Desaparece otra tienda centenaria: Barcelona dice adiós a la Papelería Lesseps
Pepa Beltran, que lleva más de 50 años atendiendo a los clientes, se jubila y no ha encontrado a nadie para hacerle el relevo


BarcelonaLa Papelería Lesseps abrió la puerta en 1908 en los bajos de las Casas Ramos, en la plaza de Lesseps de Barcelona. Después de más de un siglo de historia, la tienda baja la persiana para siempre este viernes. Pepa Beltrán lleva 51 años trabajando, veinte de ellos al frente del negocio. Cierra definitivamente porque se jubila y no ha encontrado a nadie que quiera continuar el relevo.
Beltrán, que nació en 1959, empezó a trabajar como aprendiz en la papelería cuando tenía 14 años. Cuando murieron los propietarios, sus hijos le alquilaron el local para que llevara las riendas, lo que ha hecho hasta hoy, el día de la jubilación. Una jornada que, se nota, es especial: Pepa va ajetreada con los clientes que se vienen a despedir de la tienda donde han comprado material de oficina, artículos de regalo y libros desde hace tanto tiempo. "Ha sido una mañana bastante intensa", afirma.
"No hay quien se lo quede esto", explica. "Esto ya no es un negocio, este tipo de tiendas piden muchas horas y traen muchos quebraderos de cabeza". Beltrán también apunta que los hábitos de compra de los clientes han cambiado y que negocios como Amazon permiten comprar con una inmediatez que "no puede tener" un negocio de barrio como éste: "La gente no quiere esperarse y muy pocos valoran el asesoramiento que yo puedo dar".
La mujer, que este viernes deja vacío el mostrador de una papelería emblemática, lamenta las condiciones laborales de llevar la tienda. "Nunca tienes un sueldo. Si un mes trabajas, no puedes gastarte el dinero porque seguro que lo necesitarás el mes siguiente. ¿Quién quiere esto?", se pregunta. La jubilación, aunque es triste para una clientela fiel, también es más que merecida: "Llevo no sé cuántos años que no hago vacaciones. Necesito el poco dinero que se hace en agosto".
Pepa Beltrán lamenta que nadie se quede el local para que siga siendo una papelería: "Ojalá. Yo me iría más contenta". Por el momento, el futuro del negocio es incierto. Lo que está claro es que la Papelería Lesseps se suma a la larga lista de comercios icónicos que han tenido que cerrar en la ciudad. Y que el barrio del Farró pierde un puesto de confianza que ha atendido a los vecinos durante nada menos que 117 años.