"Tengo que dejar pasar cuatro buses para que suben llenos de turistas"
Los vecinos del Turó de la Rovira denuncian saturación al transporte público e inseguridad en las carreteras por los vehículos dedicados al turismo
Barcelona"Hay días que tengo que dejar pasar tres o cuatro autobuses para que suban llenos de turistas. Nuestra vida se paraliza para favorecer el turismo", explica Carme. "No es lógico que los visitantes utilicen un bus para dos paradas y una persona mayor, en silla de ruedas o con el cochecito de un niño no. Esto no lo aguanta ni el parque, ni los transportes ni los vecinos", añade David Mar, miembro del Consejo Vecinal del Turó de la Rovira. "Cada vez hay más visitantes y ahora lo que tenemos es un problema de seguridad en carretera", denuncia Francesco, conductor del autobús V21. "Necesitamos a los 30.000 vecinos del Carmel para que el Ayuntamiento nos haga caso!", ha exclamado Montse.
Todos ellos forman parte del grupo de vecinos de la zona del Parque Güell que han desafiado el sol y el calor de este sábado por la mañana para hacer ruido y bloquear los accesos en vehículo al emblemático jardín de Antoni Gaudí con un doble objetivo: que el Ayuntamiento de Barcelona tome medidas para garantizar que los residentes del barrio, y autocares turísticos no desencochen pasajeros de forma "peligrosa". Y, si se puede, ordenar y limitar la llegada de turistas para que el éxito de Gaudí no mate al barrio. "No es suficiente con limitar entradas o regular las franjas horarias de acceso al parque. Hay que bajar el número de turistas que pueden acceder, eso no es sostenible", se quejaba una vecina.
Los vecinos de esta zona de Barcelona han salido a la calle por primera vez para decir lo suficiente a la masificación turística que, dicen, les imposibilita hacer una vida normal. Y es la primera vez porque dicen que lo continuarán haciendo cada fin de semana hasta que el consistorio se tome en serio los inconvenientes y riesgos con los que conviven a causa del turismo de masas que atrae al Parc Güell y que "promociona" el propio gobierno municipal. Hace un año el Ayuntamiento de Barcelona anunció un paquete de medidas para intentar aliviar la presión de visitantes en los entornos del Parc Güell. En el barrio de la Salut, el consistorio optó por trasladar la parada de taxis, VTC y autocares turísticos al otro lado del parque para evitar atascos y malestar entre los vecinos.
Giros imposibles
Para deshacer un nudo, la decisión municipal ha acabado haciendo otro: ahora son los vecinos del Turó de la Rovira quienes denuncian que viven un infierno, ya que, desde que se cambió la ubicación de la parada, la carretera del Carmel es "intransitable" y se ha convertido en una fuente de conflictos continuados. "¡Que vengan [Jaume] Collboni y [Laia] Bonet hasta aquí en autobús!", ha gritado con indignación un señor mayor.
En concreto, los vecinos denuncian que la acumulación de vehículos turísticos en el barrio imposibilita que los transportes puedan hacer un recorrido en un horario normal, no sólo por la densidad del tráfico, sino por las imprudencias que, dicen, deben sortear continuamente y que afectan, sobre todo, a la parada del Parc Güell y al parada del Parc Güell. Francesco explica que en la carretera del Carmel ha aumentado el riesgo de sufrir accidentes, porque prácticamente no tienen visibilidad en los giros y los turistas atraviesan en tromba y sin mirar. "Si sumamos el hecho de que ahora, del 22 de junio a septiembre, habrá reducción del servicio, pero aún más turismo...", deja en el aire Francesco. "Los pobres conductores a menudo no pueden salir ni acercarse a la parada y la gente no puede ni pasar por la calle", lamenta Carme.
Para los vecinos, la única medida efectiva para descongestionar el barrio es la que se ha aplicado en el autobús 116, que es eliminar la línea del Google Maps para que los turistas no la vean como una opción. Pero dado que el consistorio no ha dado luz verde a la medida, piden al Ayuntamiento que al menos pongan agentes informativos en las paradas para priorizar que los usuarios de los buses sean personas que necesitan utilizarlos para acceder a sus domicilios.
Un mensaje de auxilio
La protesta ha continuado este domingo. Hasta cien personas se han manifestado dentro del Parque Güell contra la masificación turística y por reclamar el acceso sin restricciones para los vecinos. "Ya no es el punto abierto de Gràcia, es un espacio vendido al turismo", ha denunciado Marta Molas, de la plataforma Recuperem el Park Güell. Como protesta, los manifestantes dibujaron a un SOS gigante.