Colau avisa: "No permitiremos el descontrol en las playas"

Barcelona se prepara para la verbena de San Juan con cierto miedo al incivismo

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La verbena de San Juan en Barcelona

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tenía previsto empezar la mañana en la clausura del curso de la Escola Municipal de Segones Oportunitats, pero ha cambiado la agenda para pasar antes por la presentación del dispositivo para la verbena de San Juan: "He pedido hacer una intervención inicial que me parece necesaria", ha dicho la alcaldesa para sorpresa de todos los periodistas. Y ha lanzado una advertencia que ha repetido una y otra vez: "No permitiremos el descontrol en las playas". Colau ha reconocido que los últimos días las fiestas en las playas se han disparado y que están generando muchos problemas a los vecinos del entorno, sobre todo a los de la Barceloneta, que es el barrio más cercano al mar. La alcaldesa ha hablado incluso de "desesperación" entre los afectados.

En un tono serio, ha advertido: "Una cosa es celebrar la verbena y otra cosa es el descontrol. Y no permitiremos el descontrol. Las playas estarán abiertas pero habrá controles para evitar el consumo de alcohol, los equipos de música o las tiendas de campaña". Protección Civil desaconsejó a los municipios que abrieran las playas durante la verbena, pero el Ayuntamiento de Barcelona anunció que optaría por abrirlas, en parte, para ofrecer un espacio "aireado" y evitar grandes aglomeraciones en la ciudad. Otros municipios del Maresme también han optado por abrir las playas, pero, en cambio, las de Viladecans, El Prat, Gavà y Castelldefels, que acostumbran a aglutinar a mucha gente, estarán cerradas, un hecho que podría trasladar las ganas de fiesta a la arena barcelonesa. En la ciudad, el metro funcionará toda la noche, como había sido habitual las noches de verbena antes de la pandemia. Este hecho, sumado al contexto de fin de las restricciones en el que llega la verbena de este año, puede complicar una noche que siempre ha sido difícil para los servicios de seguridad y de limpieza de la ciudad, pero que más o menos estaba controlada. Por el contrario, el hecho de que sea puente y de que sea el primer fin de semana en el que abrirá el ocio nocturno puede jugar a favor del control en las playas barcelonesas.

"He pedido que teniendo en cuenta la situación de los últimos días se intensifique más el control en todas las playas, pero especialmente en la Barceloneta. Habrá una presencia reforzada para que se pueda disfrutar de la playa pero respetando las normas de convivencia", ha concluido Colau. Después de excusarse, ha dado la palabra al teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, y se ha marchado. El concejal socialista ha empezado su intervención en un tono similar al de Colau y ha advertido de que, en contra de lo que podría parecer, "las sanciones que se ponen se están cobrando". De hecho, el Ayuntamiento ya ha ingresado más de dos millones de euros por multas relacionadas con saltarse las restricciones o hacer un mal uso del espacio público, según Batlle. El concejal ha explicado que "todas las unidades que hacen controles de alcoholemias estarán en la calle" y que circular con patinete o bicicleta no servirá de salvoconducto para no tener que soplar.

El dispositivo lo formarán 350 guardias urbanos, además de los agentes de los Mossos y de la Policía Portuaria, que en la verbena siempre trabajan juntos. Buena parte de los agentes municipales, hasta 150, se centrarán en la zona de playas y especialmente en la Barceloneta, según ha explicado Pedro Velázquez, jefe de la Guardia Urbana. Además, solo se permitirá el acceso a la playa del barrio marinero desde sus extremos, para evitar que los que quieren fiesta circulen haciendo ruido por las calles del barrio y despierten a los que quieren dormir. Tampoco se permitirá el acceso en coche al litoral. El jefe de los agentes ha expuesto los cinco grande retos de seguridad que conlleva la verbena de este año: "El riesgo sanitario; el de convivencia o la comisión de hechos delictivos por la concentración de personas; la prevención de molestias machistas; el riesgo de movilidad y siniestralidad, y el riesgo de incendios". El trabajo de todos los agentes y de los bomberos será intentar reducir al máximo todos estos riesgos.

El responsable de los Bomberos de Barcelona, Sebastià Massagué, ha explicado que por la verbena trabajarán 104 bomberos y 22 mandos, una cifra superior a la de otros años. Su gran quebradero de cabeza no se centra en la playa sino en la montaña. Barcelona tiene diferentes barrios que limitan con Collserola y un cohete mal tirado puede encender las llamas. Aún así, Massegué ha explicado que cada vez "hay más control" entre los ciudadanos a la hora de hacer hogueras o lanzar petardos. Las cinco grandes hogueras de la ciudad, por cierto, estarán en el Eixample (3) y en Sant Martí (2).

Limpieza para abrir las playas al baño

El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha explicado que los responsables de mantenimiento y limpieza también trabajarán de lo lindo para intentar repetir ese milagro de dejar las playas a punto para el baño después de que se dé por acabada la noche más corta del año. De hecho, la plantilla se reforzará en un 50% y llegará a los 1.287 trabajadores y 637 vehículos. El trabajo será a lo largo de toda la noche, pero sobre todo a partir de las 6.00 del día 24, cuando, acompañados de los agentes, irán peinando la playa. Este año no será necesario hacer pipí en cualquier lugar, porque habrá 275 lavabos en la zona del litoral.

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