Los presos políticos ya son libres: "La represión no nos ha vencido"

Salen de la prisión reclamando la amnistía y asegurando que nunca cambiarán sus convicciones

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Los presos políticos saliente de la prisión, indultados

Sant Joan de Vilatorrada / Barcelona / FigueresLos indultos del gobierno español se han hecho efectivos y los presos políticos ya son libres. Los nuevo líderes independentistas encarcelados desde finales de 2017 dormirán esta noche en su casa y no tendrán que volver al día siguiente a prisión. A la salida de los centros penitenciarios, una multitud les ha ido a recibir, entre ellos miembros del Govern como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha estado en Lledoners. Los presos han salido en libertad reclamando la amnistía para el resto de represaliados y asegurando que no cambiarán sus convicciones independentistas ni su apuesta política por conseguir la República. En definitiva, que no lo harán a pesar de que sea el gobierno español quien haya promovido la medida de gracia que les ha permitido salir de la prisión antes de cumplir toda la condena. "La represión no nos ha vencido”, ha proclamado el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

La primera en salir ha sido la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, a quien a la puerta de Wad-Ras esperaba su marido; los consellers Joan Ignasi Elena y Jaume Giró y la presidenta y vicepresidenta de la cámara actual, Laura Borràs y Alba Vergés. El primer recuerdo ha sido para todos aquellos encausados y condenados del Procés que, a diferencia de ella, no tienen la situación resuelta. Con la euforia de poder disfrutar de una libertad plena, se ha mostrado convencida de que es posible conseguir una amnistía para el resto de víctimas de la represión. E incluso también la autodeterminación. Pero Forcadell ha querido hacer un discurso más allá de la cuestión estrictamente política y ha agradecido la ayuda que le han prestado durante el encarcelamiento el resto de reclusas. "Me han ayudado a ser más fuerte y más empática", ha asegurado con un ramo de flores bajo el brazo.

La imagen más icónica de la jornada se ha visto en Lledoners bajo la lluvia. Los siete presos de este centro penitenciario han abandonado las instalaciones cuando pasaban pocos minutos de las doce del mediodía exhibiendo juntos una bandera con el lema Freedom for Catalonia. El ex conseller Joaquim Forn ha explicado que han recuperado este lema que se popularizó durante los Juegos Olímpicos del 1992 cuando el independentismo, entonces muy minoritario, intentaba aprovechar el eco de aquel acontecimiento deportivo para popularizar su causa. Cuando han atravesado la última puerta se ha desencadenado el caos entre los familiares que los esperaban, los manifestantes que han ido, los periodistas y los cámaras y fotógrafos que se amontonaban.

Convicciones intactas

Una vez afuera, sobre una tarima preparada para la ocasión, han llegado las primeras palabras en libertad y todas con un hilo conductor claro: han asegurado que no han abandonado sus convicciones independentistas a pesar de que hayan salido de la prisión con un indulto del gobierno español. "Hoy no es un día de renuncia, es un día de reafirmación y de lucha. No nos callarán”, ha dicho Cuixart. También el secretario general de Junts, Jordi Sànchez –que ha colgado su orden de libertad en las redes sociales– ha destacado que abandonaban los muros de la prisión "con la cara muy alta y determinados". “No hemos cambiado de opinión, continuaremos pensando lo mismo y luchando por la independencia”, ha reafirmado Joaquim Forn.

A pesar de que los discursos se han caracterizado por la alegría de recuperar la libertad, también ha habido críticas penetrantes contra el Estado y ningún indicio de gratitud por la medida de gracia concedida por la Moncloa. El ex conseller Josep Rull ha dicho que los únicos que tienen que pedir perdón son aquellos que "pegaron a los votantes del 1-O", mientras que Jordi Turull ha calificado al Tribunal Supremo –que los condenó– de "Guantánamo de la justicia". Los últimos que han tomado la palabra han sido Raül Romeva y Oriol Junqueras, que han fijado la mirada en el horizonte. El primero, para garantizar que continuarán "yendo a todas" y el segundo señalando cuál tiene que ser el siguiente objetivo a plantear al gobierno español: "Continuaremos trabajando por la amnistía, por todos los compañeros en el exilio y represaliados".

Nada se acaba

Son libres, sí, pero el camino para la mayoría de ellos continúa presentando todavía muchos obstáculos judiciales. Se ha encargado de recordarlo la última que ha salido de la prisión, la ex consellera Dolors Bassa. El 29 de junio, una cuarentena de altos cargos del Govern tendrán que comparecer ante el Tribunal de Cuentas para saber la nueva fianza que se les impondrá por la gestión de la acción exterior del Govern entre 2011 y 2017. Así, apenas cruzar la última puerta de seguridad de Puig de les Basses, ha avisado de que "la represión no se ha parado". "Estamos en una carrera de obstáculos, este es el primer paso, pero nunca podemos olvidar que salimos nueve personas pero quedan muchas más encausadas", ha recalcado ante unas 150 personas, entre amigos, familiares y políticos. Antes de marchar hacia Torroella de Montgrí, su pueblo, ha recitado a Miquel Martí i Pol porque "son palabras que se han dicho hace poco pero quiero decirlas bien" –ha espetado en referencia al discurso de Pedro Sánchez en el Liceo, que también citó al poeta–: "Estamos dónde estamos porque todo está por hacer y todo es posible".

"Nunca más ningún preso político"

Este miércoles todo el protagonismo ha sido para los presos políticos, pero Aragonès también ha ofrecido una declaración desde Lledoners. Ha formulado dos deseos: que no hay haya "nunca más ningún preso político en Catalunya" y que se pueda encontrar una solución "democrática" al conflicto político. El primero no está en sus manos, pero el segundo podrá empezar a abordarlo ya la semana que viene. El martes se reunirá en la Moncloa con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.

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