Barcelona se despide de la obra más desapercibida de Calatrava
El Ayuntamiento retira los pórticos de la Diagonal aprovechando la eliminación de los carriles reversibles
BarcelonaÚltimamente pasaban casi desapercibidos, pero en su origen se hicieron incluso camisetas. Ahora, pese a ser una de las tres obras que Santiago Calatrava tiene en la ciudad, están a punto de desaparecer. La eliminación de los carriles reversibles en la avenida Diagonal –en desuso desde hacía años– acabará también con los pórticos que el artista e ingeniero valenciano diseñó para señalizar el sentido del tráfico en esta vía de la capital catalana. Desde el pasado domingo, varios operarios trabajan todas las noches para desmontar una por una estas estructuras que desde hace 37 años presidían la parte sur de una de las principales arterias de la ciudad.
El Ayuntamiento decidió aprovechar que este verano había que pavimentar de nuevo el tramo de la Diagonal entre Francesc Macià y la avenida del Doctor Marañón para suprimir unos carriles reversibles que hacía tiempo que habían quedado obsoletos. La última vez que se utilizaron fue hace cinco años, pero su uso era ya muy residual. El nuevo pavimento ha hecho ya desaparecer del asfalto las señales del doble sentido del carril, y poco a poco se esfumarán también los pórticos, que el Ayuntamiento prevé tener completamente desmontados el lunes.
Aunque en los últimos años los carriles reversibles de la Diagonal habían perdido su sentido, en su origen, en verano de 1986, transformaron la movilidad en la ciudad. Entonces todavía no existía el Túnel de Vallvidrera y las rondas estaban en fase de diseño, por lo que la Diagonal era la principal vía de acceso a Barcelona para quienes llegaban por el sur de la ciudad. "Había un gran problema con la congestión del tráfico a ciertas horas de la mañana y de la tarde. Los viernes por la tarde era horroroso", rememora en conversación con el ARA Mario Aymerich, el ingeniero municipal que, junto a Antonio López Montejano, impulsó ese carril.
Camisetas conmemorativas
Pese al riesgo de una operación sin precedentes –hasta entonces no existía experiencia similar de carriles reversibles en una vía tan grande–, Aymerich asegura que "la prueba fue un éxito". "No hubo ningún accidente ni problema, y se eliminó la congestión durante las horas punta", afirma. Para no cortar una vía que entonces era imprescindible para acceder a la ciudad, el cambio se hizo de una noche a otra. "Pavimentamos con un asfalto muy finito que permitió pintar toda la calzada en una sola noche", explica.
Parte del éxito de la operación fue también gracias a la campaña de difusión que se hizo para explicar a los barceloneses cómo funcionaría el nuevo carril reversible de la Diagonal. Se hizo una campaña publicitaria muy grande, en la que se repartieron infinidad de folletos e, incluso, se diseñaron camisetas especiales que algunos estudiantes repartían entre los conductores con el lema "Esto tiene sentido" y las tres señales que caracterizarían a los pórticos de Calatrava: una flecha verde y dos aspas en rojo.
El diseño de los pórticos –innovador también por su aspecto ligero pese a la dificultad de salvar tantos carriles– fue la guinda de la operación. Aymerich recuerda que fue el arquitecto Josep Acebillo quien les recomendó hablar con Calatrava, que entonces era un arquitecto e ingeniero que apenas empezaba y que además era especialista en estructuras. Él se encargó del diseño de los pórticos, que después se realizaron en una fundición de Tarragona.
Ahora, la obra más desconocida de Calatrava en la ciudad –las otras dos son el puente de Bac de Roda y la torre de Calatrava en Montjuïc– está a punto de pasar a la historia. Si nada cambia, el lunes ya no quedará ninguno de estos pórticos en la Diagonal. Aunque hay voces, como la del propio Aymerich, que reclaman preservar uno como recuerdo, ya sea en la propia Diagonal o en algún parque de la ciudad. "Sería una lástima que al menos uno no quedara de pie", lamenta.