El arzobispado de Tarragona declara culpable de pederastia a un cura

Los hechos habían prescrito pero se lo aparta 15 años de responsabilidades pastorales

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El arzobispado  de Tarragona

BarcelonaEl arzobispado de Tarragona ha suspendido durante quince años de responsabilidades pastorales al cura Manuel Fuentes, acusado de abusos sexuales, y que fue canónigo archivero de la catedral de Tarragona y director del archivo histórico archidiocesano de Tarragona. Así pues, se declara culpable de pederastia a un cura que pertenece al obispado de Tarragona, por unos hechos que tuvieron lugar hace más de dos décadas y que ya habían prescrito. El caso lo destapó el ARA el pasado mes de febrero, después de la denuncia de un chico, David, que sufrió abusos cuando tenía 18 años y de que una persona pusiera en conocimiento del obispado un segundo caso que había afectado a un menor. El arzobispo Joan Planellas, a pesar de que el caso estaba prescrito, ha querido ser contundente. "Con la firme voluntad de evitar todo tipo de impunidad, a pesar de la prescripción a nivel civil de los hechos ocurridos ahora hace tres décadas, [el Arzobispado] ha considerado necesario pedir a la Santa Sede que se levante la prescripción canónica", dice el arzobispado en un comunicado.

El Vaticano ha aceptado la petición que se ha hecho desde Tarragona y "ante la gravedad de los hechos" ha aceptado que se impongan tres penas a Fuentes. En primer lugar, "la prohibición durante quince años de ejercer ninguna responsabilidad pastoral en una parroquia u organismo diocesano". Es decir, podría hacer una misa pero no ser rector de ninguna parroquia ni ostentar ningún cargo dentro del arzobispado. En este sentido, Fuentes no podrá estar con menores sin la presencia de un adulto al lado. En segundo lugar, durante un año tiene prohibido el ejercicio "público del ministerio presbiteral y de la docencia eclesiástica". Además, finalmente, durante quince años no tendrá ni "voz" ni "voto" como canónigo en el Capitol de la Catedral.

Además, el arzobispo Planellas exhorta a Fuentes a "ponderar su comportamiento y asumir el firme propósito de llevar una vida de acuerdo con la dignidad que corresponde a su ministerio presbiteral y a considerar la manera más oportuna de pedir perdón a la víctima".

El caso de un menor

El pasado mes de febrero, después de dos meses investigando internamente los hechos denunciados, el caso se remitió a la Fiscalía y al Vaticano. Finalmente, para condenar las actuaciones de Fuentes, el arzobispado se ha basado sobre todo en la situación que afectaba a un menor, puesto que la otra denuncia, la de David, hacía referencia a una experiencia que sufrió cuando era mayor de edad y ya tenía 18 años. En este caso, el padre se aprovechó de la buena relación que tenía con la familia del chico, asidua a la parroquia de Sant Joan Baptista de Reus, donde Fuentes era vicario. En una visita al monasterio de Santes Creus, Fuentes abusó sexualmente del chico, que se quedaba a dormir aquella noche y se sintió atrapado.

Aparte de ser el encargado de los archivos, Fuentes fue rector de pueblos como Valldossera, Querol y Esblada, y desde 2018 cura en la Selva del Camp, Almoster y l'Albiol. El arzobispado ya lo apartó cautelarmente de sus funciones cuando se recibieron las denuncias.

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