"En el gimnasio, me hacen sentir más discapacidad de lo que soy"

BarcelonaAún hoy acceder a una piscina sigue siendo un quebradero de cabeza para muchas personas con movilidad reducida. Es el caso del Àngel Grau, que desde el 2017 va en silla de ruedas a consecuencia de una poliomielitis y que lleva tiempo denunciando los problemas que se encuentra para poder nadar autónomamente en el gimnasio municipal de donde es socio en Barcelona: el Centro Deportivo Municipal Bac de Roda, en el distrito de Sant Martí. "Hay poca empatía y falta de respeto", lamenta en una conversación con este diario mientras expone una larga lista de quejas sobre las instalaciones.

Las principales tienen que ver con las dificultades para poder moverse con autonomía por las piscinas del gimnasio. Grau expone que ni la piscina al aire libre del gimnasio ni el jacuzzi tienen una silla fija que permita a las personas con movilidad reducida entrar y salir por sí mismas del agua sin depender de algún monitor. Estos espacios del gimnasio sí tienen sillas móviles, pero Grau defiende que esto les obliga a tener que avisar a alguien cada vez que quieren entrar o salir del agua, lo que, subraya, muchas veces les disuade de hacerlo. "Tenemos derecho a entrar y salir del agua cuando queremos como cualquier otra persona", subraya.

A su entender, tampoco en las piscinas donde el gimnasio sí tiene silla hidráulica fija se tienen en cuenta las necesidades de las personas con movilidad reducida. Explica, por ejemplo, el caso de la principal piscina interior. Desde 2023 hay silla fija, pero Grau remarca que está ubicada en un lugar que complica el acceso al agua. El problema radica en que está ubicada en los carriles donde habitualmente se realizan los cursillos de natación de los niños pequeños, lo que obliga a Grau y al resto de personas que la utilizan a cruzar la piscina entera cada vez que entran y salen, debiendo atravesar muchas veces también los carriles rápidos.

La cruzada de Grau comienza en el 2020. Entonces una de las sillas móviles que facilitan a las personas con movilidad reducida entrar y salir del agua se rompió con él encima. "Por suerte pude parar el golpe con una hamaca", recuerda, y apunta al mal estado del utensilio como responsable de su quebradiza. Explica también que durante un tiempo cedió al centro su silla de ducha, que utilizaba en casa, porque todas las que había en el gimnasio estaban en mal estado.

Por todo ello, en 2021 presentó varias instancias en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​que lo remitieron al Institut Barcelona Esports (IBE). Representantes de este organismo y de la dirección del gimnasio realizaron una visita con él al centro en el que denunció que, además de las piscinas, tampoco los vestuarios eran adecuados. "No es suficiente con tener una ducha y un aseo adaptados", alerta, y pone como ejemplo aspectos como que los espejos o las picas están puestas a alturas que hacen imposible que se puedan ver mientras se lavan las manos.

Grau remarca, además, que las personas que van en silla de ruedas necesitan más espacio de lo habitual para vestirse y apunta que en el gimnasio no hay. "A un compañero que necesita más espacio le hacen cambiar en el vestuario de los grupos de niños –asegura–. Me hacen sentir más discapacidad de lo que soy", lamenta Grau, quien explica que un amigo suyo que va en silla de ruedas ya no se ha apuntado al centro por toda esta situación. Considera que a CET10, la empresa que gestiona el centro, le falta empatía con las personas que necesitan hacer deporte. "Todo el mundo debe hacer deporte por salud, pero nosotros, con nuestras patologías, aún más", dice.

Respuesta del Ayuntamiento

Pese a las dificultades con las que se encuentran las personas con movilidad reducida, el centro cumple la normativa. Así lo defendió recientemente la directora del centro, Sandra Vallés, en declaraciones a Betevé. También desde el Ayuntamiento se defienden las instalaciones del CEM Bac de Roda. Consultadas por este diario, fuentes del consistorio subrayan que el gimnasio cuenta con una grúa fija en la piscina interior y una móvil para acceder a la piscina exterior o la zona de balneario.

Las mismas fuentes apuntan, sin embargo, que se está trabajando para instalar una nueva grúa fija también en la piscina exterior, y que desde el IBE ya se ha visitado el espacio para evaluarlo y ver qué tipo de silla se puede instalar. "Actualmente, se está hablando con el gestor para instalar lo antes posible la silla más adecuada", recalcan.