Espiritualidad

De Argentina a Cataluña por un abrazo de Amma: "Ya no soy lo mismo"

Miles de personas se congregan en Granollers para ver a la líder espiritual hindú

Una sonriente Amma durante la ceremonia multitudinaria en Granollers.
24/10/2025
3 min

GranollersLas colas de gente vistiendo mayoritariamente de blanco llegan a las esquinas del Palau d'Esports de Granollers. Podría ser un día cualquiera de partido del equipo de balonmano de la ciudad, pero no es el caso. En una puerta, unos agentes de seguridad piden abrir paso y se crea un pasillo de fans que aplauden, gritan, fotografían y algunos lloran de emoción cuando pasa un Mercedes blanco, impoluto, encabezado y precedido por otros dos vehículos. Y después llegan las correderas para coger sitio en un espectáculo que empieza cuando su referente –quién iba en el Mercedes Blanc– sube al escenario. Suena una canción y el público enciende la linterna de sus teléfonos, hace la ola, algunos cierran los ojos y sólo escuchan, otros vuelven a emocionarse. Podría ser un concierto de una estrella del pulpo, pero tampoco es el caso.

Mata Amritanandamayi nació hace 72 años en la India. Pero todo el mundo la conoce como Amma (madre, en hindi). Algunos la llevan al fondo de pantalla del móvil, pegada a la cubierta de la libreta y miden kilómetros (más de 10.000) para verla y, sobre todo, para abrazarla. Amma es una líder espiritual mundial que difunde "el altruismo", "el amor", la "caridad". Así la definen varios de sus miles de devotos. Este jueves unos 5.000 llenan el Palacio de Deportes de Granollers, pero en los últimos tres días han pasado unos 15.000. Las colas se alargan horas para poder recoger un tíquet que te permite abrazarla. ¿Y qué sienten una vez lo han hecho? "Cada uno siente algo diferente", es la respuesta más repetida.

Participantes en el acto de Amma removiendo los objetos de 'merchandising'.
Un cartel pidiendo donaciones para la causa de Amma.

Cuesta describir con palabras, dice Quico, de Manresa, que resume que ya no es lo mismo desde que hace 48 horas pudo abrazarla. "He oído que hay que ser solidario, que hay demasiadas cosas materiales, que la mente se dispersa con tonterías", afirma Sergio, que acompañado de su novia, Dina, ha venido desde Argentina sólo para ese momento. Desde el 2000, la pareja acude cada año a la India a verla.

¿Pero quién es Amma? ¿Y qué promulga? Algunos la comparan como un Jesús de nuestra época, como un "avatar", como un referente que no dice nada que no digan las demás religiones. "No hay nada nuevo bajo el sol", comenta Sergio. Pero dicen que esto no es una religión, ni mucho menos una secta, ni una santa que hace milagros, sino "una forma de vivir". Una vida que Amma "predica, pero también hace" cuando levanta escuelas, hospitales y casas para los más necesitados, "cargando ella a los ladrillos", insiste. Sergio ha venido de Argentina, Sophie de Suecia y Ana de Francia. Se siente distinto tras el abrazo: "Creo más en la igualdad". "Ya no soy tan egoísta", añade Sophie. "Pues yo no he oído nada", rebate Modesta. Ella no cree, pero ha venido con sus amigas, todas jubiladas, por "curiosidad". "No me gustó, he hecho mucha cola y después me cogieron muy fuerte, me abrazaron, y alguien me volvió a coger muy fuerte del brazo para sacarme de allí", explica.

El público demuestra la comunión con Amma con la luz de los móviles.
Seguidores de Amma siguen emocionados el acto de Granollers.

Horas de abrazos

Amma se pasa horas abrazando a personas que esperan su turno con un ticket, como si estuvieran en el mercado. Parece que jamás llega el momento de tu número. Esta noche, previsiblemente, permanecerá abrazando desde las 22 horas hasta las seis de la madrugada. El ambiente es ecléctico: familias, niños pequeños, ancianos, personas con corbata que acaban de salir del trabajo, otros vestidos con largas túnicas y muchos de ellos descalzos. "Echa el virus del egoísmo", proclama Amma, mientras la gente se sienta con las manos juntas y se emociona. El olor es de incienso y el objetivo no sólo es abrazar, sino también meditar, y en algunos casos comprar: hay paradas con túnicas, bisutería, alfombras, discos donde Amma canta en español, botellas de agua sagrada y espacios donde hacer donaciones para la ayuda de los más necesitados. Entre la paz del momento también hay colas para pagar, entrar y aparcar, y hileras de coches en las aceras.

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