La vía abierta entre Junts y Esquerra

El exvicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y el presidente Puigdemont este miércoles en la puerta de la Casa de la República, en Waterloo
Act. hace 10 min
Subjefe de Política
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BarcelonaLa semana empezó con Míriam Nogueras haciendo un reclamo en Esquerra: unidad en Madrid. No es una nueva petición desde Junts; de hecho, ha sido recurrente en este espacio desde su nacimiento, pero sí representa una novedad respecto al discurso que los junteros han tenido desde que son clave en el Congreso de los Diputados. A partir de 2023, con los siete diputados preciados de Junts siendo clave en Madrid, la estrategia de los de Nogueras se caracterizó precisamente por intentar diferenciarse de los republicanos y, en concreto, de Gabriel Rufián. No fueron los únicos que dieron el giro, sino que Esquerra, que también había negociado en solitario en la legislatura 2019-2023, flirteó también brevemente con la idea de la unidad. Una unidad que posiblemente ahora sea más difícil que nunca.

Si hay algún espacio en el que los dos partidos independentistas están mal avenidos está en Madrid. Míriam Nogueras y Gabriel Rufián representan una suerte de personalidades antitéticas. Su feeling personal tiende a cero y sus reproches públicos no son comparables a ningún otro tándem político previo en el mundo soberanista. Ahora bien, sí que hay un hilo de comunicación, que no pelotan ni Rufián ni Nogueras: la reforma del sistema de financiación. Los republicanos y el PSOE están avanzando en el nuevo modelo, del que podrán conocerse detalles (si nada se rompe) a principios de enero, pero para que salga adelante son imprescindibles los votos de los de Puigdemont en el Congreso de los Diputados.

"Son contactos preliminares", apuntan fuentes conocedoras, es decir, una especie de conversaciones previas a las que habrá si PSOE y Esquerra cierran el modelo de financiación. ¿Quiere decir esto que Junts está al corriente del estado de las negociaciones sobre el modelo de financiación? En ningún caso. No existe un traspaso de información sobre el detalle de la negociación con el PSOE, pero sí un trato entre ambos grupos que va "más allá de la cortesía parlamentaria", apunta otra fuente. Un ejemplo: Esquerra no ha iniciado los mismos contactos con otros grupos de la mayoría plurinacional, que también serán necesarios. O otro: cuando los de Oriol Junqueras decidieron presentar en solitario en el Congreso la ley para recaudar el IRPF desde Catalunya para presionar al PSOE, antes de hacerlo público, avisaron a Junts; e hicieron lo mismo cuando la retiraron. O otro detalle: ha habido cierto fair play en el Parlament en algunas votaciones en materia de financiación, donde Esquerra no ha votado en contra de algunas resoluciones presentadas por los junteros.

Los nombres clave aquí son el de Lluís Salvadó, que pilota la negociación de ERC y el PSOE en materia de financiación, y Toni Castellà, que es el portavoz de Junts en materia económica en el Parlament. También han sido caras de esta interlocución más amable Albert Batet, que ahora ha pasado a ser adjunto de Carles Puigdemont en el partido, y Josep Maria Jové (ERC).

Sin soportes

Sea como fuere, la interlocución abierta no implica que Junts se plantee apoyar la financiación singular. Tampoco Esquerra lo espera. De hecho, los republicanos asumen que una vez presenten el pacto, si acaban cerrándolo, habrá una actitud de desprecio por parte de los de Puigdemont. Y desde Junts ya avisan de que no apoyarán si no es un sistema que salga del régimen común. En cualquier caso, ambos tendrán un dilema: Esquerra deberá decidir si pacta finalmente un modelo de financiación con el PSOE que da más dinero a Catalunya y quizá garantizar la ordinalidad, pero que se parece poco al pacto de financiación singular que rubricaron con el PSC porque no será la Generalitat quien recaudará por ahora todos los impuestos. Y Junts también tendrá que decidir si vota 'no' a más de 4.000 millones de euros adicionales para financiar la Generalitat.

La chistorra del PP

El PP aprovecha cualquier ocasión para escarbar en los casos de presunta corrupción que rodean a Pedro Sánchez, también la Copa de Navidad. Optó por ofrecer chistorra, que es el nombre en clave que según la Guardia Civil utilizaba Koldo García en las conversaciones interceptadas por la UCO para referirse a los billetes de 500 euros. La policía cree que de los 100 le llamaban 'lechuga'.

Cuando la Eurocámara es como el Congreso

Esta semana los populares han llevado a los casos de presunto acoso sexual en el PSOE en la Eurocámara, donde se ha reproducido el mismo debate que en el Congreso. Hasta el punto de que sólo se oía castellano. Cuando tomó la palabra el primer extranjero, un socialista belga, advirtió: "Hablaré en inglés para recordar que estamos en el Parlamento Europeo".

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