“¿De verdad todavía hay mayoría independentista en el Parlament?”

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BarcelonaSalvador Illa (la Roca del Vallès, 1966) es el nuevo líder del PSC en Catalunya y se presenta como alternativa al gobierno independentista con el que, aun así, defiende que el PSC tiene que poder pactar en los grandes temas de país.

¿Por qué el PSC se puede entender con el Govern para desbloquear la CCMA o el CAC y no, en cambio, para aprobar los presupuestos?

— No creo que esto sea imputable al PSC. Nosotros hemos tenido siempre una actitud de mano tendida. Mire, yo creo que el mejor servicio que puede hacer en este momento el PSC a Catalunya y a España es el de construir una alternativa a un gobierno que no está a la altura de lo que la sociedad catalana necesita. Creo que los primeros seis meses de este gobierno han puesto de manifiesto su fragilidad y la falta de una agenda ambiciosa, que es lo que Catalunya necesita. Estamos construyendo la alternativa, por eso hemos hecho un gobierno alternativo de Catalunya, por eso intentamos hacer propuestas. Ahora bien, esto no nos impide tender la mano y llegar a acuerdos en materia de renovación de 112 cargos que estaban pendientes. En materia de presupuestos, fueron otros los que legítimamente creyeron que no era necesaria hablar con el primer partido del Parlament. Yo creo que fue un error, porque habría sido mejor tener unos presupuestos de apoyo amplio.

¿Entiende que con la renovación de cargos se pueda hablar de reparto de sillas entre partidos?

— Con todo el respeto por las personas que opinan así, si no se llega a un acuerdo se critica que no se llega a un acuerdo y si se llega a un acuerdo se critica porque se llega a un acuerdo. Hemos propuesto a unas personas que todas tienen una competencia probada para poder desarrollar su trabajo, todas con una reputación profesional y unos conocimientos que las hacen idóneas para hacer esta labor. Y en el caso de la CCMA no solo hay un acuerdo sobre las personas, sino que hay un acuerdo sobre qué se tiene que hacer para su sostenibilidad económica, para que vuelva a estar en la vanguardia tecnológica y también para que se oiga pluralidad de opiniones.

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, entrevistado por el diario ARA

Usted hablaba hace un momento de ganar serenidad en el ámbito público. ¿Se ha reunido con Oriol Junqueras o con Carles Puigdemont o no son sus interlocutores naturales en este momento?

— Mis interlocutores naturales son los presidentes de los grupos parlamentarios, los responsables de las diferentes formaciones políticas, y me he reunido con todo el mundo que ha querido tener interlocución conmigo y con el PSC. Pero me tiene que permitir un punto de discreción.

¿Se ve con todo el mundo, pues?

— Siempre tiene que haber espacios de diálogo, y no tengo inconveniente en contrastar ni en confrontar ideas con quien las tiene diferentes. Hay diálogo que tiene que ser público, y también espacios de conversación más discretos. Por cierto, que el gran pesar que tengo del 2021 que me gustaría que se corrigiera en 2022 es que no se ha abierto un diálogo en Catalunya, entre catalanes. Yo formaba parte del equipo negociador con ERC para la investidura de Pedro Sánchez y llegamos a un acuerdo para abrir un proceso de diálogo con tres patas. Una era la Comisión Bilateral prevista en la legislación vigente que ya se ha estado reuniendo. Una segunda pata era la mesa entre gobiernos, que también se ha puesto en marcha, y una tercera, que ya funcionaba en ese momento, era la mesa de partidos catalanes que había convocado el señor Torra con una propuesta parlamentaria del PSC que se acordó que seguiría vigente.

¿Cuándo se reunirá la mesa de diálogo y cuáles son los temas que hay encima de la mesa?

— Esto no me corresponde a mí decirlo. No le escondo que tengo información de cómo evolucionan las cosas, pero quiero ser muy cuidadoso, y esto corresponde anunciarlo a los que protagonizan este diálogo. A mí lo que me corresponde es pedir que se cumpla el acuerdo al que llegamos y que la tercera pata, que es la del diálogo entre partidos en Catalunya, se ponga en marcha.

El president de la Generalitat habló el día de Sant Esteve de construir alternativas si esta mesa de diálogo no tenía éxito.

— Si uno se sienta a dialogar, lo que tiene que hacer es poner toda la energía, todo el énfasis para que el diálogo funcione, y no plantear ya escenarios en los que esto no funcionará. ¿Hay algún camino, pregunto, diferente al del entendimiento? Si existe, ¿cuál es? Lo que se ha intentado ya hemos visto que no ha llevado nada bueno para Catalunya en estos últimos diez años ni a nivel económico, ni de prestigio institucional ni de convivencia.

Salvador Illa entrevistado por el diario ARA.

Después de los indultos, ¿el proceso soberanista es para los socialistas una “carpeta aparcada”?

