Ataques al catalán

PP y Vox ponen la alfombra roja al castellano en las aulas baleares

Los populares compran las tesis de la extrema derecha para sacar adelante los presupuestos

Una clase de primaria de una escuela de Palma.
10/11/2023
3 min

PalmaLa presidenta de las Islas Baleares, Marga Prohens, saca pecho de ser el único barón del PP que ha dejado a Vox fuera del Gobierno. Pero el acuerdo de investidura con la extrema derecha le ha acabado saliendo caro. El partido de Santiago Abascal ha exigido a los conservadores implementar más clases en castellano en la escuela a partir del próximo año a cambio de su apoyo al techo de gasto. Una medida a la que el PP se ha resistido durante tres semanas, hasta el punto de que fuentes conservadoras temían la ruptura definitiva entre ambos partidos. Por último, los populares han cedido ante Vox, mientras que fuentes del partido de ultraderecha advierten que con esta medida no tendrán suficiente.

El acuerdo al que las partes han llegado para poder iniciar la tramitación parlamentaria de los presupuestos va más allá del que suscribieron en el pacto de gobernabilidad. Prevé que, a partir del próximo curso, los padres puedan elegir la lengua vehicular en asignaturas troncales hasta los 8 años en todos los centros “donde sea posible”, algo que abre la puerta a segregar a los alumnos según el idioma. También establece un plan piloto para las etapas educativas posteriores, a los que los centros podrán acogerse de forma voluntaria. Poco antes de anunciar el acuerdo a la prensa, el conseller de Educación, Antoni Vera, convocó a una treintena de sindicatos y organizaciones de la comunidad educativa para explicarles la medida, pero las entidades lo plantaron a las puertas del Consulado.

Vox puso al PP contra las cuerdas. Incluso, a expensas de una crisis dentro de sus propias filas. El grupo parlamentario del partido en las Islas es más duro en cuestiones de lengua que sus homólogos en Madrid, como apuntan fuentes. Mientras la directriz de la ejecutiva estatal de Vox era aprobar el techo de gasto del Govern y continuar negociando sobre la libre elección de lengua en la escuela, una mayoría de los diputados de Vox en el Parlament balear contradijeron las órdenes y exigieron un compromiso previo al PP. "Nos la jugamos", admitía una fuente del núcleo díscolo. La crisis generó tensiones en la formación, que acabó perdiendo a un diputado: Xisco Cardona ha pasado a ser no adscrito por las discrepancias estratégicas con el grupo autonómico. Aunque fuentes del PP insisten en que el acuerdo para la libre elección de lengua, una vez se concrete, respetará la normativa vigente –tanto en la ley de educación como en la ley de normalización lingüística–, Vox defiende que la cesión del PP supone un primer paso para acabar con la inmersión. "Hemos conseguido más que asociaciones y entidades de la sociedad civil que llevan 25 años luchando por este objetivo", reivindicó el pasado lunes la líder de Vox en el Parlament balear, Idoia Ribas.

El PP ha conseguido aprobar el techo de gasto y este viernes ha aprobado los presupuestos en el Consejo de Gobierno. Las cuentas no incluyen una partida concreta para la aplicación de esta medida: el vicepresidente, Antoni Costa, dijo que primero hay que saber qué centros se van a adherir. Prohens ha podido salvar la alianza con sus socios, y por tanto la estabilidad del ejecutivo. Pero tocar la educación ha dinamitado la hoja de ruta trazada por el PP para la legislatura. Pese a que el pacto firmado con Vox preveía medidas contundentes contra la lengua catalana, la estrategia de los conservadores era posponer la aplicación de estos puntos y priorizar otros. La obsesión de Prohens es no caer en los mismos errores que su predecesor, José Ramón Bauzá, y evitar la crispación de la comunidad educativa.

Tal y como explican fuentes del ejecutivo, su previsión era aplazar el debate sobre la libre elección de lengua al menos hasta que tuvieran los presupuestos de este año aprobados. Entonces, la posibilidad de prorrogarlos en caso de rotura con Vox estaría sobre la mesa. Pero Vox no se ha despistado y ha exigido resultados desde el minuto 1. "Somos el partido que pone las pilas al PP", defiende una fuente cercana al grupo parlamentario de Vox. Satisfaciendo a sus socios, el PP ha puesto a la comunidad educativa en pie de guerra.

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