El PSC tiende la mano a Aragonès para aprobar ya unos nuevos presupuestos
Illa se ofrece al 'president' para pactar las cuentas si tiene "problemas" con la mayoría independentista
BarcelonaA pesar de que el president Pere Aragonès se ha conjurado para garantizar la cohesión del nuevo Govern, las diferencias estratégicas e ideológicas entre ERC y JxCat mantienen vivo el fantasma del choque entre los socios de gobierno, que en esta legislatura también depende del visto bueno de la CUP. Ante este escenario, el PSC ve la posibilidad de dinamitar la política de bloques y se ofrece a los republicanos para participar de la gobernabilidad en aquellos temas que se alejen de la cuestión nacional. En esta línea han ido hasta ahora las intervenciones del jefe de filas socialista en el Parlament y jefe de la oposición, Salvador Illa, que este miércoles incluso ha tendido la mano al jefe del Govern para aprobar ya unos nuevos presupuestos de la Generalitat. "Si tuviera problemas, que no lo creo, con su mayoría, aquí estamos nosotros. Fíjese en lo que le digo: aquí estamos nosotros", ha afirmado Illa.
En el turno de contrarréplica a Aragonès, que este miércoles ha detallado en la cámara la composición y estructura de su Govern, Illa le ha reprochado que no haya dicho "ni una palabra" sobre el presupuesto para este año, después de que el president explicara el martes que su prioridad es que haya unas cuentas en vigor "el 1 de enero de 2022". El republicano señaló que la CUP será el socio prioritario a la hora de negociarlos, a pesar de que una vez terminados los números confía en que otros grupos, como los comuns o el PSC, puedan votar a favor. Illa le ha recogido el guante, pero para tener unas nuevas cuentas este mismo 2021. "Catalunya necesita un presupuesto ya mismo para poder atender con más recursos las prioridades, en muchas de las cuales estamos de acuerdo", ha dicho el líder del PSC, que ha reclamado "olvidar la retórica de culminar la independencia e ir al grano".
La última vez que los socialistas se ofrecieron para negociar las cuentas fue en julio de 2019. "Nosotros los proponemos rehuir de lo que nos divide y profundizar en lo que nos permite seguir unidos", dijo al president Torra el entonces presidente de los grupo parlamentario, el ahora ministro Miquel Iceta, que veía margen para pactar las prioridades de los presupuestos del año siguiente. Aquellas cuentas, que finalmente el Govern aprobaría nueve meses después de la mano de los comuns, no contaron finalmente con el aval del PSC, que retiró su oferta poco después de las palabras de Iceta. Según argumentó la ahora vicepresidenta del Parlament, Eva Granados, no se daban las condiciones para negociar con el ejecutivo de Torra si no abandonaba la "confrontación" con el Estado. Un año antes, en 2018, fue la propia Granados la que, después de varias reuniones con el departamento de Economía, confirmaba que no habría sí a los números de 2019 si el independentismo no aprobaba los de Pedro Sánchez en el Estado. Tanto ERC como JxCat acabaron presentando enmiendas a la totalidad y el PSOE se vio abocado a convocar nuevas elecciones.
A diferencia de las últimas negociaciones presupuestarias, el PSC cuenta ahora con más posición de fuerza: es el primer partido de Catalunya y dispone de 33 diputados. Una cifra que podría marcar la diferencia si Aragonès pierde el apoyo de la CUP –que reclama pruebas urgentes conforme se está avanzando en el pacto de investidura– o de los comuns, que desconfían de un presupuesto liderado por una conselleria de JxCat. A cambio, sin embargo, Illa presiona para alejar al ejecutivo del Procés y centrarse en proyectos como el de la ampliación del aeropuerto de El Prat. El líder del PSC, de hecho, ha reclamado esta mañana a Aragonès que se posicione "nítidamente a favor" de esta ampliación, pero el president no ha dado una respuesta clara, como tampoco lo ha hecho con la oferta por las cuentas.