Barcelona

Los vecinos de la Marina del Prat Vermell ya no quieren honrar a un ministro franquista

La asociación de vecinos de Eduard Aunós pasará a reivindicar su pasado como Cases Barates

Vecinos frente al local de la Asociación de Vecinos de Eduard Aunós.
20/11/2025
3 min

BarcelonaCon el tiempo, se ha convertido en uno de esos nombres que forman parte del paisaje del barrio sin que la mayoría de gente sepa por qué, pero ahora los vecinos de la Marina del Prat Vermell han dicho bastante. La asociación de vecinos Eduard Aunós —que agrupa a las familias que viven en los bloques de pisos de la plaza Falset en los que fueron realojados los habitantes de las casas baratas— ha iniciado los trámites para cambiar de nombre y dejar de rendir tributo a este ex ministro franquista.

Nacido en Lleida, Eduard Aunós fue un abogado y político catalán que militó inicialmente en la Liga, donde llegó a ser secretario de Francesc Cambó en el ministerio de Fomento. Luego se alejaría de estos postulados hasta ser ministro de Trabajo, Comercio e Industria durante la dictadura de Primo de Rivera. En 1928 puso la primera piedra de las casas baratas de la Marina del Prat Vermell, que acabarían llevando su nombre, y que debían alojar a muchos de los chabolistas que había entonces en la ciudad.

Durante la Segunda República, Aunós se exilió en París, donde en 1937 fue nombrado presidente de la Falange Española y de las JONS en Francia. Una sintonía con el fascismo que le valió con la victoria del franquismo primero el cargo de embajador en Bélgica y después en Argentina. Más tarde fue nombrado ministro de Justicia, cargo que ocupó entre 1943 y 1945 y desde el que impulsó la Causa General. Fue uno de los 35 altos cargos del franquismo imputados por el juez Baltasar Garzón en su intento de juzgar a los crímenes contra la humanidad del régimen.

"Este barrio no merece llevar el nombre de Eduard Aunós", defiende en conversación con el ARA el presidente de la asociación de vecinos, Manel Coronado, que subraya que siempre ha vivido "gente trabajadora". Por eso, la junta directiva llevó a debate en asamblea un cambio de nombre que ya llevaba tiempo sobre la mesa, y tras votar entre tres propuestas acabó escogiendo dejar atrás la referencia a Aunós y pasar a llamarse Asociación de Vecinos de las Casas Baratas de la Marina.

Maqueta reproduciendo las antiguas casas baratas de la Marina del Prat Rojo

Ahora han tenido que modificar los estatutos y están pendientes del visto bueno del departamento de Justícia para culminar el cambio de nombre. Mientras tanto, oficialmente siguen siendo la Asociación de Vecinos de Eduard Aunós. Sin embargo, ya la espera de cambiar el cartel de su local que todavía hace referencia al ex ministro franquista, la asociación vive ya con plenitud su nombre. Tienen camisetas con un dibujo de una de las casas baratas derribadas y están bordando pancartas con el nuevo nombre para la feria de entidades de este fin de semana en el barrio.

Orgullo frente al estigma

En la elección del nuevo nombre existe una reivindicación del pasado del barrio. Lo corroboran Sandra Navarro, Ginesa Pérez, Anna Montañés y Esperanza, nacidas en el barrio y almas de la asociación. "Yo allá donde voy siempre digo que soy de las Casas Baratas", remarcan con orgullo. "Cuando recibíamos cartas, en la dirección ponía Cases Barates, nada de Eduard Aunós", añaden, y opinan que el nuevo nombre debe servir para rendir homenaje a personas como ellas que nacieron en estas casas.

También debe ayudar a revertir la "mala fama" que se ha atribuido históricamente al barrio de forma injusta. "Antes los taxis no querían entrar hasta aquí", rememoran. En parte, culpan del estigma a uno de los hijos más reconocidos de la zona: el escritor Francesc Candel. "Su libro Donde la ciudad cambia su número hizo mucho daño. No habló de lo bueno, que también lo había", denuncian.

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