El PSOE implora a Sánchez que no les deje solos

MadridLas lágrimas a los ojos de muchos dirigentes del PSOE eran una mezcla entre emoción por la fiesta que se ha montado en la calle Ferraz en apoyo de Pedro Sánchez y vértigo ante la posibilidad de que el presidente español dimita el lunes. "No estás solo", gritaban unos 12.500 simpatizantes socialistas que se han concentrado frente a la sede del partido. El partido no puede esconder el sentimiento de miedo a que Sánchez los abandone y se abra una etapa inesperada hace apenas unas horas, sin la figura del líder que devolvió al PSOE a la Moncloa hace seis años. La dirección del partido se reunió en el comité federal de excepción este sábado y todas las intervenciones fueron un grito unánime a Sánchez para que "resista", incluso del manchego Emiliano García-Page. Una vez han terminado –antes temprano– los dirigentes socialistas han salido a la calle para unirse a la militancia. "Vale la pena", proclamaban.

Las muestras de respeto por el proceso de reflexión personal de Sánchez, en cierto modo, chocan con la ola de peticiones para que no dimita. El PSOE ha puesto una especie de espada de Damocles en la cabeza del ejecutivo del Estado pidiéndole que no se "rinda". Si decide plegar, ¿significa que los progresistas españoles se han rendido ante la ofensiva de la ultraderecha? Y el mismo partido también se ha retratado nítidamente como entregado al liderazgo de Sánchez, como imprescindible. Así pues, el PSOE lo ha apostado todo en convencerle y no quiere imaginarse otro escenario, aunque fuentes de la dirección asumen que es "más bien un deseo" y que puede haber un punto "ilusorio". Esperan una llamada este domingo para conocer la decisión que Sánchez hará pública el lunes.

Quien más le ha subido el precio de la retirada es el líder del Partido Socialista de Euskadi, Eneko Andueza, con un paralelismo con la época en la que ETA mataba. "Tienes que pensar en la gente que acabaron en cunetas, en tapias de cementerios, en los que sufrieron exilio, represión y cárcel. En los viejos socialistas que se ponían de veintiuno botón para ir a votar porque sabían que en el voto socialista iba la vida y la democracia. En los socialistas que mirábamos bajo el coche y teníamos que mirar atrás a los familiares porque no sabíamos si volveríamos", ha manifestado en su intervención. También el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha asegurado que el sufrimiento de Sánchez debe ser más "ligero" que el que sufrió su abuelo cuando -explicó- fue tomado y torturado tras la Guerra Civil.

Tras menos de dos horas de comité federal, el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, ha dado por terminado el acto y ha invitado a los miembros a salir a la calle. Lo han hecho encabezados por la vicepresidenta primera del gobierno español, María Jesús Montero, que ha querido levantar los ánimos de los manifestantes al grito de "¡Fuerza, fuerza!" Pese a la música seleccionada para la ocasión –ha sonado Quédate, Pedro, de Raffaella Carrà, y Perra–, otros dirigentes no han podido evitar una actitud más resignada, como Puente y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que con lágrimas en los ojos iba saludando poco efusivo a los concentrados. "Es muy emocionante", admitía al ARA la portavoz del ejecutivo, Pilar Alegría. Y la expresidenta del Congreso Meritxell Batet, que tampoco ha querido fallar en la cita, empatizaba con Sánchez. "Te pueden decir que "no estás solo", pero la realidad es que te sientes", ha explicado ella, que hace pocos meses renunció a seguir en la política de primera línea.

Caras largas

Los rostros eran igualmente expresivos durante el comité federal, con caras largas. "Os miro las caras y comprendo la preocupación", admitía Montero, que ha abierto el foro en ausencia de Sánchez. "Pedro, ¡quédate!", le ha suplicado, y ha clausurado su discurso asegurando que "vale la pena que ganen los bonos". Todos los líderes territoriales y ministros pidieron a Sánchez que no dimita y hicieron una defensa de la "humanización de la política". Uno de ellos, García Page, que ha cargado contra Carles Puigdemont por haber dicho que "hay que salir llorado de casa". "Y lo dice quien salió de casa dentro de un maletero", criticó.

Más allá de la parte personal, en clave política el PSOE ha sacado punta al máximo a los ataques de la derecha para trasladar que las libertades están en peligro. "Están deteriorando la democracia", advertía la presidenta del Congreso y líder de los socialistas baleares, Francina Armengol. El candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa, se ha ausentado de un acto en Tarragona para apoyar al presidente español y le ha animado a continuar ya participar en la campaña. "Nada me hará más ilusión", aseguró, y pidió "levantar una resistencia colectiva".

En la capital del Tarragonès, el segundo día de campaña del PSC ha arrancado marcado por las movilizaciones en Ferraz y se han podido ver desde la pantalla. Acudió el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien aseguró que la concentración "no es por sentimentalismo ni por militancia, es por indignación" ante los ataques de la derecha, informa Martina Alcobendas. "48 horas, nada menos, porque los demócratas, los progresistas, los que queremos un país donde se respete a las personas, conseguimos dos cosas: el lanzamiento para que Isla sea presidente y para que Pedro siga en la Moncloa", concluyó. El PSOE aguanta la respiración en espera de la decisión de Sánchez.