Derechos sociales

Un año esperando el padrón

El Ayuntamiento de Martorell, el segundo que más quejas recibe por no empadronar, incumple la ley poniendo trabas a quienes no tienen residencia o alquiler

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Concentración a favor del derecho al empadronamiento frente al Ayuntamiento de Martorell.

MartorellUn lunes al mes, la asamblea de Papers para Tothom de Martorell se encuentra frente al ayuntamiento del municipio para ayudar con la instancia del padrón. Una veintena de personas se reúnen en torno a los activistas, que responden dudas o, incluso, se encargan de rellenar los datos personales del documento que estas personas entregarán individualmente a la unidad de atención al cliente. El de Martorell (Baix Llobregat) es uno de los muchos consistorios que están señalados por la Generalitat y la oficina de la Síndica de Greuges por poner trabas a los vecinos que quieren empadronarse, lo que incumple la ley estatal de régimen local que obliga tanto a la administración como a la ciudadanía a registrarse en el municipio donde reside.

Según la síndica, desde 2019 el consistorio que gobierna Junts por mayoría absoluta (en coalición con el PSC desde hace unos meses) acumula 27 quejas por las negativas a empadronar, sólo por detrás de Barcelona (29), pero por delante de Hospitalet (24). La ONG martorellense asegura que desde hace seis meses han registrado un centenar de solicitudes, sin que ninguna haya prosperado. El ARA se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento, pero no ha recibido respuesta.

Trece meses después de presentar la primera solicitud, en abril del año pasado, Fátima (nombre ficticio) vuelve a probar suerte con una segunda instancia en la que reclama poder empadronarse en el piso donde vive desde hace unos meses con su marido y sus hijos. Cuenta que no ha recibido ninguna respuesta a la demanda. Aunque con la ley en la mano pasados ​​tres meses el silencio administrativo se entiende como positivo, a ella le consta que no está registrada en el padrón municipal. Su "problema" es que no tiene permiso de residencia, uno de los requisitos que este ayuntamiento exige, pese a que la ley de régimen local no lo recoge y que, de hecho, no impone ningún otro criterio que la vecindad, independientemente de la situación administrativa del solicitante, de si éste dispone de un contrato de alquiler o del estado de la vivienda.

Antes de añadirse a esta acción colectiva de empadronamiento, Noèlia hizo una consulta telefónica para conocer cómo debía, ya que el propietario del piso que le alquila una pequeña habitación a cambio de 300 euros no le permite registrarse porque realiza el negocio sin declararlo a hacienda. La respuesta de los funcionarios fue clara: "Me dijeron que sin la autorización no me pueden empadronar", se queja, y asegura que como se niega a "alimentar a las mafias de los padrones" rechaza pagar "300 o 400 euros por uno derecho". Así que confía en que le permitan realizar un empadronamiento sin domicilio fijo, una figura legal pensada para quienes no tienen un hogar fijo, viven en una barraca u otras infraviviendas o, como el caso de esta peruana, la propiedad no se lo permite .

Presión social

Para Najat Hmidane, de Papers para Tothom, actos como el de Martorell dan "fuerza a la lucha por el derecho del empadronamiento" porque, fuera del área metropolitana de Barcelona y de las grandes ciudades, los demandantes del padrón que encuentran dificultades tienen menos red y soportes para reclamar el derecho. Prueba de la utilidad de estas movilizaciones es, afirma, el impacto que ha tenido la "presión" en Canovelles, en el Vallès Oriental, donde el consistorio ahora ya sí cumple la ley y empadrona a los residentes.

La dirección general para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la Generalitat ha recibido directamente 189 denuncias por la imposibilidad de empadronarse en municipios de Catalunya. El propio organismo reconoce que son pocas en comparación con la gran problemática y subrayan que la negativa a registrar a alguien en el padrón aumenta su riesgo de exclusión social. Cuando se tiene información sobre un ayuntamiento que incumple la obligación de empadronar, la oficina que dirige ahora en funciones Adam Majó envía un informe para recordar que deben empadronarse los vecinos e incluso se reúnen con los responsables municipales . Así lo han hecho en Martorell.

Entre las razones para no empadronar destacan la falta de documentación demostrativa del domicilio (título de propiedad, contacto de alquiler, permiso del titular), que se puede solucionar haciendo comprobaciones en el domicilio, con documentos que demuestren la residencia en la casa o piso oa través de la figura del padrón sin domicilio fijo. A menudo, subrayan desde la dirección general, "una gestión que podría ser automática termina tardando meses" porque se retrasa el trámite con la exigencia de documentación que no siempre es necesaria.

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