Mesa de diálogo

Junts da por liquidada la mesa de diálogo

Protege a Borràs para mantenerla en la presidencia si es condenada por corrupción

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El secretario general de Juntos, Jordi Turull, al congreso de l'Hospitalet de Llobregat

Hospitalet de LlobregatSi alguien tenía alguna duda, este sábado se ha acabado de desvanecer: Junts per Catalunya no asistirá a la reunión de la mesa de diálogo de finales de julio y da esta estrategia por liquidada, a pesar de que Esquerra –socio de Govern– ha pactado con la Moncloa dos reuniones antes de acabar el año. El encargado de verbalizarlo ha sido el secretario general, Jordi Turull, en la última etapa del proceso congresual que empezó en Argelers con el paso junto a Carles Puigdemont y Jordi Sànchez y que acaba este fin de semana en Hospitalet de Llobregat con la aprobación de una nueva hoja de ruta política. "No haremos de socorristas del PSOE [...] Más que una mesa de diálogo es un grupo de WhatsApp: quedan en que quedarán para volver a quedar", ha expresado Turull, para sentenciar: "No nos dejaremos arrastrar por un canto de sirena envenenado y malintencionado".

Según Turull, la mesa de negociación solo responde a los intereses de los socialistas, como por ejemplo aprobar los presupuestos del Estado, y no sirve para tratar el conflicto político. De este modo, ha descartado que Junts se incorpore al rumbo de los republicanos, teniendo en cuenta –ha recordado– que ni el president Pere Aragonès ni la Moncloa aceptan la delegación con miembros de fuera del Govern que propusieron –Turull, Jordi Sànchez, Míriam Nogueras y Jordi Puigneró– y que no se hablará, ha dicho, ni "de amnistía" ni de "autodeterminación".

Las palabras del secretario general responden a la ponencia política que se ha aprobado por unanimidad este sábado en comisión y que ratificará el pleno del congreso este domingo. Expresa que la mesa de diálogo ha sido una estrategia "perjudicial" porque no ha dado resultado, "desmoviliza" el independentismo y, además, manda un mensaje "erróneo" al exterior que el conflicto se está resolviendo. Por este motivo, apuestan porque el 1 de Octubre de este año sea un "punto de inflexión" para "culminar la independencia". ¿Qué? No se ha definido y se ha asegurado que se tiene que hablar con el resto de los actores independentistas para concretarlo.

La respuesta de ERC ha llegado este mismo sábado: Oriol Junqueras, desde Sant Sadurní d'Anoia, ha replicado que no se dejarán "intimidar por aquellos a quien los da pereza defender los derechos del país en todas partes", y ha defendido otra vez la negociación con el Estado. Una estrategia que también ha celebrado el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, a pesar de que ha insistido a Aragonés en que también convoque la mesa de diálogo de partidos catalanes.

La líder de Junts, Laura Borràs, con el secretario general, Jordi Turull.

A raíz de estas divergencias estratégicas con Esquerra, Junts mantiene en el rumbo político la posibilidad de hacer una consulta para salir del Govern, pero sin fechas y en función del resultado de la auditoría que está elaborando sobre el pacto de legislatura con Esquerra, que se conocerá en septiembre. De este modo ha quedado el mismo redactado de la ponencia que presentó la dirección: no se han incorporado ni las enmiendas que pedían hacer una votación ya en septiembre ni tampoco las que instaban a sacar la posibilidad de romper la coalición de la hoja de ruta.

Por otro lado, en el capítulo de temas que tensionan al ejecutivo, la semana ha estado marcada por el escrito de la Fiscalía contra Borràs –que le pide 6 años de prisión y 21 de inhabilitación por el caso de la Institución de las Letras Catalanas–, una causa que también ha tenido un reflejo en el congreso. Turull lo ha puesto en el mismo saco que la operación Catalunya contra el exalcalde Xavier Trias y el expresidente Artur Mas, mientras que la líder de Junts ha agradecido a la militancia no haber demostrado "'inhumanidad" y "indiferencia" con el apoyo que le han prestado.

Pensando precisamente en la situación de Borràs, se ha incorporado en los estatutos de Junts una excepción para protegerla como presidenta si es condenada. La ponencia especifica que se tienen que suspender a los militantes condenados por delitos de corrupción, pero que esto no se aplicará en los casos de lawfare, que es lo que Junts considera que le pasa a Borràs: "Es represión", han insistido este sábado. Había una enmienda del Berguedà para intentar eliminar esta excepción, pero finalmente se ha retirado.

La líder de Junts y presidenta del Parlament, Laura Borràs, en el congreso de Junts en Hospitalet de Llobregat.

No se vetan los pactos con el PSC

En cuanto a la ponencia municipal, se ha conseguido un entendimiento entre las dos almas. El texto prevé que Junts pactará de forma "muy prioritaria" con las formaciones independentistas, pero no excluye la posibilidad de pactar con el PSC. En el caso del acuerdo en la Diputación de Barcelona con los socialistas, pues, se ha optado por el equilibrio: se ha acordado que "se evaluará" antes de las cercanas municipales, pero se evitará para ahora romperlo. Sin embargo, el punto medio entre los sectores no ha reinado del mismo modo en términos ideológicos. En la ponencia sectorial se ha impuesto el alma más liberal. Por amplia mayoría se ha aprobado suprimir el impuesto de sucesiones y rebajar del 50 al 45% la tributación del tramo más alto del IRPF y se ha arreciado el compromiso con la OTAN.

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