Coger un avión para hacer un examen en la universidad después de tres meses de clases online

Los estudiantes presionan al Govern para que rectifique y piden cambios en el método de evaluar

Laia Vicens
3 min
Membres del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans bloquegen l'entrada de l'edifici del Rectorat de la Universitat Autònoma de Barcelona, el 21 de desembre de 2020.

BarcelonaClàudia –prefiere usar un nombre ficticio– estudia 3º de economía en la Universitat de Barcelona y ha seguido las clases del primer semestre desde su casa, en Ibiza, pero ya está mirando vuelos de avión para ir a Barcelona a hacer los exámenes, que serán presenciales porque así lo ha decidido su universidad. A pesar de haber implantado la docencia virtual durante el primer semestre debido a la pandemia, la mayoría de universidades han decidido hacer exámenes presenciales, y ayer ya se vieron aglomeraciones en algunas facultades catalanas. "Me parece una temeridad", afirma Clàudia al ARA.

La docencia virtual le ha cambiado todos los planes que tenía: a pesar de no haber podido trabajar durante el verano porque tanto el sector servicios como de restauración en la isla estaban parados, ha seguido pagando el piso de estudiantes en Barcelona ante la incertidumbre de no saber si tendrá que volver más adelante; se ha adaptado a las clases online a pesar de que a nivel técnico "dejaban mucho que desear"; ha cambiado la tranquilidad de la biblioteca por estudiar en casa y ha visto cómo empeoraba su rendimiento académico. "La carga lectiva se ha visto incrementada. No es lo mismo ir a clase presencial y después tener unas horitas de desconexión cuando vuelves a casa a comer. El temario no se ha adaptado a esta situación", afirma.

Ahora que se acercan los exámenes –ella los empieza el día 18–, espera que la universidad dé una "respuesta contundente" y permita hacerlos online. Aún así, avisa de que demasiado a menudo se hacen "malos planteamientos" de los exámenes virtuales. "Se parte de la premisa de que los estudiantes copiamos y los profesores acaban poniendo formatos injustos, como por ejemplo preguntas largas para responder, tests con un tiempo muy limitado o una penalización por los errores más elevada que si fueran presenciales", afirma.

Por ahora la UB mantiene los exámenes presenciales, a pesar de que el futuro rector, Joan Guàrdia, que toma posesión el día 12, ha asegurado que "estudian fórmulas" para garantizar la salud de los estudiantes.

Recibimos la preocupación de los estudiantes para hacer #examenssegurs y compartimos la necesidad prioritaria de garantizar la salud de todo el mundo. Estudiamos fórmulas para aplicar un golpe tomemos posesión #UniBarcelona #UB #LideratgeUB

— Joan Guàrdia Olmos (@joanguardia) January 7, 2021

De hecho, varias asociaciones estudiantiles están presionando a las universidades y al Govern para que rectifiquen y diseñen pruebas virtuales, en la línea del modelo docente que han aplicado durante todo el primer semestre. Entidades como la Associació de Joves Estudiants de Catalunya (AJEC), la FNEC o Fem-la Pública UB, Crida per la UAB i Bloc Estudiantil UPF han afirmado que mantener los exámenes presenciales no es "coherente" con las clases virtuales y han reclamado que las pruebas "se diseñen con otras intenciones que solo prevenir la copia y el fraude". El Govern, sin embargo, no tiene previsto cambiar el protocolo, que establece que la docencia es telemática con excepción de las prácticas y de los exámenes. "Las universidades harán exámenes presenciales con las medidas conocidas: grupos tan reducidos como sea posible, zonas con ventilación, distancias, máscaras. Nos consta que así lo van preparando las universidades”, dijo la consellera de Salud, Alba Vergés.

El debate de la evaluación

Para los estudiantes, esto no tiene sentido. Así lo han denunciado cuatro alumnas de segundo de un grado de la rama de la salud en la Universitat Autònoma de Barcelona, que prefieren no dar sus nombres. "Si los profesores han podido adaptar la materia para darla online también tendrían que poder adaptar los exámenes", afirman en un escrito que han enviado al ARA, en el que también avisan de que si a finales del curso pasado se pudieron hacer exámenes online, esta vez también se tendría que poder garantizar y no tener que juntar en una misma aula "a tanta gente, durante tantas horas, de puntos diferentes de la Península y menos después de las fiestas de Navidad".

Estas estudiantes tocan una de las claves del problema: "Si su gran preocupación es que no copiemos, ya sería el momento de cambiar el sistema", afirman. Incluso la UOC, que es una universidad online, convoca a sus estudiantes para hacer pruebas presenciales habitualmente, dado que hay pocas garantías de que los alumnos no copien si hacen los exámenes desde casa. Ellas proponen aprovechar la docencia virtual como palanca de cambio y potenciar "la cooperación, el razonamiento y el ingenio" de los alumnos y no tanto "la memoria".

"Ya va siendo hora de que cambie el sistema de evaluación de muchos grados universitarios, parece que solo se nos pida una nota y no todos los conocimientos que podría haber detrás. Esto hace que un grado que nos podría parecer muy interesante y al cual podríamos ver mucho futuro no haga más que crearnos angustia, estrés y nervios, y eso hace que acabemos planteándonos constantemente si realmente queremos seguir", avisan.

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