. ¿El motivo? La crisis en el suministro de semiconductores que afectó al sector del motor tras la covid impidió a la empresa a la que se adjudicó el nuevo contrato (la misma Alphabet) entregar los seis nuevos coches oficiales en tiempo y forma. El Parlamento se vio sin flota para los desplazamientos institucionales de la presidenta y los miembros de la mesa y, ante esto, decidió comprar los coches del contrato antiguo. Los nuevos vehículos no llegaron hasta julio de 2023.

Con la situación de la flota ya regularizada, la subasta de los cinco coches ya jubilados se celebró el pasado 8 de mayo con tres aspirantes previamente inscritos, con un precio de salida de 26.000 euros para los cuatro Ford juntos y 7.800 euros para el Volkswagen. Ganó el particular que hizo la oferta más alta, que recibe a los vehículos con el papeleo hecho: no tendrá que sufrir ni por las zonas de bajas emisiones –todos los coches tienen etiqueta cero de la DGT– ni por la ITV, que no les toca hasta el próximo año. Una ganga que no volverá a repetirse, porque el nuevo contrato de renting del Parlamento para los coches oficiales ya no tiene opción de compra. Según fuentes parlamentarias, la cámara opta por el renting porque ya tiene incluido el mantenimiento y los seguros de unos vehículos que recorren bastantes kilómetros en desplazamientos oficiales.

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