La estabilidad de la legislatura

Puigdemont avisa a los que dan Junts per mort: "Que os bombin. Seguiremos"

El expresidente advierte al PSOE de que su voto "no se puede dar por supuesto"

El expresidente y líder de Junts, Carles Puigdemont, en el acto de Prats de Molló.
27/07/2025
4 min

Prados de MollóEste domingo 27 de julio hace exactamente un año que Junts hizo una demostración de fuerza en los Baños de Arles y Palaldà (Catalunya del Nord) a pocos días de la investidura de Salvador Illa. En ese acto, el expresidente Carles Puigdemont se comprometió a ir al Parlament "peti quien pete" para estar presente en el pleno. Sólo diez días más tarde puso los pies en el Principado, pero de forma fugaz: se fugó entre cientos de agentes de los Mossos d'Esquadra y manifestantes que rodeaban el Parlamento, y regresó a Waterloo. Un año después, Puigdemont ha estado de nuevo este domingo en Catalunya del Nord, esta vez en Prats de Molló, para celebrar los cinco años de su fundación como partido. En un contexto distinto –ya lleva un año Isla gobierna y están en la oposición–, pero con el mismo problema: el expresidente de la Generalitat sigue a la espera de volver, ahora con el ojo puesto en otoño para que el Tribunal Constitucional le dé la razón y la amnistía sea efectiva.

En Junts son conscientes de que su pacto por hacer presidente Pedro Sánchez no ha dado todavía los frutos que esperaban. Se ha aprobado la ley de amnistía en el Congreso, sí, pero el Tribunal Supremo no la ha aplicado ni a Puigdemont ni a los líderes independentistas; la oficialidad del catalán en la Unión Europea está atascada, y las competencias de inmigración para la Generalitat las bloquea Podemos en la cámara española. Por eso, el expresident ha querido enviar un doble mensaje ante las 1.500 personas que se han acercado a Prats de Molló a escucharle, un mensaje en clave de reivindicación interna, y otro de advertencia en Madrid. "Estamos orgullosos de lo que hemos hecho y de la forma que lo hacemos. A todos aquellos que nos enterrasteis seis veces y que mañana nos enterrarás una séptima, os tenemos que decir que os bombeen, seguiremos, vamos a la nuestra, a la catalana", declaró. Y ha advertido a Pedro Sánchez: "El voto de Junts no puede darse por supuesto".

Lo que ha dicho Puigdemont este domingo, pues, es que la tónica seguirá siendo la del último pleno en el Congreso, en el que Junts tumbó a última hora junto a Podemos, PP y Vox el decreto antiapagones del gobierno español. Si no va bien a los "intereses de Catalunya", ha dicho Puigdemont, no serán activos en la mayoría plurinacional. ¿Y cómo decidirán el voto? Puso sobre la mesa lo que considera que es su "método", no sólo en el Congreso de los Diputados, sino también en el Parlament o en el Ayuntamiento de Barcelona. "Para decidir el voto, primero nos preguntamos si es positivo para Catalunya, si respeta las competencias y la identidad, si se han aceptado nuestras propuestas imprescindibles y si es útil en el camino hacia la independencia efectiva", añadió el expresidente.

Por su parte, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha seguido en la misma línea y también se ha reivindicado ante el "pragmatismo mal entendido". "Catalunya necesita Junts per Catalunya para salvar a la nación y convertirse en un estado propio", ha aseverado, y ha insinuado que tendrán que tomar decisiones "difíciles", sin concretar cuáles, en alusión a su apoyo al gobierno español. "Tendremos que hacerlo si queremos ser garantía de avances nacionales. Somos la fuerza independentista que no se deja engatusar por los cantos de sirena de Madrid y que siempre elige a Catalunya, ni unos ni otros", ha sentenciado Turull. A su vez, la secretaria de organización de Junts, Judith Toronjo, ha cargado contra el gobierno de Salvador Illa, a quien ha tildado de "ni-ni": "Ni ambición nacional ni gestión". También ha asegurado que no habrá "normalidad política" hasta que todos los exiliados puedan volver al Principado.

Los "arquitectos del caos"

Aparte del mensaje en Madrid y en clave interna, Puigdemont también ha querido diferenciarse de sus rivales políticos. Desde Esquerra, con quien compiten por quien saca más rédito del gobierno español, hasta la extrema derecha de Aliança Catalana, que araña una parte de su electorado. Pero también contra la izquierda del PSOE, especialmente Podemos, con quien recientemente se toparon por su posicionamiento con el traspaso de competencias de inmigración a la Generalitat a raíz de una entrevista de Ione Belarra en el ARA.

Lanzando un dardo a los de Oriol Junqueras, Puigdemont ha criticado que "salen negociados de casa" por sus pactos con el PSOE, mientras que a Aliança Catalana ya la izquierda del PSOE también les ha acusado de proponer soluciones "populistas". Por ejemplo, ha marcado distancias con aquellos que ante la inmigración defienden "las deportaciones masivas", o por resolver los problemas de vivienda abogan por "acabar con los propietarios". "Ante los arquitectos del caos, nosotros somos los peones de la esperanza", reafirmó.

Puigdemont ha terminado la jornada bailando sardanas con los simpatizantes de Junts, a ritmo de la Cobla de Girona, y haciéndose fotos con todo el que le pedía. "Hoy es fiesta mayor", proclamó, para celebrar el quinto aniversario de la fundación de su partido.

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