Gobernabilidad

Los presupuestos se vuelven a jugar a tres bandas

Las negociaciones para las cuentas de la Generalitat, del Estado y de Barcelona tienen a socialistas y republicanos como actores principales

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Pere Aragonès y Pedro Sánchez subiendo ayer las escaleras del Palau de la Generalitat.

BarcelonaLa Generalitat, el gobierno español y el Ayuntamiento de Barcelona han comenzado el año de la misma forma: con los presupuestos prorrogados. Sin embargo, los ritmos a la hora de elaborar las cuentas en cada una de las tres administraciones son diferentes. En Madrid, por ejemplo, todavía no han comenzado oficialmente las negociaciones con los grupos y el gobierno español tampoco ha terminado de realizar los números. A ambos lados de la plaza Sant Jaume, en cambio, las conversaciones con los partidos están en marcha, aunque en el consistorio barcelonés quedaron truncados después de que el alcalde, Jaume Collboni, constatara que no podía llevar las cuentas al pleno porque no tenía los soportes suficientes. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tampoco ha hecho públicos todos los números que ya negocia con los grupos –habla de un total de 2.400 millones de euros–. Pero ninguno de estos tres escenarios es independiente el uno del otro, sino que son negociaciones que están entrelazadas o que en algún momento se cruzarán.

La prueba del vínculo entre las tres cuentas es que detrás hay los propios actores, con republicanos y socialistas a la cabeza. El PSC vuelve a erigirse en el principal potencial socio para sacar adelante las cuentas del Govern. De hecho, las reuniones entre ambas partes se han intensificado en las últimas semanas. El PSC, sin embargo, sigue asegurando que hasta que no se cumplan los compromisos pactados en los presupuestos del año pasado –la ampliación del aeropuerto, la B-40 y el Hard Rock– no entrarán a negociar los números del 2024. El Govern también mantiene contactos con los comunes, la CUP y Junts. Las reuniones con los cuperos y también con los comunes son más frecuentes que con el partido de Carles Puigdemont, que no tiene agendada ningún encuentro a corto plazo con el ejecutivo.

Las cuentas estatales, más lentas

La negociación entre el Govern y los socialistas será clave para saber si hay presupuestos en Catalunya, pero también en el Estado. ERC es uno de los partidos a los que el PSOE tendrá que llamar para acordar las cuentas estatales, pero no el único, porque también necesitará el apoyo de Junts –además de Podemos, PNV y EH Bildu–. "Son dos cuestiones que deben ir en paralelo y todos debemos ser responsables", decía a principios de enero la portavoz de los republicanos, Raquel Sans, en declaraciones a la agencia Efe. Es la manera más explícita que ha utilizado Esquerra para asegurar que la aprobación de las cuentas en una administración y en la otra estará ligada. Desde el gobierno español aseguran que las negociaciones para las cuentas estatales no han comenzado "formalmente", pero que se está empezando a "avanzar trabajo" con los grupos. Asumen, en este sentido, que no será sencillo que las cuentas salgan adelante, en función del precedente de los tres decretos de hace pocos días.

Ahora bien, en el Estado la elaboración de las cuentas va más retrasada que en la Generalitat. Fuentes del ministerio de Hacienda explican que aún deben aprobar los objetivos de estabilidad para este año, que es probable que les tumbe la mayoría absoluta del PP en el Senado. Por eso la ministra María Jesús Montero ha ido responsabilizando estos últimos días al PP de que las cuentas tengan que acabar haciéndose con los objetivos del año pasado, cuando la previsión del gobierno español para este año daba más margen a comunidades autónomas y ayuntamientos. Así, las mismas fuentes calculan que hasta finales de febrero o principios de marzo no podrán presentar los números, informa Ot Serra.

Socialistas y republicanos también podrían negociar unas terceras cuentas: las de Barcelona. Ahora bien, antes de volver a poner los presupuestos sobre la mesa –Collboni tuvo que retirarlos de la comisión de hacienda a finales de año por falta de apoyos–, el PSC quiere ligar una coalición de gobierno. Desde la semana pasada socialistas y republicanos han aumentado sus contactos para negociar si pasan a compartir gobierno. Del resultado de estas negociaciones dependerán los números municipales, que también necesitarían el apoyo añadido de los comunes o de Junts.

Las demandas de los grupos para los presupuestos catalanes

PSC

Las demandas que ha hecho públicas el PSC para los presupuestos de 2024 implican priorizar tres ámbitos: educación, vivienda y seguridad. Exigen aumentar un 10% el presupuesto en educación, incorporar 10.000 pisos en el parque de alquiler social y elaborar un decálogo de seguridad.

Juntos

Juntos no ha hecho públicas medidas concretas, y fuentes de la formación consideran que el Govern tiene "desinterés" por negociar con ellos. Con todo, ponen sobre la mesa diversas condiciones para negociar las cuentas que pasan, por ejemplo, por una "rebaja de la presión fiscal", para "asegurar que Catalunya no pierda comida en grandes proyectos de país" y también en investigación e innovación, además de "potenciar la lengua y la cultura catalanas". También piden "dar respuesta" a las "necesidades" en salud, educación y seguridad.

En Comú Podem

Los comunes insisten en que primero quieren hacer un "seguimiento" de los compromisos acordados en las cuentas del 2023, pero sin detallar aún medidas concretas fijan como prioridad abordar "todas las crisis" que ha sufrido Cataluña este año: educación, salud, vivienda y protección social. "Son grandes elementos a los que el presupuesto debe dar respuesta", apuntan fuentes del partido. Sí afirman que seguir haciendo efectivas las 10.000 viviendas públicas será uno de sus objetivos, así como inyectar recursos en el sector educativo, pero también en el de la salud.

CUP

La CUP es de los partidos que más medidas han hecho públicas. Exige, de entrada, detener todos los macroproyectos, como el Hard Rock, la B-40 y la Rider Cup. Entre sus prioridades se encuentran vivienda, salud, el control de precios y el modelo de país. En este sentido, engloban diversas medidas en estos cuatro ejes: destinar 1.000 millones de euros a vivienda social, regular los alquileres, recuperar servicios públicos como el 061, destinar un 25% del presupuesto a la atención primaria e impulsar una reforma fiscal que pase, entre otros, por crear un nuevo tramo en el IRPF entre las rentas de 60.000 y 90.000 euros. Los anticapitalistas también defienden un modelo público de gestión del agua como una de las medidas para hacer frente a la sequía.

Gobierno

El Gobierno no cierra la puerta a ninguna de las propuestas. Fuentes consultadas aseguran, por ejemplo, que ya contemplan un aumento del 9% del presupuesto en educación y que de los 10.000 pisos que se acordaron en las cuentas de hace un año hay al menos un 66% en marcha. En el ámbito de salud, el Govern también asegura que aumentará en 3.000 millones de euros el presupuesto. En cuanto a los macroproyectos, mantiene su compromiso de llevar adelante la B-40 y la ampliación del aeropuerto de El Prat. Sobre el Hard Rock, continúa en espera del informe del medio ambiente.

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