El PP saca a 45.000 personas a la calle contra la amnistía a dos días de que la apruebe el Congreso
Feijóo asegura que los populares "rescatarán democráticamente a España"
MadridHace cuatro meses el PP convocaba la primera protesta en la calle contra lo que a finales de septiembre era solo una posibilidad. A 48 horas de la votación en el Congreso de una ley de amnistía que ya ha tomado forma y está a punto de aprobarse, los populares han salido de nuevo a la calle para denunciar los pactos del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, con el independentismo. La de este domingo no ha sido la más multitudinaria de las concentraciones que se han ido repitiendo en los últimos meses, aunque cabe decir que el PP realizó la convocatoria en solitario, con un formato similar al de la primera. Los populares la convocaron como reacción al acuerdo PSOE-Juntos para facilitar la aprobación de los primeros decretos de la legislatura, que consideraron una "extorsión". "España no se vende", ha defendido el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, frente a 45.000 personas congregadas en la plaza de España de Madrid, según la Delegación del gobierno español -70.000 según el PP.
Una cifra que queda lejos de las 170.000 que reunieron entidades espanyolistas a mediados de noviembre en la plaza de Cibeles, pero que supera la de la concentración de finales de septiembre, cuando 40.000 personas salieron a protestar en la avenida de Felipe II. Este domingo se han repetido unas imágenes que ya se han convertido en habituales: un mar de banderas españolas y europeas, pancartas contra Sánchez y la amnistía y los gritos ya recurrentes de "Puigdemont a prisión" o "Me gusta la fruta". Feijóo ha reivindicado una vez más que "nunca un partido político había sacado a tanta gente a la calle" como ha hecho el PP en los últimos meses y ha advertido de que lo seguirá haciendo en los meses que vendrán.
El líder de los populares ha asegurado que la etapa de Sánchez al frente del gobierno español será solo un "paréntesis" en la historia de España y quedará para el recuerdo que hubo "un pueblo que resistió y se rebeló". "Rescataremos democráticamente a este país", ha afirmado. Feijóo se ha rodeado de prácticamente todos sus barones autonómicos, incluido el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, una figura incómoda para Génova. También lo han acompañado los expresidentes del gobierno español y del PP José María Aznar y Mariano Rajoy, que ha reaparecido con el líder del partido después de que se lo señalara por la operación Catalunya y de que la dirección de los populares no saliera en su defensa.
"No hay terrorismo bueno o malo"
Todas las intervenciones han hecho referencia a la enmienda pactada entre PSOE, ERC y Junts a la ley de amnistía que especifica que quedarán exculpados los delitos de terrorismo siempre que no exista una "intención directa" de "vulnerar los derechos humanos", un redactado que busca blindarla para Tsunami Democrático y los CDR. No solo lo criticó Feijóo, que volvió a defender que "no hay terrorismo bueno o malo" y que pidió un aplauso para las fuerzas de seguridad del Estado; también hicieron referencia a ello la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con palabras más duras que Feijóo.
Ayuso criticó que el PSOE "normaliza el crimen porque pacta con el crimen". La líder del PP madrileño salió en defensa del magistrado de la Audiencia Nacional que instruye la causa de Tsunami Democrático, Manuel García-Castellón. "Gracias por estar a la altura en momentos difíciles", dijo Ayuso, que alabó a los jueces que "investigan y hacen cumplir la ley pese a estar perseguidos por el gobierno y su maquinaria". En línea con la tesis de García-Castellón, que ha reaccionado al retoque de la ley de amnistía especulando sobre si los manifestantes de Urquinaona querían matar a policías que resultaron heridos, Almeida ha defendido que en estas protestas de 2019 en Barcelona hubo terrorismo. "Los terroristas tienen que estar en prisión", ha asegurado.
El alcalde de Madrid ha instado a Sánchez a "mirar a los ojos" a los policías que resultaron heridos y decirles que "ahora los abandona y los deja tirados". "Diles que sus lesiones, su incapacidad permanente y su dolor físico y moral no sirven para nada y que no te importan", ha dicho Almeida visiblemente enfadado. La ofensiva judicial y política de la derecha contra la amnistía continuará en las próximas semanas, cuando la norma pasará al Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta. El PP retrasará dos meses la aprobación definitiva de la norma gracias a la reforma del reglamento que impulsó, pero algunos de los manifestantes han reclamado a gritos a Feijóo que vaya más allá del margen legal que tiene y "la pare" directamente.
Es una reclamación que también ha hecho Vox reiteradamente. El presidente del partido de ultraderecha, Santiago Abascal, ha vuelto a censurar la estrategia del PP, que cree que "genera confusión" y no es lo suficientemente dura. En una atención a los medios en Vigo, Abascal excusó que Vox no haya asistido a la protesta porque fue "un mitin" del PP. El PSOE, por su parte, criticó que el PP se ha movilizado "desde el odio, el rencor y el agravio para deslegitimar y reclamar el poder". Son palabras de la nueva portavoz socialista, Esther Peña, en un acto preelectoral también en Galicia.
Junts pide más cambios
El debate sobre las enmiendas a la amnistía todavía está vivo entre los aliados de la mayoría plurinacional. Ha hecho mención a ello la presidenta de Junts, Laura Borràs, desde Igualada, donde ha asegurado que su partido trabajará "hasta el tiempo de descuento" para poder incorporar "todas las enmiendas que todavía están vivas" en la ley, entre las cuales la que pretende incluir a los afectados por la guerra sucia contra el independentismo. En la misma línea, Gonzalo Boye, abogado del ex president de la Generalitat Carles Puigdemont, ha alertado en una entrevista a Vilaweb que el actual redactado tiene una grieta que hará "caer a mucha gente".