Gobernabilidad en el Estado

El PSOE evita el debate sobre un futuro sin Sánchez

El partido remueve cielo y tierra para que no dimita y se espera una gran movilización este sábado en Ferraz

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Pedro Sánchez y María Jesús Montero en una reciente imagen en el Congreso.

Madrid"No sé, no sé, no sé", repite una persona de la ejecutiva del PSOE, al preguntarle por el escenario en el que quedaría el partido si Pedro Sánchez anuncia que dimite. "No elucubremos", se expresaba en el mismo sentido este viernes el portavoz parlamentario, Patxi López, en una comparecencia en el Congreso. Y quien debería ser la presidenta en funciones, María Jesús Montero, también evitaba imaginarse en ese cargo. El partido está totalmente entregado a su líder, por lo que rehuye el debate sucesorio, a merced de la decisión personal de Sánchez, que lleva 48 horas reflexionando sobre su futuro. Todos los esfuerzos están destinados a convencerle para quedarse y éste será el mensaje que saldrá del comité federal de este sábado en la sede de Ferraz, donde se concentrarán miles de personas de todo el Estado. Las intervenciones, normalmente a puerta cerrada, serán abiertas y habrá una pantalla para seguirlas.

La incertidumbre por lo que pueda decidir el presidente español ha paralizado al PSOE, absolutamente a la expectativa y "en choque", tal y como indican fuentes socialistas. Por eso la comisión de listas electorales, que debía reunirse este viernes para elaborar la candidatura de los comicios europeos del 9 de junio, se ha aplazado hasta el martes. Fuentes de la formación explican al ARA que nadie quiere ponerse a hablar de listas con estos "ánimos", teniendo en cuenta que puede hacerse la próxima semana con el panorama ya despejado. Eso sí, el comité federal del sábado se celebrará igualmente, aunque si de entrada debía servir simplemente para ratificar a Teresa Ribera como número 1 de la lista en el Parlamento Europeo, ahora servirá para cerrar filas con Sánchez.

La movilización para que el jefe del ejecutivo estatal no dimita ha entrado en una nueva fase. El PSOE pretende viralizar a X el hashtag #pedronoterindas, unos 2.500 alcaldes socialistas han firmado un manifiesto de apoyo y las muestras de solidaridad han llegado incluso desde fuera del Estado. "Pedro, claro que vale la pena", dice el cartel que ha creado el partido, que también ha difundido un vídeo en el que cargos territoriales le expresan que "vale la pena". "No sabemos qué hará el presidente. Desde aquí queremos decirle que vale la pena. Él lo sabe, ha merecido la pena lo que ha hecho este gobierno para los trabajadores, las mujeres, los jóvenes. Debemos entender que las cosas que merecen la pena hay que cuidarlas y defenderlas ante los ataques. Todos estamos por detrás del presidente Pedro Sánchez", manifestaba López.

Desde la perspectiva internacional, han llegado adhesiones del presidente de Brasil, Lula da Silva, quien ha llamado al jefe del ejecutivo del Estado; y también ha hablado el líder de los socialistas portugueses, Pedro Nuno Santos. A través de las redes se han solidarizado el primer ministro albanés, Edi Rama; el jefe de filas de los socialistas europeos, Nicolas Schmit, así como el colombiano Gustavo Petro. La ola de apoyos a Sánchez es una "auténtica tomadura de pelo", a ojos de la dirigente del PP Ester Muñoz, que ha hecho un polémico paralelismo con ETA. "En un país en el que miles de cargos públicos tenían la amenaza de ETA de acabar con sus vidas sólo por el hecho de formar parte de una lista, sin embargo, seguían en su cargo", ha twittado.

La extrema derecha continúa la ofensiva

En paralelo, la extrema derecha sigue su ofensiva contra Begoña Gómez. Si Manos Limpias asumía el jueves las debilidades de su querella –admitía que se basaba en publicaciones en los medios que podían ser falsas–, este viernes la entidad ultraconservadora Hazte Oír también se ha querellado contra la pareja del presidente español por presunto tráfico de influencias. En su caso, aseguran, la denuncia está "cimentada e incide en hechos e informaciones de forma cronológica y rigurosa". Hasta ahora, Sánchez y el resto de ministros habían señalado las denuncias, pero no habían extendido la crítica al estamento judicial. Han estado haciendo equilibrios calculados para criticar un supuesto lawfare sin mencionar el término y no atacar directamente al juez que ha admitido la querella. Ahora bien, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha decidido dar el paso. "Esta querella no tiene ningún contenido incriminatorio, se basa en falsedad y creo que la única resolución factible, por lo que me sumo al criterio de la Fiscalía, habría sido archivarla. [...] Perdón, en seis años no nunca me he pronunciado [sobre decisiones judiciales], pero me veo casi con la obligación", ha manifestado Marlaska, magistrado en situación de servicios especiales.

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