Sánchez defiende la amnistía para convencer a los independentistas de que "España es un buen país"

Madrid"España no se va a romper". Podrían ser palabras de Pedro Sánchez en el debate de investidura que ha arrancado este miércoles en el Congreso, pero son las primeras que pronunció en el discurso de hace casi cuatro años, cuando fue investido presidente tras pactar una mesa de diálogo con Esquerra . El escenario ha cambiado mucho y no ha cambiado tanto en ese tiempo. No ha cambiado tanto porque la espiral de represión judicial sigue, como cuando hace cuatro años la Junta Electoral inhabilitaba a Quim Torra coincidiendo con la investidura de Sánchez. Y sí cambió porque el PSOE registró una ley de amnistía que hasta hace poco rechazaba y que ahora el presidente español en funciones se vio obligado a acordar con el independentismo "para hacer de la necesidad virtud", en palabras suyas. Ahora bien, sigue existiendo una asignatura pendiente, que es la resolución del conflicto político.

"La amnistía puede ayudar a superar la fractura del 1 de octubre de 2017. Y que aquellos catalanes que se sienten independentistas vean que España es un buen país para ellos", ha manifestado el líder socialista como argumento para olvido judicial del Proceso. Se trata de un deseo totalmente contrario al de las formaciones que han pactado la amnistía y que votarán a favor de la investidura, Junts y ERC, que más allá de la desjudicialización también reclaman la autodeterminación. "Soy consciente de que pondrán sobre la mesa la autodeterminación y yo defenderé lo contrario": podría ser una frase de Sánchez de este miércoles, pero fue una respuesta a la entonces portavoz de Junts, Laura Borràs, en la investidura de hace cuatro años. Es también lo que firmaron Santos Cerdán y Jordi Turull hace unos días en Bruselas.

No debería sorprender que las razones de Sánchez para la amnistía sean la "concordia", una palabra que, apuntó, se pronuncia igual en todas las lenguas cooficiales del Estado, utilizadas por el candidato en su saludo inicial . En el preámbulo de la ley, ya queda patente que lo ha redactado el PSOE y que el objetivo de la medida es garantizar la "convivencia" y no un punto de partida para la autodeterminación, como plantea el independentismo. "También hay que hablar de votar, de referendo, que la gente pueda decidir el estatus político de Catalunya frente a una urna", ha pedido el portavoz republicano, Gabriel Rufián, en declaraciones a los medios.

Los motivos para la amnistía que Sánchez expuso durante casi veinte minutos iban especialmente encaminados a intentar convencer a la derecha. Y es que el debate ha llegado en un clima de hostilidad irrespirable para el candidato, con los jueces sublevados contra la amnistía y las referencias al lawfare, y las calles constantemente acogiendo movilizaciones convocadas por el PP, Vox y grupúsculos ultras que ya se han hecho suyas las concentraciones fascistas frente a la sede de Ferraz. Ante la amenaza de manifestaciones en los alrededores del Congreso, la Policía Nacional le ha blindado con 1.600 efectivos. Por el momento, las protestas han sido testimoniales, aunque podría haber más asistencia este jueves cuando se produzca la votación.

En el choque contra PP y Vox

Sánchez empezó su intervención expresando su respeto a los manifestantes pacíficos que ejercen sus derechos reconocidos en la Constitución, pero utilizó el argumento para señalar que la carta magna también prevé que el trámite de investidura está reglado y que la derecha no puede calificar de "ilegítimo" a un gobierno que conseguirá los votos tal y como marca la ley. A partir de ahí, la retahíla de ataques a PP y Vox han sido constantes, en una nueva muestra del líder socialista de que la época pide ir al choque contra "la ola reaccionaria".

"Existen dos alternativas", planteó. Una de ellas es la propuesta de las "derechas retrógradas que quieren desmantelar avances, que exuda clasismo, reniega de la conquista de derechos, del estado del bienestar, niega el cambio climático y desprecia a quien ama de manera diferente a ellos y excluyen formas de sentirse españoles", ha dicho. Sobre todo, criticó que el PP se haya sumado a la agenda de los "profetas del odio" representados por Vox, y recordó algunas de las medidas que ambas formaciones ya han tomado en gobiernos autonómicos y municipales.

En contraposición, Sánchez ha hecho un repaso de algunas de las medidas incluidas en el programa de gobierno con Sumar, con algunas novedades como la gratuidad del transporte público para menores, jóvenes y parados durante el 2024, con el compromiso de buscar alguna fórmula permanente para más adelante. Además, recordó que la condonación parcial de la deuda pactada con ERC, que provocó un alud de críticas por supuestos agravios, será aplicable para todas las comunidades autónomas con independencia de si están o no acogidas al fondo de liquidez autonómico.