Derechos Sociales

Un centro de salud niega la atención de urgencias a un sinpapeles porque no tiene tarjeta sanitaria

El ICS admite "falta de flexibilidad" en la aplicación de la ley y pide disculpas al afectado, que tenía una inflamación intestinal leve

La protesta recorrió varias calles del centro de Barcelona.

MartorellLunes, 19 de julio. Son las 8 del anochecer y en la asamblea del Sindicato de Vivienda de Mataró uno de los presentes explica que un compañero hace días que se encuentra mal pero que como no tiene papeles de residencia ni tarjeta sanitaria no se atreve a ir a un CAP para que le visiten. Los dos conviven con una veintena de personas en un garaje que no reúne las condiciones mínimas pero es la única alternativa que han encontrado a quedarse en la calle.

Alertados por la situación, activistas del Sindicato llevan al CUAP de Mataró al chico enfermo, que responde a la inicial A., un marroquí de 25 años que hace dos meses llegó a Catalunya y no habla ni catalán ni castellano. Allá, según denuncian, les advierten antes de cualquier cosa que la atención supondrá una factura de “116 euros más pruebas que le tengan que hacer". El activista que le acompaña no se puede creer que le nieguen la asistencia gratuita. El personal del centro médico le responden que el hombre “no se está muriendo”, que, por lo tanto, no es ninguna urgencia y que tendrá que pagar la visita. La directora del centro les responde, además, que la fotocopia del pasaporte del paciente no es ningún documento válido.

La negociación no da frutos y los dos lados amenazan con avisar a los Mossos d'Esquadra: por un lado, el personal del CUAP para poner orden y echarles y, por el otro, A. y el activista para exigir el cumplimiento de la ley del Parlamento 7/2018 que garantiza la universalización de la sanidad. Finalmente, el enfermo decide irse, a pesar de que el dolor continúa, pero como no tiene papeles, teme que su situación se complique todavía más. 

Atención el día siguiente

El día siguiente, martes 20 de julio, como el dolor no se le ha ido, el chico vuelve al CUAP y, en esta ocasión, la misma directora que le había negado la atención horas antes se aviene a prestársela. “Nos decía que no quería problemas con nosotros, que solo le exigíamos el cumplimiento de la ley del Parlamento 7/2018 que garantiza el acceso a la sanidad”, afirma el activista. Finalmente, a A. le atienden de una inflamación intestinal leve pero dolorosa.

En una respuesta al ARA, el Instituto Catalán de la Salud (ICS) admite que el CUAP, centro de urgencias de atención primaria, actuó con “carencia de flexibilidad en la aplicación de la normativa vigente” y pide “sinceras disculpas por los hechos, y por el efecto de disuasión que generaron en el ciudadano a la hora de recibir atención”. Además, el organismo público recuerda que, efectivamente, la prioridad del sistema sanitario es “la atención sanitaria por delante de la situación administrativa personal”, a pesar de que a la vez subraya que los profesionales tienen que pedir que “acredite su derecho a beneficiarse de los servicios asistenciales”. Las leyes española y catalana garantizan la atención sanitaria, independientemente de la situación administrativa y legal de la persona, pero liga la tarjeta sanitaria al padrón municipal.

Incumplimientos de la ley

El Ayuntamiento de Mataró es uno de los muchos que rechaza empadronar a los residentes sin domicilio fijo, a pesar de que toda la normativa española obliga a registrarles independientemente de las condiciones higiénicas y de habitabilidad de la vivienda. “Sin padrón se deniega el acceso a la tarjeta sanitaria, a los medicamentos financiados por la Seguridad Social, la inscripción en una escuela de los menores a su cargo o iniciar los trámites de regularización", señala Laia Costa, abogada de la Fundación Ficat, que califica de “racismo institucional” negar el acceso al padrón. 

Para evitar nuevos episodios similares, el ICS asegura que organiza ya formaciones para informar y organizar las plantillas de los centros sobre cómo se tienen que atender estos casos.

stats