El traspaso de Cercanías empezará por la R1 en enero de 2025
Estado y Generalitat acuerdan que sea la Comisión Mixta de Asuntos Económicos quien establezca cómo se pagará el déficit de explotación
MadridLa línea del Maresme, la R1, será el conejito de Indias del traspaso de Cercanías a la Generalitat en lo que se refiere a la infraestructura (vías, señales, estaciones y seguridad). A partir de enero del 2025 se iniciará el camino para empezar a traspasar la infraestructura, tal y como han acordado el ministerio de Transportes y la Generalitat este jueves, en una nueva reunión de seguimiento del acuerdo para el traspaso de Cercanías al que van llegar el PSOE y ERC el pasado año en el marco de la investidura de Pedro Sánchez. Ahora el encuentro se enmarca en plenas negociaciones entre ERC y el PSC cara a una posible investidura de Salvador Illa como presidente. De hecho, los republicanos exigen, entre otras cuestiones, avances en esta materia.
Sea como fuere, cuando se acordó el traspaso de Cercanías ya se estableció que el R1 sería una de las primeras líneas en explorarlo. Más adelante, a partir de diciembre de 2025, será el turno de la línea R3 (Papiol-Hospitalet-Vic-Puigcerdà) y la R2 (Sant Vicenç de Calders), según ha detallado el departamento de Territori en un comunicado.
El paso adelante de este jueves, sin embargo, no se puede traducir con que a partir de enero de 2025 la línea R1 (la infraestructura) estará gestionada y bajo titularidad de la futura empresa pública formada por el Estado y la Generalitat (Cercanías Catalunya), que debe sustituir a Renfe, el operador actual. Lo que ocurrirá a partir de enero es que se empezará a analizar toda la documentación que afecta a la infraestructura de la línea, y en función del trabajo que se haya hecho hasta entonces se podrá avanzar más o menos rápidamente en el traspaso.
Fuentes del departamento de Territori dan por hecho que el traspaso de la infraestructura afectará a toda la línea, pero fuentes ferroviarias consultadas por el ARA recuerdan que este es un elemento "complejo" y que habrá que ver "cada cosa". Las mismas fuentes explican al ARA que, aunque la R1 es una de las líneas más "puras", deberá verse, por ejemplo, si algún tramo afecta al transporte de mercancías, entre otras cuestiones. De este modo, más que un traspaso de la línea volverían a entrar en juego los "tramos", al menos en lo que respecta a las vías. Con todo, cabe recordar que por ahora no está claro quién ocupará la Generalitat en enero del próximo año.
Dinero, pendientes de definir
De la reunión de hoy también ha salido un "principio de acuerdo", en palabras del ministerio y de la conselleria, para poner en negro sobre blanco la anualidad del déficit de explotación (el dinero de lo que cuesta mantener el servicio de Cercanías) correspondiente al año 2023. La cifra, pero sobre todo cómo se abonará, será un elemento que se acordará en el marco de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos entre el Estado y la Generalitat. Ni el ministerio de Transportes ni la conselleria de Territori detallaron cuándo se convocará esta comisión. En cuanto a la cifra concreta, fuentes de ambas administraciones aseguran al ARA que todavía no se ha concretado. En todo caso, cuando se acordó el traspaso, fuentes del Govern apuntaban a que este año deberían pagarse unos 335 millones de euros. Las próximas anualidades se calcularán año a año a través de una comisión entre el Estado y la Generalitat.