El intento de relevar a Mazón que Feijóo acabó deteniendo
Pese a culminar la remodelación de su ejecutivo, el futuro del presidente valenciano sigue siendo incierto
ValenciaCon la toma de posesión este martes de los cuatro nuevos consellers, el presidente valenciano Carlos Mazón habrá culminado la remodelación de un ejecutivo que, según los cálculos del político alicantino, debería permitirle reconstruir la Comunidad Valenciana y recomponer su imagen, actualmente muy dañada por la gestión de una DANA que ha causado ya 221 muertes. Sólo si lo consigue, podrá reclamar volver a encabezar el cartel electoral de los conservadores valencianos en 2027. Se trata de un reto mayúsculo, ya que, además de vencer las demandas de dimisión de la oposición y la ciudadanía, tendrá que imponer a los compañeros de partido que, o bien consideran que su presencia es un lastre y que cuanto antes lo asuma, mejor; o bien aspiran a ocupar su silla.
Entre quienes desconfían de las opciones de Mazón se encuentra el presidente de los populares españoles, Alberto Núñez Feijóo que, pese a dar el visto bueno al jefe del Consell para que intente remontar la situación, no parece muy convencido de que esto sea posible ni, incluso conveniente. Así lo ha evidenciado en sus declaraciones desde el pasado 29 de octubre en las que ha disimulado con dificultades su decepción por la respuesta del presidente valenciano el día de la catástrofe. Tanto es así, que el pasado domingo, y en una entrevista con El Confidencial, el político gallego admitió que Mazón ha dañado la marca del PP y calificó de error la ausencia del jefe del Consejo del comité de emergencias el día de las inundaciones Es por eso que pese a haber autorizado al dirigente valenciano a probar de revertir la situación, Feijóo recordó que quien decidirá quién será el candidato a la presidencia de la Generalitat será la dirección del PP español y que ésta tendrá un objetivo claro a la hora de tomar la decisión: "defender el éxito electoral"
A medio camino entre quienes desconfían de Mazón y quienes podrían ocupar su silla está el político valenciano con más poder en el PP de Madrid, Esteban González Pons, que, según ha podido saber el ARA, durante los primeros días la crisis de la DANA promovió la candidatura de la diputada y actual alcaldesa de Valencia, María José Catalá, para sustituir al dirigente alicantino. acuerdo, la dificultad de encontrar un repuesto solvente a Catalá en el consistorio y la necesidad de negociar el sustituto de Mazón con Vox, dado que el PP no tiene mayoría en Les Corts. Los populares saben que pactar con los ultras es ahora una tarea muy difícil –Vox abandonó el Consell en julio–. Y además, existe el incentivo electoral, ya que al partido de Santiago Abascal le podría interesar más unas nuevas elecciones y, así, rentabilizar el desprestigio de los conservadores tras una gestión de la catástrofe con muchas carencias.
Pocas opciones
Pero más allá de la predisposición de Vox, las posibilidades de encontrar una alternativa con garantías a Mazón de que no sea Catalá y que, por tanto, no debilite la posición del PP en una institución como el Ayuntamiento de Valencia, se empequeñecen. Quien en estos momentos ha quedado fuera de las quinielas es la vicepresidenta primera y portavoz del ejecutivo, Susana Camarero. El suyo fue un fichaje de última hora del jefe del Consell, que la rescató para la política después de que la madrileña le abandonara para trabajar en el sector privado. Mucho menos conocido por el gran público que Catalá o Camarero, pero sin grandes lazos, está el alcalde de Finestrat (Marina Baixa), secretario general del PP autonómico y portavoz en Les Corts, Juan Francisco Pérez Llorca. Se trata de una figura muy vinculada a Mazón y que podría asumir la presidencia si el actual jefe del Consell dimitiera. Lo que seguro que no le relevará es el nuevo vicepresidente segundo, el teniente general del ejército en la reserva, Francisco José Gan Pampols. Un detalle que no es menor, si Mazón, lo que pretendía con su designación es evitar potenciar figuras que puedan sustituirle.