Cuatro argumentos para vacunarte si tienes más de 50 años
Salut empezará a ofrecer Pfizer y Moderna a los reticentes de 60 a 69 años que no se quieran poner AstraZeneca
Santa Coloma de GramenetLa campaña de vacunación contra el covid es la más rápida y masiva de la historia: en seis meses, un 22,5% de la población en el mundo se ha vacunado con al menos una dosis. En Catalunya, el 86,2% de los más mayores de 50 años, el grupo más vulnerable de tener una enfermedad grave, ya han empezado la vacunación, pero todavía hay un porcentaje nada negligible de reticentes en estas edades: faltan para vacunar con la primera dosis el 18% de los que tienen entre 50 y 59 años y el 13% en el caso de la franja que va de los 60 a los 69 años.
"Tener más de 50 años y no estar vacunado es una imprudencia”, afirma Carlos Rodrigo, vacunólogo del Hospital Germans Trias i Pujol. Coincidiendo con la retirada de la mascarilla y el repunte de la transmisión entre los jóvenes, la gente vulnerable que no esté vacunada por elección asume el riesgo de acabar hospitalizada. "La edad media en cuidados intensivos se sitúa alrededor de los 50 años y ninguno de ellos está vacunado", advierte la directora de medicina preventiva y epidemiología del Hospital de la Vall d'Hebrón, Magda Campins.
La codirectora del grupo de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Isabel Sola, coincide que la vacuna es la única herramienta al alcance para superar la pandemia: “A estas alturas de la historia tenemos datos del mundo real, con millones de dosis administradas, que nos dicen que hay una relación directa entre estar vacunado y estar protegido. Esto no es una teoría o un acto de fe, es un hecho demostrado”.
Eficacia
Se evita la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte
Las cuatro vacunas autorizadas en Europa tienen unos niveles de eficacia superiores al 90% contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte. El primer grupo vacunado en que se vio la caída drástica de casos graves fue la gente mayor en las residencias, que suelen responder peor a las vacunas, y tanto la de Pfizer como la de Moderna redujeron en un 71% el riesgo de contagio en los geriátricos, un 88% las hospitalizaciones y un 97% las muertes, según un estudio del CSIC.
Los ingresos y las muertes han ido disminuyendo a medida que avanzaba la campaña. El primero a demostrarlo ha sido Israel, que tiene el 60% de la población vacunada del todo. El país se transformó en un laboratorio internacional para comprobar la eficacia de Pfizer y, según un estudio de The Lancet , después de la segunda dosis la protección fue superior al 95% ante la enfermedad grave y la muerte. En Catalunya y España los efectos también se observan claramente, según Sola: "No vemos ingresos ni muertes a partir de los 70 años, todos están vacunados con las dos dosis". En el caso de las personas que tienen entre 50 y 69 años, a pesar de que la mayoría todavía no han completado la pauta, también están enfermando menos.
Se sospecha que la inmunidad dura como mínimo ocho meses. "El covid no desaparecerá con las vacunas, pero los que estén muy vacunados no sufrirán la enfermedad de manera grave", subraya Rodrigo. En Catalunya se han detectado 6.559 positivos (0,23%) entre los vacunados con una primera dosis y solo 1.681 (0,12%) entre los que tienen la pauta completa. Ninguno de ellos ha enfermado, pero sí que pueden transmitir el virus. “Por eso es importante que todo el mundo que pueda esté muy vacunado, para reducir riesgos”, subraya Campins.
Seguridad
Tienen efectos adversos rarísimos
En ciencia, la rapidez a menudo se percibe negativamente y la comunidad científica ha hecho lo que en condiciones normales tardaba más de una década: inventarse no una, sino varias vacunas. No se han saltado los estándares de seguridad ni se han omitido pasos esenciales en los ensayos, simplemente se han podido encabalgar fases y producir datos más rápidamente. Los gobiernos han puesto más financiación que nunca, incluso antes de saber si los prototipos funcionaban, y entre 30.000 y 40.000 voluntarios de todo el mundo han participado en los ensayos, que se han suspendido cuando había dudas y solo se han retomado cuando había la certeza de que no sufrían reacciones nocivas inducidas por la vacuna.
