Sánchez revertirá las reformas fiscales de Montoro que están bajo investigación
El presidente español asegura sentirse "fuerte" y con "tranquilidad" para encarar la segunda mitad de la legislatura
BarcelonaEl caso de presunta corrupción del exministro de Hacienda Cristóbal Montoro ha dado la vuelta al tablero político en España. El gobierno español se aferró a este escándalo para tomar aire, cambiar la agenda y alejar un poco el foco del caso Cerdán para poner en la palestra de nuevo la corrupción del PP. En medio de la gira por Latinoamérica, el presidente español, Pedro Sánchez, ha vuelto a la carga con una promesa sobre el caso Montoro: quiere acabar con los privilegios que podrían haber obtenido determinadas empresas en materia fiscal a raíz de las leyes impulsadas por el exministro.
Así lo ha explicado, según confirman fuentes gubernamentales, en una conversación informal con periodistas. El objetivo es revertir las reformas legislativas que llevó a cabo el exministro popular por, supuestamente, favorecer a las empresas que contrataban los servicios de su despacho, Equipo Económico. Sánchez ha explicado que lo que pretende hacer el ejecutivo es un análisis pormenorizado de las leyes que impulsó Montoro y, a partir de ahí, valorar qué acciones hay que tomar. Hasta ahora el ministerio de Hacienda, que lidera a María Jesús Montero, había asegurado que "se miraría" esta cuestión. Fuentes del ministerio afirman que todavía no pueden determinar exactamente qué artículos debería modificarse ni si continúan en vigor. En cualquier caso, las tasas que el sumario pone en el punto de mira son el impuesto sobre la electricidad, que se habría rebajado para algunos sectores un 85%, y el impuesto de actividades económicas, que se habría flexibilizado.
Esta iniciativa no ha dejado indiferente al PP, que ha respondido cargando contra el ejecutivo estatal. En una visita a Barcelona, el secretario general de los populares, Miguel Tellado, aseguró este jueves en una rueda de prensa que esta revisión legislativa anunciada es una "cortina de humo" cuyo objetivo es "no hablar de los casos de corrupción que asedian y rodean al gobierno de España". Aunque criticó la supuesta estrategia socialista de tratar "cualquier cosa" como el caso Montoro para intentar desviar la atención de la presunta corrupción de su partido, no cerró la puerta a esta propuesta concreta. "Si quieren llevar alguna ley al Congreso, que la lleven, la estudiaremos y veremos qué es lo que proponen en esta legislación", espetó.
Al margen de esta cuestión, el líder socialista también ha asegurado que se siente "fuerte" y con "tranquilidad" para encarar la segunda mitad de la legislatura. Incluso ha dicho que en la primera legislatura el ejecutivo ganó el 90% de las votaciones, en la segunda un 89% y que en la actual un 86%, unos datos que dice que son muy similares y que avalarían su gestión, a su juicio. Una diagnosis opuesta a la del PP, que ha vuelto a señalar la debilidad de la mayoría de la investidura, como ocurrió con el fracasado decreto antiapagones esta semana (que tumbaron al PP y Vox, pero también a Junts y Podemos) oa la falta de presupuestos del Estado. Precisamente, Tellado ha dicho que la semana "no ha podido ser más letal" y ha dibujado un gobierno "más hundido que nunca". De este modo, pidió elecciones en otoño para acabar con la degeneración política de Sánchez, a quien el miércoles desde Cornellà acusó de liderar una "banda criminal". "La amenaza a la democracia es él", ha llegado a decir de nuevo este jueves desde Barcelona, concluyendo que como "no respeta a la democracia", "no convocará" elecciones.
Gira a Latinoamérica
Desde Paraguay, Sánchez ha afirmado que no se trata de "competir" con el PP en casos de corrupción, ya que los populares "ganan por goleada", sino que lo que hace falta es combatir el problema. Unas declaraciones que pueden entenderse como un guiño a sus socios de legislatura, que a raíz del caso Cerdán le han reclamado en varias ocasiones que no utilice el argumento del "y tú más" y se centre en impulsar medidas contra esta cuestión.
El presidente del gobierno español, en pleno ecuador de la legislatura, también ha querido sacar pecho de su gestión durante estos primeros dos años. Aseguró que "el apocalipsis" que anuncia el PP sigue sin llegar y aseguró que ha cumplido el 45 por ciento de los objetivos que se marcó el gobierno español. Sánchez espera que esta gestión dé frutos y le permita revertir el deshinchamiento del PSOE en las encuestas: "La democracia no es demoscopia", ha dicho.