Una cadena humana reclama conectar en metro las dos Trinidades
Los vecinos exigen a las administraciones sacar del cajón este proyecto
BarcelonaUnidas por el nombre y separadas por todo lo demás. Parece la maldición que las instituciones han arrojado sobre los barrios barceloneses de la Trinitat Nova y la Trinitat Vella. A la frontera que levanta la avenida Meridiana, se suma la frontera administrativa. Asignados a distritos diferentes –la Nova pertenece a Nou Barris y la Vella a Sant Andreu–, hay otra herida que ensancha el abismo: la falta de conexión de metro entre los dos barrios. Una reivindicación histórica que los vecinos han reanudado este sábado con una cadena humana que ha unido el poco más de un kilómetro que separa las estaciones de Trinitat Vella (L1) y Trinitat Nova (L3 y L4).
A las doce del mediodía, más de 2.000 personas convocadas por la FAVB y la plataforma Trinidad por la Misma Vía rompieron simbólicamente la división entre los dos metros con una cadena humana que cruzó la Meridiana a través del puente de Sarajevo. Una "fotografía histórica", en palabras del presidente de Trinitat Uneix, Paco Flórez, que quieren que empuje a la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona a sacar del cajón un proyecto que hace tiempo que se espera.
La reivindicación, de hecho, nació casi en el mismo minuto que se inauguró la estación de Trinitat Nova en el 2008. Ya entonces muchos no entendieron que se hubiera desmontado la tuneladora sin aprovechar la ocasión para perforar a unos cientos de metros más y completar una conexión que habría unido a dos barrios y tres líneas. Pero no se hizo y ahora, para ir de Trinitat Vella (L1) a Trinitat Nova (L3 y L4) en metro, hay que ir hasta el centro de la ciudad y hacer transbordo en Urquinaona o Cataluña. Una odisea.
Evidentemente, nadie habrá dado nunca toda esta vuelta para cruzar de una Trinidad a otra y los vecinos de la Vella optan por desafiar la distancia y el desnivel para ir a una de las dos estaciones. Pero la desconexión del metro no solo aleja a las dos Trinidades. También tiene otras consecuencias tangibles. Tales como que los vecinos de la Trinitat Vella no tengan conexión directa con su hospital de referencia, que es el del Vall d'Hebron. Así, un trayecto que sería de 10 minutos en metro ahora obliga a realizar más de media hora en autobuses con frecuencias de paso inferior. Además del caso del hospital, la unión de las dos líneas favorecería la conexión de los vecinos de la Trinitat Nova con Santa Coloma y el Barcelonès Nord, y los de la Trinitat Vella con los barrios de montaña de la ciudad, lo que impactaría notablemente en el tráfico.
Una conexión rentable
Que la propuesta de los vecinos no es una quimera lo demuestra que la conexión estaba incluida ya en el Plan Director de Infraestructuras 2011-2020. Entonces la unión de las estaciones de Trinitat Vella y Trinitat Nova aparecía como uno de los proyectos a iniciar antes del 2020. Sin embargo, no se hizo nada y tuvo que incluirse de nuevo en el Plan Director de Infraestructuras 2021-2030 sin que, por ahora, se haya hecho nada por activarlo. Y eso que se trata de una de las actuaciones previstas para ampliar la red de metro más rentables, con un coste de 81 millones de euros y una estimada demanda de más de 9.200 pasajeros.
Una oportunidad que este sábado los vecinos de las dos Trinitats esperan haber puesto definitivamente sobre la mesa de las administraciones. "Ojalá un día, cuando esta conexión sea realidad, podamos ver la foto de hoy como una jornada decisiva y decir 'yo estuve allí'", desea Flórez.