Vecinos de Sant Antoni, hartos de la suciedad en la calle: "Somos el culo de la supermanzana"
El Ayuntamiento prevé reforzar la limpieza y aumentar la presencia de patrullas de la Guardia Urbana en la zona
BarcelonaEl jueves por la tarde aparecieron en la calle Aldana de Barcelona unos carteles escritos a mano alertando de la presencia de droga frente a una escuela. Era el último grito de alerta de los vecinos de esta zona del barrio de Sant Antoni contra una situación que llevan muchos meses denunciando: la degradación de este extremo del Eixample que hace frontera con los distritos de Ciutat Vella y de Santos-Montjuïc. "Somos el culo de la supermanzana", lamenta en conversación con el ARA Montse Saboya, que vive junto a esta escuela y que dice estar cansada de hacer llegar sus quejas a la aplicación municipal Barcelona en el Bolsillo.
La presencia de droga en la vía pública es solo uno de los achaques que los vecinos lamentan que hay en sus calles. Hace mucho tiempo que proliferan en las redes sociales perfiles como Cuidamos San Antonio, que casi todos los días publican fotografías retratando la "dejadez" que, dicen, sufre el barrio de Sant Antoni. Las imágenes de latas vacías, desecho o jeringuillas por el suelo, en las jardineras o en los alcorques de los árboles son habituales. Xavier Caballé, miembro de la plataforma Fem Sant Antoni, coincide con Saboya, y lamenta que el Ayuntamiento "haja dejado deteriorarse" la parte de la supermanzana que va desde la calle Parlament hasta la avenida del Paral·lel.
Caballé argumenta que detrás de la situación que se vive en el barrio hay una combinación de cuatro factores: suciedad, incivismo, sinhogarismo y drogadicciones. También subraya que cada casuística debe afrontarse desde vertientes distintas, pero lamenta que hasta ahora la respuesta del gobierno municipal haya sido casi inexistente. Avisa además que no se puede responsabilizar del deterioro del espacio sólo a la presencia de personas sin hogar, apuntando que la concentración de bares y restaurantes que hay en esta zona del barrio juega un papel clave. "Hemos observado que por las noches muchos clientes también acaban orinando en la calle", asegura.
Por ello, propone que entre las medidas a tomar haya un incremento de la vigilancia por las noches y se restrinja el horario de las terrazas. Pero la demanda más urgente es otra: mejorar la limpieza. Tanto Caballé como Saboya denuncian un trato desigual entre la parte superior de la supermanzana –la que rodea el mercado de Sant Antoni y llega hasta la Gran Via por la calle Comte Borrell– y la inferior. "En vez de dar prioridad a lo que está más sucio, dan prioridad a lo que se ve más", lamenta Caballé.
Dentro del Ayuntamiento, también grupos como Junts per Catalunya y el PP han hecho de altavoz de las quejas vecinales. El pasado mes de septiembre, por ejemplo, el concejal Joan Rodríguez, de Junts, pedía datos sobre las frecuencias de limpieza en el sector sur de Sant Antoni y pedía intensificarlos. También reclamaba aumentar la presencia de la Guardia Urbana en la zona, sobre todo por la noche.
Ante las quejas, fuentes del Ayuntamiento esgrimen que hace meses que se han reforzado todos los servicios que trabajan en la zona y que se mantiene un control periódico para realizar ajustes o reforzar dispositivos si es necesario. En este sentido, explican que en las próximas semanas está previsto incrementar el número de patrullas de la Guardia Urbana a pie y reforzar la limpieza con acciones como la recogida manual de latas o jardineras. Las mismas fuentes explican que el Ayuntamiento se plantea intensificar también la labor que realizan los equipos de atención social y los educadores de la Agencia de Salud Pública de Barcelona para atender a las personas sin hogar y las consumidoras.
La consolidación pendiente de la supermanzana
Entre los vecinos está también la convicción de que buena parte de la dejadez que sufre la zona es consecuencia de que todavía no se ha dejado atrás el urbanismo táctico. Interpretan que la situación cambiaría radicalmente si este tramo de la supermanzana se urbanizara definitivamente al estilo de cómo se ha hecho en Consell de Cent o en torno al mercado en el mismo barrio de Sant Antoni. El pasado mes de mayo el Ayuntamiento anunció que ese tramo de la supermanzana dejaría atrás el urbanismo táctico en este mandato. Sin embargo, la previsión del consistorio es que las obras, que tienen una duración prevista de año y medio, no empiecen hasta principios del 2026.