Caso Koldo

Salvo en la batalla PSOE-PP por los contratos de la pandemia

Se constituyen las comisiones de investigación en el Senado y en el Congreso, donde planea la amenaza de las citas incómodas

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Koldo García después de declarar ante la Audiencia Nacional.

MadridYa hace más de un mes que las sospechas de corrupción en las contrataciones durante la pandemia, que planean tanto en el entorno del PSOE como del PP, marcan la agenda política y mediática en Madrid. El intercambio de acusaciones entre los dos principales partidos del Estado tendrá a partir de esta semana un foro específico en el que concretarse: las comisiones de investigación en el Congreso y en el Senado. La de la Cámara Baja, impulsada por los socialistas, quiere ampliar el foco más allá del caso Koldo, que les ha puesto en el punto de mira. Se constituirá este martes por la tarde para investigar los procesos de compra de todas las administraciones. Este lunes por la tarde ha sido el turno de su homóloga en la cámara alta: el Senado ha dado el pistoletazo de salida a la comisión de investigación que han promovido los populares, centrada en la trama que implica el ex asesor del ministro José Luis Ábalos. El PP amplió el objeto de la comisión para incluir otros casos de corrupción derivados con el objetivo de fiscalizar también los contactos de la mujer de Pedro Sánchez con empresarios.

Si bien esta semana se constituyen las dos comisiones, esto no implica que empiecen a trabajar de inmediato. La primera reunión tiene como objetivo designar a los miembros de las respectivas mesas. Una vez dado el paso, se dará un plazo a los grupos parlamentarios para proponer un calendario de trabajo y plantear quiénes quieren que comparezca. Si se es citado es obligatoria la asistencia, y ahí es donde se librará la batalla entre el PSOE y el PP. En el Senado, los populares tendrán vía libre para llamar a quienes quieran por el hecho de que tienen mayoría absoluta. En el Congreso, el PSOE deberá consensuarlo con los socios de la mayoría plurinacional, lo que puede comportar que tenga que comparecer algún nombre que no quiera. Un escenario que podría darse si los partidos independentistas lo imponen como condición para votar al resto de nombres que propongan los socialistas o hacen pinza con los populares.

PSOE y PP se han lanzado amenazas mutuas, pero mantienen la incógnita sobre el alcance de las citaciones, que prometen ser un arma arrojadiza y al mismo tiempo una estrategia defensiva. La portavoz de los socialistas, Esther Peña, rechazó este lunes adelantar la lista de nombres, pero apuntó a "responsables políticos y técnicos" de autonomías como Madrid o Galicia, "donde se han conocido los casos más escandalosos". Los socialistas no descartan hacer comparecer a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por el fraude fiscal vinculado a las comisiones en la venta de mascarillas por el que está investigado su compañero. Sumar ya ha confirmado que lo pedirá. También podría convocarse al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que presidía Galicia durante el inicio de la pandemia.

El PP contraatacará desde el Senado. Con el argumento de que el Congreso no puede ser el espacio donde se investigue hasta el fondo porque lo preside la expresidenta de Baleares Francina Armengol –que cerró un contrato con la empresa del caso Koldo cuando dirigía el Gobierno de las Islas–, los populares han rechazado apoyarlo. Han creado su propia comisión donde podrían hacer comparecer al presidente español, Pedro Sánchez, así como a ministros de su gobierno –ya retirados o también en activo, como Fernando Grande-Marlaska y Ángel Víctor Torres–. Armengol será una de las convocadas, según ha confirmado este lunes el portavoz del PP, Borja Sémper, que no ha avanzado ningún otro nombre ni ha descartado ninguna. Los populares se guardan también el as en la manga de Begoña Gómez, esposa de Sánchez, a la que utilizan como escudo ante los ataques a Ayuso por los negocios de su pareja.

Una decisión, la de convocar a Gómez, que puede suponer un antes y un después porque no hay precedentes de la citación de una pareja de un presidente español en activo en una comisión parlamentaria y porque tampoco está investigada por ninguno de los contactos que hacen sospechar al PP. En opinión de los populares, podría haberse producido un conflicto de intereses en la decisión del consejo de ministros –en el que participó Sánchez– de rescatar a Air Europa con fondos públicos durante la cóvid-19 porque meses antes Gómez se reunió junto al consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, propietaria de la aerolínea. El PSOE ha desmentido reiteradamente estas insinuaciones, aunque no ha negado los encuentros. "Quien debe rendir cuentas de las que hace Pedro Sánchez en relación a los negocios de su entorno es Pedro Sánchez", dijo la semana pasada el portavoz del PP, Borja Sémper, asegurando que señalan al líder socialista. Sémper ha insistido este lunes en pedir explicaciones a Sánchez, dejando la puerta abierta a citarle según lo que ocurra en las próximas semanas.

La campaña catalana

Otro elemento que va a entrar en las comisiones de investigación es la campaña electoral catalana. El 12-M estará presente, lo que denunció en sede parlamentaria al ministro de Transportes, Óscar Puente, porque Junts y ERC abrieron la puerta a convocar al candidato del PSC y ex ministro de Sanidad, Salvador Illa. "Le han sacado a pasear porque hay elecciones en Catalunya y eso pesa en su ánimo", criticó Puente, denunciando "equidistancia", en un debate hace dos miércoles sobre el caso Koldo en el Congreso. La diputada de Junts Pilar Calvo defendió que Isla "tiene el deber de dar explicaciones" porque "parece que no hubo control suficiente" en las contrataciones. "Tan grave es no saber cómo haberlo consentido", aseguró.

El republicano Francesc-Marc Álvaro también advirtió de que "todo el mundo tendrá que contar muchas cosas". El PP, que quiere que el líder del PSC se vea forzado a comparecer, calificó a Isla de "facilitador" de la trama Koldo. La portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, aseguró que habrá que investigar "caiga quien caiga y moleste a quien moleste" y desvinculó su formación de la disputa de un bipartidismo que se asocia con corrupción.

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