Una vía de defensa para la anterior mesa del Parlament

La resolución del 1-O se modificó para esquivar al Tribunal Constitucional

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Roger Torrent, Josep Costa y Eusebi Campdepadrós, en una imagen de archivo.

BarcelonaLa Fiscalía interpuso una querella contra los miembros independentistas de la anterior mesa del Parlament por admitir a trámite una resolución de respuesta a la sentencia del 1 de octubre -que también hablaba de la monarquía- y una moción sobre la autodeterminación impulsada por la CUP. Acusa de desobediencia a Roger Torrent (ERC), Josep Costa (JxCat), Eusebi Campdepadrós (JxCat) y Adriana Delgado (ERC) por no hacer caso de las advertencias del Tribunal Constitucional (TC), que les atribuye el deber de no tramitar resoluciones relacionadas con el Procés. Ahora bien, en los dos casos que han motivado la querella, la mesa evitó contradecir de forma explícita los requerimientos del Constitucional: suspendió el trámite de la resolución del 1-O cuando se lo indicó el tribunal y se acabó aprobando un texto diferente del original; y en el caso de la moción de la CUP se aceleró el pleno del Parlament para aprobar el texto antes de que llegara el aviso del TC.

La astucia no ha servido para ahorrarse la acción de la Fiscalía, pero abre una estrategia de defensa ante el TSJC.

Dudas de los letrados

En el expediente de 275 páginas sobre la resolución del 1-O que el Parlament envió a la Fiscalía, al cual ha tenido acceso el ARA, consta que la mesa admitió a trámite el texto de JxCat, ERC y la CUP, en la que se “reiteraba” la reprobación de la monarquía y la defensa de la autodeterminación. Ahora bien, también consta la suspensión de este trámite cuando el Parlament recibió el requerimiento del TC, un hecho que la Fiscalía ignora en su querella.

Para esquivar el veto, los partidos independentistas presentaron nuevas enmiendas que denunciaban la “censura” del TC al texto prohibido y lo reproducían de forma literal. La virtud del movimiento era que esto abría un trámite nuevo sobre el cual no recaían avisos y que, incluso el secretario general de la cámara, Xavier Muro, dudó que se tuviera que frenar por su contenido. En el acta de reunión de la mesa que consta en el expediente se reproduce que Muro opinó que las enmiendas cambiaban el sentido del texto y no veía con malos ojos su tramitación. Dijo: “[Con la resolución] No se quiere evidenciar ninguna declaración de voluntad de la cámara [sobre la autodeterminación], sino meramente criticar una decisión del Tribunal Constitucional. En este sentido, hay varios precedentes de resoluciones críticas con el TC aprobadas, sin que se hayan derivado consecuencias”. Aun así, no descartaba futuras advertencias. JxCat y ERC admitieron a trámite las enmiendas y se opusieron Cs y el PSC. Así pues, el texto que se votó en la cámara catalana fue diferente al que había suspendido el TC unos días antes.

La carrera contra el TC

En la moción sobre la autodeterminación de la CUP también se esquivó el veto del Constitucional. El gobierno español impugnó la admisión a trámite, pero el presidente del Parlament, Roger Torrent, aceleró el pleno para poder votar el texto antes de que llegara el requerimiento explícito del tribunal. Lo consiguió solo por tres minutos de diferencia: la votación en el pleno se produjo antes de que llegara el correo del TC. Fuentes jurídicas del Parlament señalan al ARA que esto evidencia la “carencia de sentido” de hacer actuar a la mesa de órgano “censor” de la cámara y que intentarán demostrarlo en sede judicial. No tanto con el objetivo de ganar ante la justicia española, sino pensando en un futuro recurso en Estrasburgo.

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