Con más de 2.800 millones de vacunas inoculadas en el mundo, cualquier efecto adverso severo es detectable fácilmente. Los pocos casos secundarios graves que se han identificado son muy específicos, como la trombosis con trombocitopenia, un síndrome que genera una caída generalizada de las plaquetas y que se asocia a la vacunación con AstraZeneca y Janssen. En España se estima que se producen cuatro casos cada millón de dosis administradas, la mayoría controlables con un tratamiento anticoagulante.
Atendida la gran disponibilidad de vacunas, se recomienda priorizar Pfizer y Moderna en los menores de 50 años, porque el riesgo de sufrir trombocitopenia se da sobre todo en edades jóvenes. "La población tiene que estar muy tranquila: si los riesgos eran bajos, todavía se están minimizando más", defiende Campins. La población de más de 50 años, insiste Rodrigo, no tiene ningún riesgo asociado a las vacunas autorizadas: "Los beneficios superan miles de veces los riesgos".
Normalidad
Permiten ir recuperando vida social
En España y Catalunya solo un 3% de los ciudadanos no quieren vacunarse en ninguna situación. De hecho, hay una larga tradición vacunal y el covid no tendría que ser la excepción. "Preocupa poco si se compara con Francia. A pesar del mareo institucional desde Europa con la vacuna de AstraZeneca, que podría haber erosionado la confianza de la población, afortunadamente hay muy buena aceptación", afirma Rodrigo. Ahora bien, sí que se está notando que hay personas de entre 60 y 69 años que no quieren recibir la de AstraZeneca, la única que se inocula en esta franja. Por eso el departamento de Salut les ofrecerá las vacunas de Pfizer y de Moderna para animarles a vacunarse.
Los expertos subrayan que donde hay más población vacunada del todo (dos dosis) se recupera antes la normalidad. En España, a partir de este sábado, será posible ir sin mascarilla por la calle, impensable sin la vacunación. Ahora bien, el hecho de que todavía haya un porcentaje de población elevado sin inmunizar del todo –solo un tercio ha recibido las dos dosis– hace que haya que extremar las precauciones. "Lo ideal es que todo el mundo que ya pueda vacunarse se vacune y que se aceleren las segundas dosis de la gente de más de 50 años. Y, mientras haya personas sin vacunar, hay que llevar mascarilla", apunta Campins.
Si ninguno de estos argumentos de peso convencen a los reticentes, Sola destaca el pragmatismo: a partir de ahora habrá actividades reservadas para los vacunados, como por ejemplo entrar en un país sin tener que pagar por una prueba negativa. Dice que ahora que llega el verano, habrá personas que por el interés de viajar se vacunarán a pesar de no estar del todo convencidas, como ya pasaba con la vacuna de la fiebre amarilla. "Y es una posición más lógica que la del que piensa: 'Que se vacunen los otros y yo me beneficio de los efectos'. Si hay vacunas para todos, toda contribución para desterrar el virus será buena, también las que respondan a motivos meramente individualistas", insiste Sola.
Fiabilidad
Resisten los golpes de la variante Delta
Durante semanas la amenaza de la variante Delta, que es más contagiosa, en países con coberturas vacunales muy elevadas, como Israel y el Reino Unido, han inquietado a las autoridades sanitarias y han adobado el terreno de los antivacunas, que aseguran que la mutación se escapa totalmente de los preparados autorizados. No es así, según los datos oficiales. En el Reino Unido se han triplicado los contagios este mes de junio, pero ni las hospitalizaciones, ni mucho menos las muertes, se han disparado. Tampoco en el caso de Israel, donde el gran problema lo tienen con los menores de 16 años, que no están vacunados. "Cuando aumenta la movilidad, aumentan los casos entre los no vacunados, que ahora mismo son los jóvenes", argumenta Sola.
En otras palabras, las infecciones aumentan porque la variante es más transmisible y todavía está encontrando a personas sin inmunidad. En cambio, la población de más edad está protegida si han recibido las dos dosis. La primera inyección de Pfizer o AstraZeneca solo tiene una protección del 33% ante esta mutación, pero con la segunda aumenta hasta el 80%. En Catalunya la variante india supone uno de cada tres casos que se detectan, pero las autoridades no esperan que haya un aumento de la presión hospitalaria lo suficientemente grande para comprometer el sistema sanitario, dado que los más susceptibles de enfermar están parcialmente o totalmente vacunados. "No tenemos que morir de éxito. Está claro que ahora una persona no vacunada tiene más riesgo de contagiarse que hace algunos meses, pero nada hace pensar que habrá una sobrecarga asistencial", afirma Rodrigo.