La gobernabilidad del Estado

Yolanda Díaz lucha por no acabar eclipsada

Sumar pugna con el PSOE por abanderar el apoyo a Palestina o la regeneración democrática

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Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el congreso

MadridAl día siguiente de que Pedro Sánchez anunciara que no dimitía, Yolanda Díaz rechazó respaldar las teorías que apuntaban a los cinco días de reflexión como una estrategia para debilitar el espacio a la izquierda del PSOE. Ahora bien, independientemente de cuál fuera la intención del presidente del gobierno español, uno de los efectos colaterales de su paro momentáneo fue restar protagonismo al socio minoritario de la coalición a las puertas de dos elecciones. Pese a expresar respeto hacia el movimiento de Sánchez, la reacción de la líder de Sumar ha sido elevar públicamente el nivel de exigencia y reclamar "llenar de contenido" el "punto y aparte" que el secretario general socialista se comprometió a liderar, en un intento de evitar quedar eclipsada.

Desde entonces, Sumar ha pulsado el acelerador y acentúa el mensaje de que el partido minoritario de la coalición es el que garantiza la transformación. "Somos como el pequeño pulmón del gobierno de España", decía Díaz este martes en RNE. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo defiende que es Sumar quien tiene "ideas innovadoras" y garantiza que se impulsen medidas que "mejoran la vida de la gente". En la misma línea, el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, ha subrayado reiteradamente en las últimas semanas la idea de que son "la formación que empuja y marca el ritmo" de la coalición. "En el PSOE todo son retrasos y excusas", decía en una comparecencia hace dos jueves para anunciar el registro en solitario de una propuesta de reforma de la ley mordaza.

Esta iniciativa legislativa no rubricada por los socialistas –para el PSOE es una carpeta incómoda– es una de las patas que Sumar considera que debe tener esa promesa regeneración democrática del Estado, y que les sirve para marcar perfil propio. "Vendrán más cosas", advertían fuentes de Sumar, que esta semana también ha registrado en la Cámara Baja una proposición de ley para eliminar los visados ​​de oro en extranjero ricos, yendo más allá de lo que había anunciado Sánchez hace mes y medio. "El PSOE anunció un estudio sobre los visados ​​de oro, Sumar registra una ley para eliminar ese privilegio de inmediato", remarcaba Errejón, lo que apuntalaba la sensación de competición interna dentro de la coalición progresista.

Este viernes Díaz también anunciaba concreciones en la negociación con los agentes sociales de una de las propuestas estrella de Sumar esta legislatura: la reducción de la jornada laboral. El 31 de mayo "se desarrollará de forma directa" la mesa con sindicatos y patronal, explicó. "¿Se reduciría la jornada laboral si Sumar no estuviera? Ya le digo yo que no", decía tres días antes en la radio pública española. Más allá de las medidas sociales y de regeneración democrática, la pugna con el PSOE también se da por ver quién abandera la causa palestina, con la desventaja de que son los socialistas los que tienen las competencias en política exterior.

El reconocimiento de Palestina

Sánchez se ha convertido en una de las caras visibles a nivel internacional del impulso europeo al reconocimiento de Palestina. Sumar presiona con la fecha: Díaz reclamó que España lo hiciera el martes 7 de mayo, pero el presidente del gobierno español no accedió y dijo que lo anunciará el próximo miércoles en el Congreso. Lejos de desistir en el objetivo de no quedar desdibujados de esta lucha por los derechos de los palestinos, Sumar se ha enfrentado esta semana con los socialistas por el barco Borkum, que tenía que hacer escala en España y los de Díaz sospechaban que llevaba armas con destino a Israel, por mucho que el PSOE lo negara. Con esta reivindicación, Sumar también ha rivalizado con Podemos, pocas semanas antes de unos comicios europeos en los que los lilas presentan a Irene Montero, una cara mucho más conocida que Estrella Galán, la candidata de Díaz.

Desde el 23-J ninguna cita electoral ha sido un éxito para Sumar, y las encuestas del CIS hechas tras el paro de Sánchez es en el PSOE al que disparan. Pese a esta "carrera" entre "las dos mitades" del ejecutivo –en palabras del PP, que aprovecha para tratar de desgastarle–, tanto los socialistas como los de Díaz aseguraron el miércoles que la coalición tiene "buena salud" después de reunir por primera vez la comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno que había exigido Sumar. Uno de los siguientes objetivos fijados por Díaz es empezar a elaborar los presupuestos de 2025, donde podrá apretar para impulsar la agenda social. Un hito incierto en este caso, no tanto por la relación entre socios como por la situación en la que el 12-M ha dejado a ERC y Junts, a los que necesitan en el Congreso.

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