La gobernabilidad del Estado

Juntos se refleja en Baviera para exigir al PSOE el traspaso de inmigración

Los junteros quieren que los Mossos tengan competencias de control fronterizo pero Interior se niega a ello

Pedro Sánchez y Míriam Nogueras, reunidos en el Congreso
10/02/2025
4 min
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BarcelonaHace más de un año que PSOE y Junts iniciaron la negociación para traspasar las competencias en materia de inmigración a la Generalitat. Ellos mismos se impusieron cerrar un pacto antes de terminar el 2024, pero no fue posible. "Queda poco", dicen todas las fuentes, pero hay un escollo que hasta ahora no han logrado driblar a los negociadores: el control de las fronteras. Juntos reclama que se encarguen los Mossos d'Esquadra, pero ésta es una cesión a la que se resiste el ministerio del Interior, que comanda Fernando Grande-Marlaska. "Quien llega debe recibir primero un «buenos días»", subrayó la portavoz de Junts en Madrid, Míriam Nogueras, en una reciente entrevista en Catalunya Ràdio.

Según varias fuentes consultadas por el ARA, el modelo en el que se refleja Juntos en esta negociación con el PSOE es el de Alemania y, en concreto, el del estado de Baviera, que tiene un cuerpo de policía fronteriza propia. Desde Alemania, fuentes conocedoras del sistema institucional aclaran que existe una "superposición" de facultades y que en todo momento existe una coordinación entre los diferentes estadios administrativos. Aunque la competencia de control de fronteras es exclusiva del gobierno federal, estas fuentes indican que los estados federados pueden llegar a adquirir competencias en el tema. Es el caso de Baviera, que en 2018 recuperó un cuerpo fronterizo propio a raíz del auge de los flujos migratorios, sobre todo por su situación geográfica en la ruta de los Balcanes.

Fue un cambio en la legislación aprobado en el Parlamento regional con la voluntad del primer ministro de la CSU, Markus Söder, de dar más sensación de orden y seguridad a las fronteras de Austria, la República Checa y Suiza. Una vía que también debía servir para intentar frenar el auge de la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que en ese momento experimentaba un fuerte crecimiento en este land. De hecho, Söder impulsó esa medida pocos meses antes de las elecciones –fue acusado por el resto de fuerzas de populista–, que acabó ganando pese a caer en diputados. En las elecciones posteriores (2023), Alternativa para Alemania pasó de cuarta a tercera fuerza en Baviera y, según los sondeos, en estos momentos se situaría segunda en las elecciones al Parlamento federal del próximo 23 de febrero.

De acuerdo con la información que da la policía de Baviera en su página web oficial, desde el 1 de agosto de 2023 está operativo un acuerdo administrativo entre el ministerio federal del Interior y el gobierno del estado bávaro para que la policía regional controle el tráfico transfronterizo. Lo que significa, aclaran fuentes sobre el terreno de Alemania, controles cerca de la frontera dentro de territorio propio. La policía de Baviera también cuenta con unidades de investigación para combatir la "inmigración ilegal", aparte del aumento de la presencia policial y los controles independientes de la policía federal, con quienes aseguran, sin embargo, que mantienen la coordinación.

Siguiendo este modelo, pues, la policía de Baviera, que equivaldría a los Mossos d'Esquadra en Catalunya, sí tiene facultades de control fronterizo. Ahora bien, con límites: una sentencia del año 2020 del Tribunal Constitucional de Baviera dejaba claro que el control de las fronteras era una competencia exclusiva del estado federal. De hecho, las fuentes alemanas consultadas aseguran que el estado federal se reserva todo lo relacionado con la nacionalidad, la concesión de la ciudadanía, la residencia y el asentamiento de personas refugiadas y desplazadas, mientras que los estados federados gestionan lo que tiene que ver con la integración, como la educación, la cultura, la vivienda, la seguridad y el orden.

Una excepción

Varios expertos consultados remarcan la excepcionalidad de descentralizar la política migratoria, entendida como el control de fronteras y el derecho a la ciudadanía. Sergi Pardos-Prado, catedrático de ciencia política de la Universidad de Glasgow y miembro del comité asesor de migraciones del Reino Unido, explica al ARA que este tipo de políticas normalmente están en manos del estado central porque afectan al demos, es decir, quien forma parte o no del corpus nacional. Además, también asegura que descentralizar este tipo de cuestiones puede llevar a "ineficiencias", sobre todo en lo que se refiere al mercado laboral. Otra cosa, remarca, es la gestión que se hace de esta nueva población, que normalmente sí es una gestión en manos de entidades subestatales, ya que suelen tener competencias relacionadas con el bienestar de la población.

La excepción más clara de este modelo, señala, es Quebec, que sí cuenta con un sistema de inmigración propio diferenciado de Canadá. Abonan la misma idea Núria Franco, experta en inmigración y nacionalismo y profesora en la UOC, y el profesor lector de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra Marc Sanjaume, que ha realizado varias estancias académicas en Canadá.

Franco, que advierte que en general la gestión de la migración debería contar con mayor coordinación entre administraciones y con decisiones más compartidas, explica que Quebec tiene un sistema de puntos propio para atraer un determinado perfil de inmigración: por ejemplo, dar preferencia a quien habla francés. Marc Sanjaume apunta que Quebec "tiene los poderes de selección de la inmigración a excepción del asilo político" por un acuerdo con el gobierno federal de 1991. Un modelo que también han adoptado otras provincias de Canadá. Estos poderes, sigue Sanjaume, han sido utilizados por parte del gobierno quebequés para dar prioridad a migrantes de habla francesa y controlar así en cierto modo el perfil de los recién llegados. Por eso, buena parte de esta nueva población, afirma, procede de Haití y de las ex colonias francesas, es decir, de la Francofonía. "A partir de eso cambió el origen de las personas que llegaban a Quebec", aclara Franco. Ahora bien, ¿esto quiere decir que Quebec tiene control de las fronteras? Franco afirma que no, que esto está reservado en Canadá. "Es muy difícil pensar que un estado cederá las competencias sustantivas del control de fronteras, que es básicamente lo que le distingue de una organización internacional", resuelve.

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