Barcelona

Collboni hace público su plan para corregir la supermanzana del Eixample

La pacificación de la calle ha aumentado en casi un millón de euros el coste del mantenimiento y de limpieza

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El eje verde Consell de Cent hoy al mediodía

BarcelonaDespués del examen, los deberes. El concejal del distrito del Eixample, Jordi Valls, ha presentado este jueves a los vecinos las conclusiones de la radiografía que, de la mano de 18 entidades y asociaciones del Eixample, el Ayuntamiento de Barcelona ha realizado en los últimos meses sobre el funcionamiento del eje verde de Consell de Cent –y los adyacentes de Borrell, Rocafort, Enric Granados y Girona– y que le ha llevado a autoimponerse una serie de trabajos para corregirlos. Entre los aspectos a mejorar se encuentran el mantenimiento del paseo, la mejora de los parterres, la señalización, el control de la velocidad o la gestión de la carga y descarga.

El gobierno de Jaume Collboni culmina así la revisión de la gran apuesta urbanística de los mandatos de Colau. El informe presentado este jueves pone cifras a uno de los argumentos que había utilizado el gobierno municipal para marcar distancias con las supermanzanas: el coste del mantenimiento. Según el consistorio, la pacificación de Consell de Cent ha incrementado en casi un millón de euros el coste del mantenimiento (315.000 euros más) y de limpieza (759.000 euros más) respecto a cuando era una vía de paso para los vehículos. Unas cifras, sin embargo, que hay que ponderar teniendo en cuenta el incremento de verde y de mobiliario urbano que comporta la pacificación, así como su mayor uso.

A esto habrá que sumar los 2 millones de euros, que, según el Ayuntamiento, harán falta para reparar las vallas que rodean los alcorques de los árboles y los parterres, muchos de los cuales se han roto durante este primer año por la convivencia con los vehículos de carga y descarga. De ahora y hasta el 2026, se sustituirán por vallas como las que se encuentran la supermanzana de Sant Antoni. Este caso ilustra cómo, en buena parte, muchas de las deficiencias detectadas ahora por el Ayuntamiento tienen que ver con la difícil convivencia de diferentes usos en un mismo espacio, que, además, tiene pautas distintas a las del resto de la ciudad.

Por eso el plan combina actuaciones físicas concretas con muchas medidas informativas para concienciar sobre cuáles son los usos correctos del eje verde. Por ejemplo, el Ayuntamiento ha detectado que, aunque la velocidad máxima permitida es de 10 kilómetros por hora, la velocidad media de coches, bicicletas y patinetes que circulan es el doble. De ahí que en adelante y durante el otoño se incremente el control de la Guardia Urbana y la presencia de agentes cívicos. Además, se señalizarán mejor todos los cruces, el cruce con el paseo de Gràcia y las plazas en Girona, Borrell, Rocafort y Enric Granados, zonas en las que los vehículos a menudo no saben por dónde deben circular.

También se harán campañas informativas para mejorar la gestión de residuos y se hará especial incidencia en los transportistas para que respeten las condiciones de circulación –se incrementará la señalización en los cruces–, utilicen correctamente las zonas de carga y descarga y no ocupen los caminos para personas invidentes, una de las quejas que habían hecho llegar los vecinos al Ayuntamiento.

Intervención en Rambla Catalunya

En cuanto a las actuaciones físicas, más allá de mejorar parterres y poner más papeleras, destaca el acuerdo para unir los dos tramos del paseo central de la Rambla Catalunya ahora cortados por Consell de Cent. A partir de este otoño, el paseo central estará unido desde el lado mar de Aragó hasta el lado montaña de Diputació. Se impedirá así que los coches atraviesen la Rambla a la altura de Consell de Cent, ya que se había convertido en un punto problemático por las infracciones de los conductores.

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