Incivismo

Limpieza gratuita de grafitis y más policía para evitar el deterioro de Barcelona

El Ayuntamiento no descarta denuncias penales contra los autores de las pintadas y destinará 1,8 millones contra este vandalismo

Un trabajador de una brigada de limpieza de pintadas de Barcelona, este lunes a la plaza de Castilla.
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BarcelonaBarcelona vuelve a abrirse al mundo después de la pandemia y el Ayuntamiento teme que la imagen que se proyecte esté manchada por el incivismo. Según el teniente de alcaldía de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, hace tiempo que los grafitis "degradan" las calles y el patrimonio barcelonés, y las pintadas en la basílica del Pi o las denunciadas por varios comercios en los últimos meses –como las de el escaparate modernista de  Queviures Múrria– son una prueba de ello. Veïns, empresarios y la oposición en bloque pedían al gobierno municipal más contundencia en la lucha contra este tipo de vandalismo y este lunes el consistorio ha presentado un paquete de medidas que pretenden promover "hábitos de aseo urbano" y mejorar la convivencia entre vecinos y visitantes. El plan incluye un aumento del presupuesto para la limpieza de pintadas en edificios de alto valor histórico, un servicio de limpieza urgente y gratuito para comercios atacados y una intensificación de la presencia policial en los puntos calientes, es decir, donde se ha detectado que se hacen más grafitis. “No queremos que la imagen de la ciudad se vea dañada en paredes, persianas, monumentos y patrimonio”, ha insistido Batlle.

El plan municipal, que recibe el nombre de Cuidem Barcelona, prevé un incremento del presupuesto contra las pintadas y los grafitis en elementos del mobiliario urbano, sobre todo aquellos que son patrimoniales o históricos. En total, se dedicarán 1,8 millones de euros para prevenir y eliminar estos trazos. Entre las novedades está la habilitación de un servicio de limpieza de pintadas que se pondrá a disposición de particulares que hayan sufrido un ataque a la fachada. "De la misma manera que pusimos un millón de euros para renovar persianas, ahora limpiaremos de forma gratuita, en un plazo 48 horas, las fachadas de comercios que nos lo comuniquen a través del 010", ha explicado el regidor de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia. En 2021 se hicieron 115.092 intervenciones y se limpiaron 279.422 metros cuadrados de fachadas, mientras que este año ya se han hecho hasta el 31 de marzo 30.345 intervenciones y se han limpiado 71.114 metros cuadrados.

El consistorio también intensificará la presencia policial con agentes uniformados y de paisano allí donde haya más acumulación de pintadas, durante todo el verano. Las brigadas de limpieza aumentarán en número: habrá 26 en toda la ciudad, y trabajarán de lunes a sábado para mantener las calles en condiciones. Seis de estos equipos actuarán exclusivamente en el distrito de Ciutat Vella, al que el consistorio quiere dedicar más recursos, puesto que allí se concentran buena parte de estos comportamientos incívicos. Además, Badia ha informado que la ciudad pasará a tener 50 espacios habilitados para pintar murales, una veintena más que ahora. “Es un tema de limpieza, sí, pero también de civismo. Mantener limpios los espacios públicos supone un esfuerzo, pero no solo del Ayuntamiento , todos tenemos que ser corresponsables y trabajar para tener una ciudad limpia”, ha continuado Batlle.

200 sanciones el año

La oposición exige en al gobierno que se aplique de manera estricta la ordenanza de civismo, que se incremente la vigilancia y que no se haga la vista gorda con la legislación que ya permite perseguir este tipo de infracciones. El Ayuntamiento recuerda que hay que pillar al autor de las pintadas in fraganti para poder iniciar una sanción, pero Batlle ha advertido que el consistorio tiene la voluntad de "ser proactivo" en la sanción de estos comportamientos, y por eso no descarta denuncias penales contra los infractores. "Barcelona se ha ido degradando a lo largo de los años y esta situación continuada es visible paseando por la ciudad. Hasta ahora no ha habido acción sancionadora con carácter disuasorio y no limpiarlo ha incrementado la sensación de desaseo", ha asegurado el teniente de Seguridad.

Aumentar las denuncias, ha dicho Batlle, es uno de los objetivos del plan de refuerzo de verano. Actualmente solo se tramitan unas 150 o 200 y más del 90% son administrativas. Según el inspector de la Guardia Urbana Jordi Oliveres, cuando se caza al autor haciendo la pintada en una ubicación no autorizada, se interviene cautelarmente el material y se hace un reportaje fotográfico para estimar la cantidad de dinero que se podrá reclamar al autor para la reparación de los daños. La multa estándar oscila entre los 300 y los 500 euros.

Ahora bien, el inspector ha asegurado que pintadas como las de Santa Maria del Mar o la iglesia del Pi son supuestos que se podrían instruir por la vía penal porque “no se trata de un mero deslucimiento, sino que causan desperfectos graves”. Llegar a esta consideración, sin embargo, es un proceso complejo: además de tener que pillar al autor in fraganti, para que un caso así tenga recorrido penal no solo hace falta que el Ayuntamiento denuncie, sino que un juez decida aceptarlo. En caso de que esto pase, esta instrucción podría comportar una multa o incluso una pena de prisión dependiente de los daños causados.

Gestión de los desechos y los voluminosos

Badia ha informado que el 85% de los barceloneses creen que el incivismo es uno de los principales problemas de la ciudad y, ante este dato municipal, ha destacado que el Ayuntamiento ha hecho una apuesta por las campañas de limpieza. Como ejemplo, ha dicho que ya está en marcha una parte de la nueva contrata de limpieza, que se completará previsiblemente en septiembre. El plan de refuerzo de verano, sin embargo, no solo aborda la problemática de las pintadas, sino que quiere minimizar el abandono de muebles y los desbordamientos de contenedores de desechos (no se doblan los cartones o se dejan acumulados junto a los contenedores). 

“Notamos la reactivación económica y por eso reforzamos los circuitos de recogida en las áreas comerciales”, ha explicado Badia, que ha detallado que donde se recogía la basura cada tres días ahora se hace diariamente. En el Eixample, ha ejemplificado, el papel se recoge dos veces al día. Para fomentar esta recogida, el Ayuntamiento ha puesto en marcha tareas pedagógicas con 44 informadores. Desde este lunes y hasta el 30 de junio, cuatro de ellos irán a los comercios del Raval. “Si observamos incidencias reiteradas, estamos preparados para sancionar”, ha advertido el regidor. En el caso de los voluminosos abandonados, el gobierno municipal pondrá pegatinas para evidenciar que aquel residuo se sacó a la calle el día y la hora que no tocaba. 

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