Serret deja el cargo de delegada del Govern ante la Unión Europea para ser diputada

Todavía es incierto cómo ejercerá el voto en los plenos y en las comisiones, puesto que no puede volver a Catalunya sin riesgo de ser detenida

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QUIM BERTOMEU
2 min
La ya exdelegada del Gobierno  ante la UE Meritxell Serret en una imagen de archivo.

BarcelonaA pesar de que las negociaciones para desencallar la legislatura todavía no están cerradas, ayer ya se produjo un primer cambio en la estructura de la Generalitat. La ex consellera Meritxell Serret, exiliada en Bruselas desde el otoño del 2017, anunció que deja el cargo de delegada del Govern ante la Unión Europea, que ejercía desde junio del 2018. Lo hace para asumir su nuevo papel como diputada del Parlament. Serret entró en las listas de ERC de las elecciones del 14 de febrero en el último momento, cuando saltó el número dos por Lleida y conseller, Bernat Solé, después de ser inhabilitado por la justicia por haber colaborado con la organización del 1-O cuando era alcalde, una sentencia que todavía no es firme. Entonces la duda que se generó era si la presencia de Serret en la candidatura era simbólica para denunciar la represión o si ejercería como parlamentaria una vez hechos los comicios. Pues bien, ya hace unos días que la incógnita se empezó a resolver cuando trascendió que Serret había hecho todos los trámites para coger el escaño y ayer quedó certificada cuando anunció que dejaba la delegación para centrarse plenamente en el trabajo de parlamentaria. “Ha sido un viaje apasionante, seguiré trabajando desde el Parlament para seguir posicionando a Catalunya como socio proactivo en la UE”, expuso.

Sobre su futura tarea en la cámara solo sobrevuela una incertidumbre, y es cómo ejercerá el voto en los plenos y en las comisiones, puesto que no puede volver a Catalunya sin riesgo de ser detenida. Tiene un elemento a su favor y es que el Parlament, con la pandemia, ha puesto en marcha el voto telemático para que sus diputados puedan votar a distancia, con lo cual solo se le tendría que aplicar lo mismo. También podría explorar una delegación del voto, como ya hicieron los presos políticos el anterior mandato. Sea como sea, la decisión recaerá en la próxima mesa del Parlament, que, si no hay una sorpresa mayúscula, tendrá mayoría independentista y será favorable a los intereses de Serret. En su misma situación está el ex conseller Lluís Puig, también exiliado y diputado. En el pleno en el que por ahora tienen complicado votar es en el del próximo viernes, que inaugura el mandato. Entonces se constituye una mesa provisional solo para ese día que no tendrá mayoría independentista y que difícilmente facilitará que voten.

Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Toni Comín en una imagen de archivo
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