Ciencia

Cataluña desatasca "el tridente innovador": tres proyectos para liderar la producción de chips en Europa

Salvador Illa y Sánchez acuerdan impulsar la fábrica de semiconductores de Cerdanyola para movilizar a cerca de 400 millones de euros en inversiones

La batalla de los chips

Barcelona"Europa se juega su autonomía y prosperidad en la capacidad de diseñar y producir chips. Hacer realidad este proyecto significa garantizar que Catalunya y España estarán a la vanguardia de esta nueva industria estratégica". Así es como el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado este viernes el acuerdo para desatascar el centro Innofab, una infraestructura científico-tecnológica clave y la primera planta destinada a fabricar y probar nuevos prototipos de microchips, que tendrán sello catalán y vocación de terminarse exportando a China o Estados Unidos, hasta ahora los principales productores de semiconductores. Por ahora no existe ningún centro de estas características en el Estado.

Con sede en Cerdanyola del Vallès, donde ya está operativo el sincrotrón Alba (que investiga el comportamiento de los materiales), los gobiernos catalán y español contemplan que el centro Innofab movilice inversiones de casi 400 millones de euros. El proyecto recibirá una financiación inicial del Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE) Chip y persigue el cumplimiento de las demandas de la Comisión Europea para encaminar el Viejo Continente hacia una independencia industrial. “Es un paso esencial para conseguir el objetivo. de situar a Catalunya entre una de las 50 regiones más innovadoras de la UE", subrayan desde la Generalitat.

Iniciado cuando Pere Aragonès estaba en la Generalitat, este plan será el paraguas para poner en marcha otras dos iniciativas catalanas, que, sumadas, Illa ha calificado de "tridente innovador de referencia europea". Los tres programas recibirán un total de 161 millones de euros para salir adelante. Además de Innofab, también se han aprobado los proyectos DARE, de desarrollo de chips de alto rendimiento (HPC) e inteligencia artificial (IA), y con una financiación de 240 millones de euros, y el plan PIXEurope , coordinado por el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), que movilizará 400 millones de euros para una línea piloto destinada a la creación de circuitos integrados fotónicos y de sistemas semiconductores avanzados, más eficientes y compactos. Las aplicaciones serán diversas, y van desde la mejora de las comunicaciones y sensores, hasta proyectos de automoción, salud y defensa.

El último Nobel de química, otorgado al cofundador de la compañía de Google DeepMind y padre del popular ChatGPT, Demis Hassabis, constata la importancia de la supercomputación, la microelectrónica y los semiconductores; una tecnología que es la palanca de la mayoría de avances en marcha y que se van a desarrollar en un futuro. Pese a que la UE es un polo de conocimiento e investigación importante, con grandes centros de datos y superordenadores como los MareNostrum de Barcelona, ​​en suelo europeo no se diseñan ni fabrican chips de alto rendimiento. De hecho, la tecnología que nutre a las máquinas debe importarse desde la otra punta del mundo, principalmente de China, Taiwán y Estados Unidos.

El proyecto DARE, que encabeza el Barcelona Supercomputing Center –Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS)–, se centra en el desarrollo de chips de alto rendimiento y IA basados ​​en la tecnología RISC-V, un repertorio de instrucciones de código abierto y, por tanto, una especie de contrato entre software y hardware para ejecutar el código de las aplicaciones. Su objetivo es impulsar la soberanía tecnológica europea mediante la creación de un ecosistema de hardware y software para supercomputadores europeos. Cuenta con una inversión total de 240 millones de euros, financiados a partes iguales por la asociación Empresa Conjunta Europea de Informática de Alto Rendimiento (EuroHPC JU) y el gobierno español.

La Comisión Europea estima que la demanda de semiconductores y chips de las industrias se duplique de aquí a 2030 y que habrá dificultades para satisfacerla. En el discurso sobre el estado de la Unión de 2021, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, fijó el objetivo de la estrategia europea de chips, que es crear conjuntamente un ecosistema europeo de chips de vanguardia. Este ecosistema debe incluir la producción y conexión de las capacidades de investigación, diseño y ensayo de prototipos.

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