— Hay gente en Catalunya que sigue pensando, y tienen todo el derecho a hacerlo, que la independencia es el camino. A mí me parece que estas posturas cada vez tienen menos apoyo dentro de la sociedad catalana y que lo que hemos aprendido a raíz de la pandemia es que lo que conviene es trabajar juntos. Por eso nosotros hemos señalado cuatro prioridades en nuestro gobierno alternativo. La primera, la reactivación de la economía y generar prosperidad para todo el mundo, sin dejar a nadie atrás. El segundo eje sería una mejora del autogobierno, que internamente hemos encargado a Meritxell Batet a través de una secretaría específica. El tercero es la financiación autonómica, de la cual tenemos una opinión crítica sobre cómo está abordando el tema el gobierno Aragonès. Hay comunidades autónomas, como por ejemplo la valenciana, muy activas en la defensa de la renovación de este sistema de financiación y en defender los intereses de su comunidad. Y el cuarto eje es que se tiene que garantizar la seguridad en los barrios y las ciudades de Catalunya.

En cuanto a la financiación, ¿el PSC está a favor de introducir el componente del coste de la vida?

— Es una opción. Nosotros hemos empezado a trabajar con algunos papeles técnicos en este sentido, pero lo primero que pedimos es que el gobierno de Catalunya esté presente.

El 'conseller' Giró ha dicho que estará.

— Sí, pero hasta ahora Catalunya no ha estado, y esto es grave. Veremos cuál es el compromiso del president. Y creo que se tiene que tener en cuenta, efectivamente, el diferente coste de la vida, los temas de población ajustada y todo lo que se llama reparto horizontal de los recursos. No defiendo ningún privilegio, pero sí que Catalunya tenga los recursos que tiene que tener.

Dice que la prioridad para la sociedad catalana no es el Procés, pero, en cambio, hay una mayoría parlamentaria soberanista.

— ¿De verdad está, esta mayoría? No teníamos confianza en esta fórmula de gobierno, pero nos ha sorprendido que haya durado tanto poco y que en seis meses ya haya evidenciado las debilidades internas del propio gobierno y de la mayoría parlamentaria, que se ha roto en un momento en el que se necesita estabilidad.

Uno de los temas pendientes es la situación de los líderes independentistas en el exilio. ¿En este caso también haría falta serenidad para llegar a un acuerdo?

— Serenidad siempre, pero lo primero que hace falta, desde mi punto de vista, es que todo el mundo haga frente a las responsabilidades que contrajo. Algunas de las personas que tomaron las decisiones como miembros del Govern ya han afrontado las consecuencias judiciales. Solo le puedo decir un hecho cierto, que es que nosotros respetaremos y acataremos todas las decisiones judiciales, las que nos gusten más y las que nos gusten menos, como hemos hecho siempre.

¿Llegarán a un acuerdo con el gobierno en un tema tan importante como es la lengua?

— Nosotros estamos dispuestos a ello. Nos posicionamos en la defensa del catalán como centro de gravedad, lengua vehicular de la escuela. Ahora bien, no se puede llegar a un acuerdo en base a incumplir resoluciones judiciales. Que aparte de la lengua y la literatura castellana se haga una materia más en castellano no pone en riesgo que el catalán sea lengua vehicular.

¿Tienen que ser los jueces los que decidan qué idioma se habla en la escuela?

— Si el trabajo no se ha hecho antes, sí. El señor Bargalló hizo una propuesta que va bastante en la línea de lo que pensamos nosotros, y algunos lo quisieron boicotear porque hay personas que piensan que en Catalunya defender el catalán quiere decir atacar el castellano y que tiene que haber monolingüismo de catalán en la escuela. Hay que introducir serenidad y apartar del foco a los centros escolares, cosa que lamento que no se haya hecho con el ejemplo de Canet de Mar.

Los contagios se multiplican en la sexta oleada de la pandemia. ¿Usted ha conseguido evitar el covid?

— De momento, sí. Afortunadamente, siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias y cumpliendo las normas (mascarilla, distancia interpersonal y limpieza frecuente de las manos).

¿A las puertas de volver a la escuela vamos hacia una situación de inmunidad mayoritaria con una variante menos agresiva?

— Esto parece, según dicen los expertos, pero aquí el camino a seguir es el de la vacunación. Aquí y en todo el mundo, porque también hay una responsabilidad de los países de suministrar vacunas a los que no han tenido acceso a las dosis necesarias. Es una pandemia mundial y, por lo tanto, si no llegamos a ciertas ratios de vacunación y de inmunidad en todo el mundo hay el riesgo de nuevas variantes. En cualquier caso, ahora ya estamos en una sexta oleada y se tiene que hacer también un llamamiento a la prudencia para que toda la población siga las recomendaciones y las disposiciones de las autoridades sanitarias.

¿Cómo se puede concretar este movimiento de solidaridad con los países que no están vacunados?

— A través de los mecanismos establecidos. España ha hecho una contribución muy importante de dosis de vacunas a terceros países. Además, está el mecanismo Covax, en el que participamos también desde España junto a la Unión Europea.

Los porcentajes previstos por Covax no se están cumpliendo.

— No se están cumpliendo efectivamente los objetivos marcados, pero es el mecanismo que tenemos que seguir para poder poner a disposición de estos países las vacunas necesarias. Yo creo que es muy importante que aboguemos y trabajemos por un esfuerzo de solidaridad en esta materia.

¿Qué le parece el posible regreso del rey Juan Carlos I a España?

— Él ha cometido errores en la etapa final de su tarea pública. El jefe de estado actual está haciendo su trabajo con rigor, profesionalidad y atendiéndose al papel que le corresponde, y el rey emérito no tiene que tener ni ningún privilegio ni ningún perjuicio por ser quien es.

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