Simón abre la puerta al final de la mascarilla en exteriores "de aquí a no muchos días"

Sanidad se decanta por vacunar con Pfizer a los de menores de 60 años que hayan recibido una dosis de AstraZeneca

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El director del CCAES, Fernando Simón, con mascarilla  antes de una rueda de prensa.

MadridDe la decepción y alerta de la semana pasada por las fiestas del postestado de alarma a un claro optimismo en cuanto a la evolución de la pandemia a pesar del fin del toque de queda nocturno. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha asegurado este lunes que España tiene por delante unos datos "muy favorecedores" en cuanto a la evolución del coronavirus y ha abierto la puerta a empezar a pensar en abandonar la mascarilla en exteriores y en algunos espacios como las residencias de gente mayor "de aquí a no muchas días".

"No tardaremos mucho en hacer propuestas claras para retirar la mascarilla en algunos momentos", ha dicho, y ha situado como umbral para tomar esta decisión en el conjunto de todas las comunidades tener una incidencia acumulada de contagios de 150 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días. Es un objetivo ya casi inminente, puesto que en el último informe del ministerio de Sanidad la incidencia es de 151,82 casos, pero en territorios como Euskadi todavía es de casi 300, o en Madrid se sitúa en 239 casos y en Catalunya en 182,55.

Simón, a diferencia del presidente español, Pedro Sánchez, no es partidario de poner calendarios sino de estar muy pendiente de los datos epidemiológicos. Pero no ha considerado nada descabellada la cuenta atrás que ha iniciado la Moncloa, que ha situado la inmunización de grupo en el conjunto de España –que un 70% de la población esté vacunada– en el día 18 de agosto. Es más, considera que al ritmo actual de vacunación –con un incremento de entre un 0,5% y un 1% diario de la inmunización– se llegará antes a esta fecha.

Para la retirada de algunas restricciones clave, como la mascarilla en exteriores, cree que sería suficiente con el 50% de la inmunización de grupo. El objetivo es llegar a este hito en como máximo un mes. Entonces es cuando habrá más personas vacunadas que sin vacunar en el conjunto del Estado. Ahora bien, el epidemiólogo ha advertido en rueda de prensa que el fin del uso de la mascarilla no significa abandonar el resto de medidas sanitarias, como la distancia interpersonal o la desinfección de manos. Ha puesto de ejemplo el caso de una residencia en la que todo el mundo ya está inmunizado. Cree que una persona joven que trabaja allí podría ir sin mascarilla en este espacio pero que, por ejemplo, se la tendría que poner en una reunión con personas de menos de 60 años que todavía no hayan recibido la vacuna.

Decisión sobre AstraZeneca

Aparte del estudio de una propuesta clara sobre el futuro de la mascarilla después de que organismos internacionales hayan apuntado que ya no hace falta entre vacunados y personas de menor riesgo, el ministerio de Sanidad y las comunidades también ultiman una decisión sobre qué hacer con la segunda dosis para los de menos de 60 años que han recibido una primera de AstraZeneca. Este martes se presentarán las conclusiones del estudio hecho en España por Combi Vacs sobre la seguridad y los efectos en la inmunización de mezclar AstraZeneca con Pfizer. El estudio se ha hecho con 600 personas en un total de cinco hospitales del conjunto del Estado, entre ellos el Vall d'Hebron y el Clínic.

A pesar de que la decisión se tiene que tomar en el marco de la Comisión de Salud Pública después de que España dilatara al máximo los plazos y sobrepasara las doce semanas entre dosis recomendadas para la vacuna de AstraZeneca, tanto la ministra de Sanidad, Carolina Darias, como el mismo Fernando Simón ya han defendido públicamente que se decantan por mezclar las dos vacunas. En juego está la inmunización total de hasta dos millones de personas. Y ante estudios como el británico, que apuntan a más efectos secundarios leves con la mezcla de AstraZeneca y Pfizer que con dos dosis de la vacuna anglo-sueca –que se ha restringido para menores de edad por los riesgos de algunos tipos de trombosis–, el epidemiólogo ha defendido que lo que es importante sobre todo es la efectividad que tienen las dos vacunas juntas.

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